Capítulo 14

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Le gruñí y tomé posición de ataque con intenciones de hacerle saber que iba a atacarla como intentase algo, por mínimo que fuese.

- No vas a atacarme así que deja de hacer el paripé.

Le volví a gruñir.

- Sé que estás cabreada conmigo pero no vas a hacerme daño. No quieres hacerlo.

Ella tenía razón en todo. Le di un zarpazo a las hojas del suelo fastidiada porque ella lo supiera. Sofía se rió.

- Puedes transformate. Sabes que no te haré daño.

Solo gruñí de nuevo. ¿Otra vez estábamos con sus juegos? No pensaba caer de nuevo.

Ella sonrió y comenzó a acercarse a mí haciendo que tomara otra vez posición de ataque.

- Sé que no me atacarás - estaba frente a mí, examinándome - has tenido varias oportunidades antes y no lo has hecho, ahora menos.

Hablaba con superioridad, creyéndose mejor que yo. Toda una alpha pero ¿cómo es posible que ella fuese uno y no me hubiese dado cuenta?

- Muchas preguntas por tu mente ¿no? - la miré confundida - Siento tu duda. Eres mi mate ¿recuerdas? Noto tus estados de ánimo - con eso se acercó más a mí y me acarició detrás de la oreja - Eres preciosa.

Eso último lo susurró, a lo que yo solo pude ronronear por su caricia. No me culpeis, me gusta que me acaricien en esa zona.

Ella respondió a lo que hice con una suave risa.

- ¿Te gusta que te acaricie aquí? - ella seguía haciéndolo por lo que pegué mi cabeza a su cuerpo entre ronroneos como afirmación - Eres adorable. Preciosa y adorable en todas tus formas. Imaginaba que tú eras la leopardo y veo que mi intuición no ha fallado.

No creí que esto sucedería pero aquí estábamos, haciéndonos caractoñas como si fuésemos pareja.

Pero como siempre, lo bueno no dura mucho.

- Entiendo que estés enfadada conmigo pero yo también lo estoy contigo y debemos hablar. ¿Podríamos irnos quizás a un lugar más privado? - la miré analizando si lo que decía era una trampa - No te ocurrirá nada, te lo prometo.

Le gruñí en respuesta.

- Ya, ya sé que te dije lo mismo la otra vez pero vengo sola.

Otro gruñido de mi parte.

- Vale. Sí. La otra vez era igual pero te lo juro por mi honor de alpha.

Volví a mi forma humana y me crucé de brazos, mirándola desafiante.

- No pienso irme contigo a otro lugar porque no me fío de tí. Así que o hablamos aquí o no lo hacemos - Sofía bufó molesta.

- ¿Por qué tienes que ser tan cabezota y no confiar en mí?

- Tengo mil razones para darte, ¿por cuál quieres que empiece? - volvió a bufar en respuesta.

La provocaba, lo sabía, pero a mí ella no me ordenaba, por muy alpha que fuese.

- Está bien, como quieras - cedió al final y sonreí internamente.

- Ahora que ya hemos resuelto eso, me debes muchas explicaciones Carson.

- Lo sé. Ven aquí y siéntate porque esto va para largo - se sentó y palmeó el suelo de su lado. Yo solo enarqué una ceja ante su nueva orden.

- Tu a mí no me ordenas al-pha. Que creo que se te olvidó comentarme ese dato ¿no crees?

- ¿Sorpresa? - puso cara inocente y yo rodé los ojos. Era increíble que me ocultarse algo de tal calibre.

Las Hijas De La Noche (Sofía Carson, Camila Cabello y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora