Chocolate con frambuesas

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Chocolate con frambuesas

Por alguna razón, que no quería explicarse porque sabía que tal vez destruiría a Spectre, ese era el olor que Ryoken olfateaba en Takeru.

Al final, debido a que su abuelo no planeaba permitir que un omega manchara el honor familiar, Ryoken tuvo que dejar de asistir a la escuela hasta que terminará su embarazo… o su madre volviera a tener la oportunidad de asesinar al viejo, lo que pase primero; así que estaba condenado a estar encerrado en el hogar de los Fujiki hasta nuevo aviso.

Aunque en verdad no negaría que le divertía estar en esa casa, la pareja de alfa-omega solían discutir por la idiotez del mayor y estas terminaban con el alfa yéndose a dormir a los pies de un árbol con el ave de sus vecinos, los cuales también le temían a Serena, la cantidad de wisterias que habían en los alrededores de la casa le recordaban a “Citric” (Sabía que podía contar con Spectre para cuidarle, así que estaba tranquilo), y además tenía un acceso casi ilimitado a las prendas del alfa de ojos verdes. De todos modos se había llevado consigo los tres polerones que le había robado en diferentes ocasiones.

Aunque el imbécil de Yusaku seguía entrando a su cuarto y acostándose a dormir a su lado a saber porque… pero mientras no intentará nada raro, lo dejaría estar.

Lo único que le molestaba era tener de visita casi usual al primo de wisteria, el llorón omega de Homura Takeru, que aparentemente tenía una mala comunicación con sus padres o estos eran idiotas… tal vez ambos.

Por alguna razón el padre del de lentes lo culpaba a él por el apodo que su hijo tenía  en la escuela, a lo que su hermano mayor, Fujiki Ai, estuvo de acuerdo…

Para ambas parejas fue la revelación más cruel y extraña que de hecho no fue Ryoken quien le dio el apodo de ser un llorón si no que, de un modo algo inocente, fue Yusaku el que le sentenció ese apodo a su primo.

De todos modos el omega de cabellos blancos notaba lo mucho que aquella pareja amaba y protegía a su hijo, así que le parecía bastante extraño que Takeru también tuviera doble olor…

En especial porque cuando eso pasaba en un omega es que este estaba en inicios del periodo de gestación de su cachorro.

Si ya antes el olor a chocolate que el omega de mechas rojas tenía le exasperaba ahora mezclado con el muy leve y ácido olor de las frambuesas le enloquecía más, en especial porque ese llorón aún usaba su collar de omega, no parecía tener muestras de intentar haber sido marcado y tampoco conocía a alguien, además de Spectre, que quisiera algo con Takeru… ¿Entonces qué diablos pasaba?  

Un ser hecho de fuego, con apariencia de perro un perro enorme y grotesco, custodiaba una elegante jaula de oro y cristal donde había un muñeco agrietado, sucio, con manchas de sangre en forma de lágrimas en sus mejillas y alas dibujadas en casi todo su cuerpo que comenzaban a desaparecer… era el mismo muñeco de sus otras dos pesadillas.

La enorme estatua de una mujer, cuyo mitad superior del rostro no estaba, era la que sostenía entre sus manos la bella jaula, por alguna razón del mismo modo que la muñeca lloraba, la estatua lo hacía.

Entonces un demonio se acercó.

Tenía un títere entre sus manos, un títere sin brazo que sufría por lo que su amo le decía.

Aquel perro de fuego ignoró al títere, fue directo a enfrentarse al demonio.

El títere le entregó una pequeña flor al muñeco, le pidió perdón mientras acariciaba su agrietado rostro.

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