— “To hear my swan song!”
Yusaku no se esperaba aquello…
Ryoken estaba tirado en su cama, usando un pijama de dos piezas bastante infantil color gris y turquesa, tenía un pequeño bordado de la cabeza de un gato en los puños, escuchaba música con un par de audífonos y tenía los ojos cerrados… además parecía cantar al ritmo de la canción.
Yusaku entró en la habitación con poca cautela, Ryoken no podía verlo u oírlo así que daba igual.
— “Of when you're coming back!” —Mientras Ryoken cantaba y estaba en su propio mundo, Yusaku exploró el terreno enemigo.
En el piso había una gran cantidad de objetos tirados y rotos, desde libros hasta figuras a las que le faltaban algunas piezas, vio un dragón blanco de ojos azules… probablemente era el mismo por el que su padre lo arrastró un día al centro comercial y lo abandonó en la tienda por perseguir al padre de Ryoken que le había quitado el juguete, aún recuerda cómo fue su madre a buscarlo a atención al cliente al escuchar su nombre por los altavoces… también recordaba cómo ella casi asesina a su padre por haberlo dejado sólo en esa tienda.
Ahora ese mísero dragón estaba tirado y decapitado como si nada.
Siguió explorando con su vista el lugar, cualquiera pensaría que Ryoken Kogami, uno de los omegas rompe-estándares más temidos en su escuela, y posiblemente en la ciudad porque en más de una ocasión llegó a escuchar los rumores de que un omega participaba en las cacerías de brujas por simple capricho, las probabilidades de que ese omega fuera Ryoken eran bastantes altas para ese momento, que sería alguien responsable o mínimamente ordenado… la ropa tirada, y rasgada, sobre varios muebles, incluso la polera negra con extraños detalles rojos, la camisa a cuadros con tonos calipsos y el jean rasgado que llevaba hace unas horas estaban tirados como si nada en el piso, algunas partes de las paredes estaban rasgadas… era como si una bestia de filosas garras hubiera estado enjaulada dentro, cosa que no distaba mucho de la realidad.
— “Promises are broken, tell me are you happy now...” —Yusaku volteó al escuchar como Ryoken cantaba con cierta melancolía aquella oración, el resto de la estrofa la murmuró— “You don't even bother anymore, you cut to the bone, pick up the phone… To hear my swan song!”
El alfa de ojos esmeralda suspiró con tristeza, entendió el “mensaje musical”.
Era la indirecta perfecta del pasado… era el recordatorio de los tres días donde se rindió a todo y se dejó seducir por el olor a sal marina de Ryoken.
En tres diferentes ocasiones el instinto de Yusaku se había rendido ante aquel omega que tanto afirmaba odiar, aunque si lo pensaba bien… tal vez, sólo tal vez…
— “You left me alone. I'm on my own. Tell me where we went wrong~”... ¡Ah! —Ryoken había abierto sus ojos y lo primero que vio, en su destruido cuarto, fue a Yusaku explorandolo— ¿¡Que mierda haces en mi cuarto, Wisteria!?
Ryoken se levantó de su cama mientras se quitaba los audífonos rápidamente para acercarse furioso a Yusaku ¿Y como no? ¡Estaba en su cuarto y revisando sus cosas!
— ¡Respondeme! ¿¡Que mierda haces en mi cuarto!?
— ¡Tu maldito primo me mandó para acá! Quiere que discutamos “seriamente” el asunto de tu aborto.
— ¿Spectre te mando a la boca del lobo? —El omega de ojos estelares sonrió con sorna antes de llevar sus manos a la altura de la cadera, a Yusaku le llamó bastante la atención lo grande que le quedaba esa polera de pijama— Eso suena a mi primo… como sea, no hay nada que podamos discutir tu yo, Wisteria.
