Treinta y ocho🐾

11.5K 1.5K 635
                                    

5/11

Al final, mami si murió el 11/5/2007 a las 2am de la noche. No me dejaron verla antes de morir ni tampoco me dejaron ir al funeral.

He pasado los últimos días llorando más de lo que he llorado en toda la vida. Y he llorado en silencio porque papi no quiere escuchar mi sollozos, le molestan y yo no quiero molestarlo más de lo que ya esta.

Él me culpa a mi en todo momento. Y tiene razón. Yo también me culpo a mi mismo. Si me hubiera aguantado, si solo hubiera aguantado unas horas más, ella seguiría aquí. Mi hermanita seguiría aquí. Y yo no estaría llorando. Y papi no estaría enojado conmigo.

No he comido mucho los últimos días. Tal vez sobras de lo que habíamos comido noches anteriores. Pero no era mucho. Papi no se preocupa en alimentarme. Y mami nunca me enseñó a manejar el fuego porque me protegía demasiado. Así que tampoco podría cocinar para papi.

De cualquier manera, mi estomago se ha cerrado. No tengo hambre. Aunque si tengo sed, llorar tanto me deja con mucha sed.

Papi ha faltado al trabajo desde la muerte de mami y se pasa los días vagando por la casa. Lo han llamado del trabajo algunas veces, lo sé porque las paredes son finas.

Yo no soy distinto. He faltado a clases pero a diferencia de papi no me han llamado ni una sola vez. Ni siquiera Bang Chan hyung. Nunca le di el numero de teléfono de mi casa pero me hubiera gustado tener un amigo a quien contarle lo que pasó.

Papi ha estado invitando a sus amigos las ultimas noches. Ellos hacen mucho bullicio toda la noche. Los escucho reírse y gritar cosas desde mi habitación. Ellos toman cerveza, esa bebida marrón y fea que toman los adultos para emborracharse.

Pero me aguanto porque entre las risas de desconocidos puedo identificar la de mi papi. Y me alivia un poco saber que no la esta pasando tan mal últimamente.

[...]

Camino por el pasillo en completo silencio. Si no hago ruido ellos no me notarán.

En medio de la noche me dio mucha hambre. Llevaba días sin tomar un bocado real y mi estomago no dejaba de gruñir. Por lo que me dirigía a la cocina para buscar algo pero era tarea difícil porque no quería que los amigos de papá me vieran.

Ellos me daban un poco de miedo. A mami nunca le gustaron y seguro tenía sus motivos. Por lo que a mi tampoco me gustaban.

-Ya vámonos. Éste se quedó vacío.- dijo uno y todos rieron a la vez con esa risa suelta característica de un borracho.

Me escondí en la cocina y comencé a buscar en las estanterías algo para comer.

-No, no se vayan.- mi papá habló y escuché con atención.- ya no me queda dinero pero podemos apostar otras cosas.

-¿Qué tienes tú que sea de valor? Nada. Tu auto es una chatarra y tu casa será embargada dentro de poco por no pagar las cuentas.

-Ya lo sé. Pero tengo otras cosas de valor.- hubo un silencio colectivo y sonreí victorioso al ver unas galletitas de chocolate en el estante más alto.- ¡retratos! Mi esposa pintaba muchos retratos. Podría apostar eso.

-Sin ofender, amigo, pero a nosotros que nos importa los retratos de tu difunta esposa. Seguro eran basura.- estaba moviendo una silla para acercarla a la mesada y así poder alcanzar las galletas pero paré en seco al escuchar lo que otro de los hombres decía.

Esperé a que mi papi defendiera su memoria y limpiara su nombre pero no escuché más que risas.

Y eso me enojó y mucho. Tiré la silla y me encaminé al salón con el rostro rojo de la ira.

-¡Mi mami hacía los mejores retratos que verán es sus feas vidas, viejos feos!.- grité al estar frente a todos.

Ahora que los veía daban más miedo de lo que me había imaginado. Todos eran grandes, mucho más grandes que papá en masa corporal. Tenían barbas largas y sus brazos estaban llenos de tatuajes. Además sus expresiones no eran muy felices de verme allí.

-¿Y este niño qué?.- preguntó uno de forma burlona. Era obvio que yo no le causaba nada.

-Vuelve a tu habitación, Jungkook.- mi papá habló notandose incómodo.

-¡No! Diles a estos feos que los dibujos de mamá eran hermosos.

-Jungkook.- me miró como última advertencia y me sentí fatal. Había utilizado esa voz de mando conmigo. Y no pude evitar obedecerlo.

Comencé a llorar mientras me alejaba a mi habitación. Pero como las paredes eran finas pude continuar escuchándolos con claridad.

-Ese niño tiene piernas lindas. Cuando crezca será realmente lindo. Espero que sea omega. ¿Cuántos años tiene, Jeon?

Miré mis piernas y sentí asco de lo que el hombre había dicho. Caminé al armario, me quité el short y me puse unos pantalones holgados.

-Cinco años y medio.- escuché a mi padre murmurar.

-Ah, todavía es virgen. ¿Sabes qué? Sí tienes algo de valor que apostar.

-¿De qué hablas?

-Del niño. Apostemos mi mansión y mis millones por el niño.

-¿Hablas enserio?.- mi padre preguntó. No pude identificar si su tono era de ilusión o de no poder creerselo.

-Claro. ¿O qué? ¿Te achicas? Hace rato dijiste de que estabas seguro de que esta vez ganarías la mano.

-Si, pero es mucho... No puedo darte al niño.

-Está bien. Tú te lo pierdes. Estamos hablando de una mansión y millones sólo por un simple niño. Puedo conseguir otro más lindo por mucho menos.

-Tiene razón.- escuché a un tercero decir.- todo lo que el viejo N. K. quiere, lo tiene. ¿Estoy o no en lo correcto?

Todos los hombres rieron menos mi padre.

-Claro que sí, amigo. ¿Entonces que dices Jeon? ¿Aceptas o no?.- silencio.- ¿Sabes? El poker no es para los débiles. Apuestas y te arriesgas. Ganas o pierdes. Pero juegas. Si no eres digno del juego ya deberíamos irnos retirando.

-Si, tiene razón.- dijo un murmullo colectivo.

-Bien. Hagamoslo.- escuché a mi papá murmurar con duda.

Y el miedo se apoderó de mi. Mi papá estaba teniendo malas rachas en los juegos desde que había perdido a mamá y ahora tenía miedo de mi mismo.

¿Qué pasaría conmigo?

♥~~~~~~♥

♥~~~~~~♥

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
GUAU [TaeKook] •Omegaverse• (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora