Las Hijas De La Noche (Sofía Carson, Camila Cabello y tú)

Capítulo 16 (Parte 2)

POV Camila

La contundencia de sus palabras fue devastadora, causando que, instantáneamente, se instalase un dolor desgarrador en mi pecho. Éste, invadiendo cada fibra de mi ser como si de un fuego abrasador se tratase, arrasando todo a su paso.

Pero sobre todo, creó un abismo en mi corazón, haciéndome sentir en una caída libre sin sujeción. Hundiéndome en él, esperando el momento de impactar contra el suelo y llevarme el golpe definitivo.

Siempre tuve miedo a su rechazo pero esto era superior a todo lo que alguna vez imaginé.

Las lágrimas lucharon por salir y aventurarse por mis mejillas, pero no le daría el gusto de verlas. Eso sería mostrarle que sus palabras me habían afectado y no le iba a permitir verme herida.

Era demasiado orgullosa como para mostrar mi lado vulnerable.

Pero, a pesar de ello, estaba segura de que había sido perceptible para ___ porque su cara cambió de expresión a una alarmada. Es por eso que agaché la cabeza, para que no viese el daño que acaba de hacerme.

- Así que es eso lo que piensas - mi voz sonó rota y apagada. Escuché sus pasos acercarse. Sus manos posándose en mis hombros.

- No, a ver, sí somos algo. Somos compañeras que conforman las Hijas de la Noche. Hermanas de otra madre. Eres como mi hermanita pequeña y también somos amigas... Bueno... Más bien amigas íntimas con derechos que usamos a todas horas - soltó una pequeña risa, haciendo que me sintiese más incómoda - Eres alguien muy importante para mí Camila y te quiero mucho.

- Pero no de la forma en la que me gustaría - murmuré con una sonrisa triste.

- ¿Qué? ¿De qué otra forma hablas?

Y ahí fue cuando ya exploté.

No podía creer que ella no viese ninguna señal. Que no tuviese ni la más mínima idea de lo que sentía por ella. Pero bien que se iba con esa lobita a retozar.

El dolor dejó paso a la ira que invadió todo mi ser y la empujé con fuerza, lanzándola lejos de mí.

- ¡Estoy harta de tu comportamiento! - di un paso amenazante en su dirección - ¡Estoy harta de que desaparezcas continuamente sin avisar! - otro paso - ¡Estoy harta de que no te des cuenta de las cosas! ¡Me tienes harta!

- ¿Quieres dejar de gritar? Dinah te va a oír - habló bajo.

- ¡ME IMPORTA UNA MIERDA!

- No me grites - apretó la mandíbula - ¿Pero se puede saber ahora qué te pasa Camila?

- Lo que me pasa eres tú.

- ¿Yo? ¿Qué he hecho ahora? - iba a responderle cuando se me adelantó - Ah vale. Entiendo. Sigues molesta porque te he rechazado esta mañana y ayer, ¿verdad?

Que dijese eso tan normal, como si no fuese nada, me molestó aún más.

- ¡¿Por qué crees que todo tiene que ver con el sexo?! - arqueó una ceja.

- ¡Porque es lo único que hacemos! ¿O es que acaso tú y yo hacemos algo diferente a eso? - giré la cabeza mirando a otro lado - Vamos Camila, sabemos que sólo me buscas para tener sexo desenfrenado y eso es 24/7.

- ¡Eso es mentira! - eso me dolió más de lo que pensaba.

- ¿Segura? Dime alguna vez en la que me hayas buscado para, no sé, hacer algo distinto que no fuese acabar en la cama de la otra o en la que no acabasemos follando al final del día.