GUAU [TaeKook] •Omegaverse• (PAUSADA)

Cuarenta y cuatro🐾

11/11 :D

~Actualidad~

Los recuerdos se arremolinaban en mi mente mientras corría lejos de Taehyung.

Mamá y yo en el jardín acostados en el gran árbol.

Papá comprándome la ropa de la primaría.

Bang Chan hyung mostrándome sus figuritas de acción favoritas.

Papá en el auto diciéndome que mamá había tenido un accidente por mi culpa...

Papá borracho con sus amigos.

El señor corpulento que me tomó del brazo y me llevó al instituto a pesar de mis resistencias.

Hoseok hyung y yo robando.

Castigos. Robos. Trabajar.

La paliza que gané hasta quedar inconsistente.

Mamá, ángel y lobo a la vez. Hermosa.

Correr por las calles. No sé cuantos kilómetros fueron pero estoy seguro de que pasé al menos dos ciudades de largo solo corriendo.

Yo desmayándome y encontrándome con mi lobito en mis sueños.

Él, pidiéndome permiso para borrar mi mente y yo aceptando sin muchas resistencias.

Despertarme al sentir estar en brazos de otra persona. Una mujer rubia. Ella parecía querer ayudarme. Me lleva a una veterinaria con otros perros. Me vuelve a encerrar en otra estúpida jaula. No como ni dejo que me toquen.

Hasta que llega Taehyung. Ah, apenas mi lobo miró dentro de los ojos de Tae supe que era mi destinado. Algo me unía con fuerza a él. Mi lobo quería a su lobo.

Yo dejando que él fuera el único que pudiera tocarme. Yo siendo secuestrado de la veterinaria por Tae, sintiéndome feliz de salir de la jaula.

Taehyung bañandome y dándome de comer. Él curando mis heridas con suma delicadeza.

Yo durmiendo en su cama y al despertar ser humano. Recuerdo como mi lobo me avisó que ya estaba seguro y me dejaría solo ahora.

Él sorprendiéndose y luego dejando que me quede a su lado.

Él enamorándome. Él besándome por una simple escena de celos.

Él besándome de verdad luego. Yo frustrado al no recordar nada, solo mi nombre. 

Yo, en mi primer día de secundaría. Por fin podía estudiar. Y los chicos me habían recibido bien. No era maltratado como en el instituto. Ellos hasta me hicieron reír sacandome los nervios.

Yo, con ganas de ser alguien. Con ganas de estudiar. Con ganas de vivir.

Pasando tiempo con mi alfa. Mi alfa.

Él llevándome a la psicóloga. Ella dándome un té asqueroso y chasqueando los dedos haciendo que cerrara los ojos y viera negro.

Yo en shook al recordar la mayor parte de todo al tener una charla con mi lobo, decidiendo que teníamos que aceptar nuestro pasado. Sino, nuestro futuro seria confuso.