POV Camila.
Llevábamos todo el día sin saber nada de ___ y era algo raro en ella ya que sus momentos de caza eran muy específicos y nos avisaba de ellos a Dinah o a mí para que no nos preocupásemos.
A diferencia de Dinah, que había estado durante toda la mañana durmiendo (como casi siempre hace), yo había estado haciendo un reconocimiento de nuestra zona por si alguna criatura sobrenatural había tenido la desfachatez de acercarse, aunque también estaba buscando a ___ para sorprenderla pero en ningún momento la vi.
Desde hace un par de días la notaba extraña, como ida y muy metida en sus pensamientos. No entendía ese cambio repentino en su actitud. Por eso, siempre buscaba alguna forma de hacerla reír o que saliese de su mundo.
Aunque seamos enemigas naturales, y en verdad lo fuésemos en un pasado, ahora éramos todo lo contrario. Incluso éramos más que amigas.
Desprovisto de lo que la propia naturaleza dicta, la amistad entre nosotras era muy profunda. Junto a Dinah, nos considerándonos hermanas aunque no lo fuésemos de sangre. Estábamos conectadas entre nosotras de tal forma que si algo malo le pasaba a alguna, las demás lo sabríamos aunque no estuviésemos cerca.
- ¿Entonces aún no ha aparecido ___? - dijo Dinah buscando algo para comer en uno de los armarios superiores de la cocina.
- No y me tiene muy preocupada - caminaba de un lado a otro de la sala sin cesar.
- Como sigas caminando así vas a hacer un agujero en el suelo y te aseguro que terminaré de romperlo porque te lo vas a tragar - me lanzó una mirada de advertencia para que parara.
- ¡¿Cómo puedes estar tan tranquila cuando lleva todo el día desaparecida?!
- Porque sabe cuidarse sola - seguía buscando pero ahora entre los cajones de la encimera - ¿Dónde demonios están mis croissants de chocolate si los dejé aquí ayer?
- Lo sé pero presiento que algo no va bien y temo que le haya pasado algo.
- ¡Deja de ser tan sobreprotectora y ayúdame a buscar mis bollos de chocolate!
- Tú y el chocolate - rodé los ojos y fui a buscar en uno de los armarios sus estúpidos croissants de chocolate - Sabes que es algo natural en mí que no puedo evitar, está en mi naturaleza ser así de protectora - acabé encontrándolos y se los dí.
- Mi estómago y yo te lo agradecemos Chancho - sonrió ampliamente.
Iba a irme de allí cuando a la loca de mi mejor amiga no se le ocurrió otra cosa que dar un fuerte grito.
- ¡¿Y ahora qué te pasa?!
- ¡¿Quién se ha atrevido a comerse mis croissants?!
- ¡Deja de ser tan dramática, ahí te quedan unos cuantos! - esta mujer me sacaba de quicio a veces y justo se había dignado a hacerlo hoy.
- ¡Ayer estaba a rebosar el bol!
Cabe decir que Dinah tiene un profundo amor por el chocolate, a tal punto que a veces llegaba a ser obsesivo. Si alguien le tocaba algo que tenga su tan dulce majar, te podías dar ya por muerta.
- ¡Pues yo que sé Cheechee, se lo habrá comido ___ o algún otro animal! Como tienes la manía de dejar las cosas a la vista. Normal que luego pasen estas cosas - froté mis sienes por el dolor de cabeza que estaba dándome.
- Cuando vuelva se va a enterar - su cara de pocos amigos lo decía todo.
Oh oh, alguien iba a tener durante todo el día la cara señalada porque aunque parezca que no, Dinah pega con extremada fuerza. Lo digo por experiencia y más aún cuando se trata de su comida favorita.
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Las Hijas De La Noche (Sofía Carson, Camila Cabello y tú)
FanfictionEn un mundo habitado por humanos, vampiros, licántropos y demonios, existía también un pequeño grupo formado por tres chicas llamadas "Las Hijas de la Noche". Como grupo, guardan secretos que ninguno de los anteriores seres conocía. Como persona, ca...