XXVI- Me enamoré de ti

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Nunca me creí enamorar, hasta el momento que te ví.

Suponía que el amor era algo superficial.

Que no existía, era una historia inventada por los demás.

Pero fue tu forma de ser, tu mirada y manera de actuar, cautivando mi alma hasta el punto de estallar.

Solo decía tu nombre al apoyar mi rostro en la almohada, todas las noches te soñaba.

Te habías convertido en mi mayor expresión, llegando a la conclusión que sin ti no sería nada.

Que fantasía estaba viviendo, era algo extraño, no sabía si en realidad ya te amaba o te estaba queriendo.

Al verte mil revoluciones se generaban en mi corazón, latía muy fuerte cada vez que escuchaba tu voz

Melodías extrañas, canciones de amor, se hacían presente en cada ocasión.

Todo era un sueño, verte mi mayor anhelo, acariciarte estremecer tu cuerpo.

Darte un beso culminando mi deseo, mirarte fijamente a los ojos y decirte te quiero.

Contigo he aprendido a amar, mirar al cielo por las noches y apreciar las estrellas brillar.

Pensar en ti y suspirar..

Y es que si soñar con una vida juntos es una ilusión, prefiero mil veces vivir esa intensidad de pasión.
Antes de someterme a una realidad sin tu amor.

                  -Héctor F. Palavecino


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