Epílogo

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Hoy era el gran día.

El increíble gran día.

Una delicada piedra de la estaca que contenía la esencia de Madre Luna, en forma de una pequeñita esfera, casi como una pupila, descansaba sobre un anillo de oro en su dedo anular. Su alianza. Al principio la sugerencia de usar la estaca a modo de piedra preciosa inquieto a Dennis, sin embargo, a Winnie no le parecía tan extraña. Sí, Madre Luna realizó acciones reprobables, pero, en retrospectiva, el cambio no era ni bueno ni malo, sólo era. Se adaptaba a las circunstancias.

Se giró el anillo dos veces en la pata antes de volver a lo suyo en el diario de Fidencio Drácula, que resultó ser el tío de tío Drac, hermano de Vlad. Winnie no había leído el diario, sólo lo escuchó de Dennis, aunque un día después de haber derrotado a Luna, ella se decidió que debía hacerlo. Lo leyó el día en que despertó y encontró allí las sutiles pinceladas de Luna en la historia del Mundo; Fidencio creía que la Multiguerra era algo provocado, o al menos agitado, por otra entidad. No se equivocaba. Cuando lo leyó una segunda vez, las letras le parecían un galimatías ininteligible. Suspiró, tal vez era porque ya no estaba vinculada.

No obstante, Winnie sintió que el diario estaba un poco incompleto; sí, detallaba sus viajes y descubrimientos, pero no hacía ahínco en las Artes. Bueno, no las conocía. Ella decidió arreglar eso, había apartado unas páginas y empezado a anotar algunas cosas. La historia de las Madres. Las Artes de las Madres. Lo que significaba que dos especies distintas de monstruos hicieran Zing. Junto con las preguntas que, conforme plasmaba todo en aquel diario, surgían.

Ahora que releía lo que escribió, se daba cuenta de que Luna había sido sutil, silenciosa y planeadora, pero, tal vez sea el destino, ella no notó su error. Estaba cegada por su objetivo que no reparó en el Equilibrio. Por lo general, al seguir algo con tanto fervor, habrá una fuerza que se opondrá a ello, y si no se percibía y planificaba un plan de contingencia para superar ese obstáculo, el objetivo nunca se alcanzaría. Si Luna no quería un mestizaje e introdujo el odio entre las razas, la Multiguerra y el desprecio innato de los monstruos a las relaciones interraciales, tuvo que darse cuenta de que debía extraer la esencia que despertaba el Zing. ¿Eso era posible siquiera? Puede ser que la empresa de Luna estuviera destinada al fracaso desde su concepción.

El Zing pasaba sin razón, eso Winnie lo sabía, aunque... tal vez, sólo tal vez, las demás Madres no estaban tan aterradas del mestizaje. Al pensar en lo que el Zing podía hacer, unir todo el mundo en uno solo, mezclar humanos y monstruos, Winnie se descubrió sonriendo.

El Zing, creado o no, fabricado por alguna Madre o sólo instinto natural en la esencia de los monstruos, era una obra de arte. Era arte verdadero. Y el arte verdadero no era belleza y técnica, era arrojo, contraste, sutileza. Unión.

Tomó una pequeña pluma y escribió unas últimas palabras antes de levantarse.

Puede que Luna haya intentado por todos los medios evitar que se diera el mestizaje entre los monstruos, pero fue por ella, por su incesante presión, que nuestro Zing, el amor entre Dennis y yo, resultó tan fuerte. Así como un cuerpo expuesto a un vector infeccioso se termina inmunizando debido a la larga exposición, los monstruos presionados de forma inconsciente para detestarse terminaron creando un amor improbable. Imposible. Una licántropo y un vampiro.

Debo dar las gracias a Madre Luna porque, por ella, nuestros hijos harán historia.

Cerró el diario, dejándolo sobre la estantería del estudio de Drácula y se apuró a su cuarto, su madre debería estar subiéndose por las paredes para que se pusiera el vestido.



El corazón de Dennis estaba considerando si adoptar las costumbres vampiras de su familia y dejar de latir.

Unique ZingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora