ASIER

XXIX- Solo para ti

Te veo en cada sitio que recorren mis pensamientos, y aún no logro decirte lo que siento.

Tal vez sea el silencio, mi fiel compañero, quien sabe todo lo que yo te quiero.

Y no es un simple amor, un amor simple como esos que a penas llegan se van.

Es más como la luna que ilumina cada noche sin disimular.

Te veo en cada espejo que se refleja en mi alma, en cada sueño que se reflejan en mi almohada.

Y me desespero al no querer despertar, despertándome sin consuelo al no tenerte a mi lado.

Abriendo los ojos y viendo un vacío en la habitación.
Amor, fantasía y desesperación.

Dime: ¿Qué eres? y ¿Dónde estás? Quiero encontrarte y verte una vez más.

Si vale mi vida acariciarte por última vez la doy por completo y vuelvo a rozarte la piel.

Me gustaría que vivieras en mi sueños por siempre, soñandote despierto.
Un mundo diferente, que lo llamen elocuente en el cual no brillen las estrellas sin tenerte presente.

Contigo o sin ti, mi vida corre en tu dirección. En cada esquina oigo tu voz, en cada paso un poema de amor. Son miles de versos de un enamorado que se empañan a un costado

La noche es nuestra cariño, somos solo tú y yo.

Tu belleza es sobrenatural sos como la perfección en una mirada, entusiasmada por ver sus pupilas titilar.

El brillo de tus ojos me hace ver que no hace falta desvanecer, morir y renacer para sentir que existe un cielo.

Solamente te necesito ver.

Silencio ¿Lo logras escuchar? Se detiene el tiempo cada vez que te oye hablar.

Y ver tus ojos mirar generando mil latidos que fluyen en los corazones que no paran de suspirar.

Que sencilla eres amor te sonrojas e intimidas al escucharme. Sí supieras que por ti me muero, y lo único que quiero es amarte.

               -Héctor F. Palavecino