Diecinueve🐾

20.4K 2.4K 412
                                    

1/2

Escuché pasos en el pasillo y me apresuré a correr hacia la puerta para cerrarla antes de ser descubierto, pero fue tarde cuando mi padre abrió la puerta de mi habitación con brusquedad.

El único momento en el que veía a mi progenitor eran los domingos, cuando nuestra madre nos obligaba a compartir la mesa para no perder las tradiciones.

Pero él no tenía una buena relación conmigo, lo único que le importaba era mi hermano, normal siendo Seokjin un médico. Antes me molestaba, cuando era un crío, claro. Ahora me lo pasaba por las bolas.

-¿Qué es ese rico ol...?.- comenzó a hablar cuando lo interrumpí chirriando los dientes del enojo.

-Sal de aquí.- gruñí irritado. Mi lobo daba vueltas casi rugiendo. Sin dudas su presencia aquí no me hacía ninguna gracia.

-¿Qué te pasa, idiota? Esta es mi casa y haré lo que quiera.- respondió altanero. Olfateó un poco antes de que me interpusiera en su camino visual con mi cuerpo. Su cuerpo me ganaba en músculo pero no me importaba.- huele a omega. ¿Trajiste a una putita a mi casa, bastardo?

-SAL DE AQUÍ, MALDITA SEA.- respondí con voz de mando.

Sabía que no funcionaba con otro alfa y menos si él era un rango mayor que yo al ser mi padre por lo que lo empujé con todas mis fuerzas desestabilizándolo y haciéndolo tambalear hacia atrás. Momento que aproveché para cerrar la puerta con cerrojo.

-¡Kim Taehyung! Abre la puerta en este instante.- ordenó también con su voz. Dudé. No quería hacerlo pero tampoco quería volver a mi niñez donde cuando era rebelde me ganaba las peores palizas de su parte.

Meditando, miré a Jungkook que a pesar del ajetreo no se había ni movido. Lucía como el ángel más hermoso que había pisado mi mundo. Y mandé todo a la mierda. Dejaría mis putos miedos y cuidaría como debía del menor.

Él se lo merecía, sin dudas.

-¡Jodete, maldito loco!.- reí bajo. Me gustaba la adrenalina que estaba sintiendo.

-Mierda, ya verás, Taehyung.- pateó mi puerta un par de veces antes de desistir e irse muy cabreado.

-Sí, sí.- rodé los ojos y me acosté junto a Jungkook de manera posesiva. Éste se acurrucó más cerca.- mío.- Murmuré aunque no me escuchaba. Mi lobo estaba feliz, se sentía orgulloso de tener a ese pequeño lobito entre sus brazos.

[...]

Alguien tocó la puerta, levantándome de mi siesta. Jungkook se removió y maldecí. No quería que nadie le quitara la paz al pequeño.

-¿Quién es, joder?.- miré a Jungkook que me miraba atento, no era común que yo puteara frente a él. Le tapé los oídos juguetón.- tú no escuchaste eso.

-¿Qué cosa, hyung? ¿Joder?.- arrugó su nariz antes de abrazarme por la cintura y pasar su nariz por mi pecho, olfateandome.- conozco otras groserías mejores.

-Joder.- tragué saliva sonoramente.

Eso solo me traía imágenes obscenas. Estaba por responderle cuando volvieron a tocar la puerta.

-Soy Jin. Abreme, idiota.

-No.- gruñí pegando a Jungkook más a mí. El menor no puso resistencia. Parecía disfrutar de mi cercanía.

-Soy un omega, Taehyung. No pasará nada.- dijo con voz comprensiva. Lo pensé un par de segundos y tenía razón.

Estaba tenso por la situación con mi padre pero era tonto sentirme así con Jin, confiaba en él. Lo contrario a mi padre, no tenía una pizca de amor o simpatía por ese hombre.

GUAU [TaeKook] •Omegaverse• (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora