GUAU [TaeKook] •Omegaverse• (PAUSADA)

Tres🐾

-¿Dónde se supone que está la jefa gruñona?

-Eso solo sucede en las series Tae, o al menos en mi caso, mi jefa no es mala y de hecho, es muy dulce. Si decide pasar para supervisarme te la presentaré, es mi segunda mamá.

Asentí sin prestarle mucha atención mientras caminaba detrás del mostrador hacia una puerta blanca. La señalé con curiosidad. Me había olvidado totalmente de mi dolor en el pecho.

-¿Qué hay allí?

-Son los perros en adopción. Lo que me recuerda que tengo que alimentarlos.- se agachó y sacó dos bolsas grandes de comida balanceada y me entregó una con un poco de fuerza.- Y tú me ayudarás, Chico afortunado.

-Bueno, no sé por qué pero no me desagrada la idea.

Ese tipo de cosas no eran las que hacía normalmente ya que mis padres eran ricos y siempre tenía sirvientes para mí, rodeandome. De hecho, estaba feliz de poder limpiarme el trasero sin ayuda, sin exagerar.

Siempre había tenido personas haciendo mis cosas, lo que me había vuelto quisquilloso cuando me obligaban a hacer alguna tarea yo mismo pero me sorprendí al notar que no me molestaba ayudar a Jimin. Tal vez era porque realmente él me agradaba.

-Vamos, idiota.- pasó frente a mi y se metió en la habitación.

Lo seguí sin pensar.

-Oh, aquí no huele muy bien.- arrugué la nariz por el olor a popo de perro y suciedad.

-No, ya lo sé. Hay que levantar esas popos. Y me ayudarás, ¿verdad? No es la parte mas divertida de mi trabajo.

-No te ayudaría ni aunque no tuviera olfato, Jimin. Eso ya es otro nivel. Si quieres yo les doy de comer y tú levantas eso, ¿Quieres?

Suspiró resignado pero accedió, después de todo no nos conocíamos tanto como para poder persuadirme de levantar popo.

-Empezaré con los de este lado, tú empieza por allí.

Asentí haciéndole caso. Me acerqué a la primera jaula y la abrí usando la llave que estaba colgada a un lado de esta.

-Oye, ¿siempre están enjaulados? Me da lastima, ¿No los podemos sacar un rato al patio?

-¿Y que mi tía me despida por haber perdido los perros? Ni loco.- rió divertido pero yo no lo había dicho en son de broma. Lo decía muy en serio, me daba tristeza mirarlos allí encarcelados.

-Oh, ¿Jimin?.- lo llamé asustado cuando me metí en la jaula de otro perro y este comenzó a lloriquear con miedo, como si lo fuera a lastimar. Se encogía en en la esquina cerrando los ojos con fuerza.

-¿Qué pasa?

-Este perro tiene mucho miedo.

Era un perro mediado con el pelo totalmente descuidado y costras por todo su cuerpo, dolía de solo verlo.

Jimin se acercó por detrás mio para ver mejor de qué perro estaba hablando.

-Lo sé, es una lastima, no deja que nadie lo toque. Por lo que sé su dueño anterior lo maltrataba, eso me dijo mi tía cuando lo recibió casi muerto por un hombre grande. Mi tía dice de sacrificarlo, ya no come, y no le podemos curar sin quedarnos sordos por sus chillidos.

-¿Sacrificar?.- pregunté desconcertado mirando al perro hacerse pis encima por el miedo que me tenía en ese momento.

Esbocé una mueca.

-Sí, él no merece vivir de esa manera, Tae.

-P-pero.. No hay que dejar de intentar.- volteé a mirarlo. Él me miró con tristeza.

-Probamos de todo, Tae. Si no muere de hambre, morirá por las infecciones en sus heridas.

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