Tiene que haber una manera de detener la lucha. Existe algo mal con todo esto, nuestros líderes no parecen o no quieren darse cuenta de que una lucha extensa nos llevará a la extinción. Nosotros podremos ser más fuertes y sanar más rápido que los demás, incluso nuestra inmortalidad nos ayuda, pero las demás razas nos superan en número.
Los vampiros somos pocos, una mota de polvo en un desierto de monstruos. Mi gran temor es que nos extingamos.
Intentaré encontrar una manera de parar esto, o por lo menos hallar la razón por la que nuestros líderes decidieron que era buena idea lanzar un ataque a gran escala, fracturando así la endeble paz entre todos.
Ruego a la Noche que mi hermano no termine muerto, porque entonces yo quedaría en la primera línea. Soy un erudito, no un peleador.
Por más egoísta que pueda parecer.
Winnie se tumbó en la cama de su habitación, se envolvió con sus mantas de seda, que Drácula le había mandado a colocar por pedido de Dennis cuando ella se hubo enfermado una vez, y se hizo un ovillo, suspirando trémulamente para no dejar que las emociones la controlaran de nuevo.
Idiota. Mira que llorar frente a Dennis era una gran muestra de lo débil que era. No podía permitirse flaquear de nuevo con él, no después de lo que pasó. El recuerdo amenazó con volver, pero lo reprimió con pura fuerza de voluntad, revivirlo era demasiado doloroso. No por el hecho de lo que pasó en sí, sino de lo que comprendió luego de ese evento. Le daban ganas de matar a algunos monstruos, cosa que no podía hacer porque era ilegal, pero... Sacudió la cabeza, molestarse era perder el tiempo, eran vampiros, y para su pesar los vampiros gozaban de un estatus más elevado.
«Además —pensó, envolviéndose más, haciéndose una bolita—, enojarme significa que acepto que no puedo alejarme de él. No puedo mantenernos a salvo.»
Pero...
Winnie suspiró, contrariada, una parte de ella, su lado lógico le decía que Dennis era un vampiro y estar con él era muy riesgoso, pero su lado emocional le decía que Dennis era su Zing, que no luchara contra ello y estuviera con él, como antes. Winnie no podía decantarse por ninguno.
Lo amaba, eso ella no lo dudaba, pero para que el amor funcione, amarse no es suficiente.
Dennis intentaba que lo perdonara, lo que era impresionante debido al hecho de que llevaban quién sabe cuántas proposiciones de parte de él y rechazos de parte de Winnie, sin embargo, en teoría no había nada qué perdonar. Lo que pasó ya era historia, pero lo que sucedía, tras la sombra de antes, era lo que la preocupaba. Y él... Dennis era tan inocente, que no se daba cuenta. Maldita sea, con diecinueve años y aún se debatía entre decisiones emocionales, pero esas eran las más complicadas.
Winnie quería que si Dennis le demostraba que la amaba, sus acciones fueran más allá del simple hecho de querer una disculpa; que fueran innatas, que se notara su preocupación y la verdadera fuerza del amor que profesaba por ella.
Agh, ¿a quién engañaba? Sabía que él la amaba con el alma, eran Zing, por amor a la Luna, no obstante, tenía que poner su distancia por el bien de ambos.
Un trueno retumbó con toda su potencia, haciendo vibrar el vidrio de las puertas dobles del pequeño balcón de su habitación, tan fuerte que Winnie tuvo que taparse los oídos por el dolor que el estruendo le causó.
Cerró los ojos, esperando que el sueño le viniera. Su turno de trabajo ya estaba hecho, por lo que eran las dos de la mañana, una buena hora para echar una siesta. La puerta sonó con delicadeza, primero dos golpes, luego cinco y por último dos: era Dennis. Winnie recordó con una tenue sonrisa cuando todas las mañanas ambos usaban esa contraseña para colarse por el hotel, desentrañando sus misterios, aprovechando que todos descansaban. Se habían infiltrado en tantos lugares que empezaron a pensar que el castillo era infinito o tenía algún hechizo. Caviló si ir a abrirle o dejarlo allí, pero no fue necesario.
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Unique Zing
FanfictionIntentando con desesperación enmendar un error que cometió con Winnie, Dennis se topará con cosas que le harán saber que los monstruos no son como él los imaginaba, notando que su amor por Winnie es visto con malos ojos fuera del hotel. Y mientras D...