— ¿Por qué lo dices? ¿¡Acaso planeas tenerlo!? ¡Porque de ser así-
— Yo no, pendejo. Nuestros padres —La expresión de Ryoken se torno a una de molestia— ¿Realmente crees que yo tendría, por voluntad propia, a tu maldito cachorro? ¡Ja! ¡En tus sueños!
— ¿Nuestros padres?
De nuevo, Ryoken tenía razón. Su madre parecía bastante emocionada por aquello, incluso estuvo discutiendo nombres con su tía junto a la madre y hermana de Ryoken… y si su madre estaba feliz, su padre haría lo imposible porque siguiera así.
— Demonios…
— Mis padres tienen mucha moralidad, me tendrán vigilado, con correas en el cuello y las manos, para que no vuelva a intentar lo de esta tarde —Ryoken volvió a sonreír con algo de burla antes de encaminarse a su cama— Así que… felicidades Wisteria ¡Serás padre con 15 años! ¿¡No te alegras por eso!?
— ¡Y una mierda Kogami…! ¡No me des la espalda!
— ¡No me toques!
Yusaku había agarrado del hombro a Ryoken, para obligarlo a voltearse para verle, obviamente el contrario le respondió de mala manera dándole un manotazo que al alfa no le causo gracia.
El par comenzó a discutir y a forcejear unos minutos antes de tirarse al piso para pelear como siempre lo han hecho… la situación se complicó cuando Ryoken quedó sobre Yusaku y esté, más como un acto de reflejo, le dio un fuerte rodillazo en el vientre.
Ryoken exhalo fuertemente mientras escupía un poco de saliva, acto seguido cayó a un lado de Yusaku y llevaba rápidamente sus manos a su vientre.
— O-oye… K-kogami… —El de cabellos azules observó unos segundos al de cabellos blancos antes de acercarsele con algo de preocupación, Ryoken no caería tan fácil por un golpe así.
El dolor y el miedo en el rostro del omega, le espantaron… nunca, jamás, desde que conocía a Ryoken, le había visto poner esa cara.
Claro que todo se fue inmediatamente al demonio cuando un olor metálico se hizo presente y el pantalón del albino comenzó a teñirse de rojo…
(Hace 4 años...)
Ni siquiera recordaba porque a había peleado con Wisteria ese día, tal vez fue por la araña de juguete en sus zapatos o fue por el picante en su comida, no lo recordaba.
Sólo entendía que se había peleado con Yusaku, porque si… bueno originalmente estaban discutiendo, ya que después wisteria se enfadara al escuchar la verdad sobre su destino, no era su problema.
Al menos no aún.
Sus planes estaban claros, cuando se confirmará que el era alfa y wisteria un omega, se reindicaria con este… porque sólo entonces podrían estar juntos… sólo entonces Ryoken podría reclamar como suyo al chico de ojos verdes con olor a cítricos que tanto le atraía.
Pero hasta entonces…
— ¡Kogami! ¿¡Que mierda le hiciste a mi primo!?
— ¡Lo único que hice fue patear el balón! ¡Yo le grité que se alejara! Que tu primo sea un idiota llorón no es mi culpa, wisteria.
— ¡Que. Mi. Nombre. No. Es. Wisteria!
— Claro, claro… lo que tu digas wisteria~
Yusaku lanzó un chillido antes de tomar el balón de fútbol, con el que Ryoken le dio un pelotazo a Takeru hace unos momentos, y darle una patada.
El balón le dio a Kogami directo en la cara.
Ya nadie se sorprendió cuando el de mechones blanquinós se acercó furioso al de ojos esmeralda y le dio un golpe en la cara, que el contrario respondió con el mismo enojo.
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¡Jodete Wisteria!
Fanfiction- No eres diferente a un molesto insecto. - Y tú a una tierna y delicada flor... claro que te falta lo tierno y delicado. - ¿Nunca te cansas de molestarme, verdad? - ¿Y tú nunca te cansas de ser tan pretencioso e idiota? - ¡Jodete wisteria! ...