¡Jodete Wisteria!

Cacería de brujas

Cacería de brujas.

Un evento organizado cuatro veces al año, de forma oficial, pero bajo "ciertas" circunstancias la caza de brujas podía hacerse con los permisos necesarios.

El dinero y la influencia ayudaban a acelerar el proceso de esos permisos... y en la familia de Ryoken tenían ambos.

Por eso el lunes Yusaku asistió a la escuela con un plan.

Entrar, hablarle de todo a Spectre, esconderse hasta la segunda hora y después escapar antes de que el director lo encontrará y le entregará para una caza de brujas.

La mayoría del tiempo nadie, más que los poderosos, se entregaba por voluntad propia a aquello... ¿¡Y quien en su sano juicio lo haría!? ¡Ese evento era como una purga! Pero no todos entraban, los omegas lo tenían prohibido (Ryoken era la muy obvia excepción), sólo una parte de la ciudad estaba habilitada para el evento y nadie debía morir del todo...

En las cazas de brujas los alfas se enfrentaban por territorio y honor. Yusaku si bien participó en varias, después de que Ryoken lo acusará cinco veces de acoso sexual en la secundaria a saber porque, y tenía las cicatrices en el cuerpo para probarlo, jamás había lastimado a alguien tan seriamente como sabía que los alfas en la familia Kogami, su padre y tío lo hacían.

Su padre consiguió la mano de su madre después de una caza de brujas organizada por un tío-abuelo materno hace más de veinte años. Ai aceptaba que rompió huesos por placer, arrancó dedos y dientes por simple tortura y castro a varios otros idiotas sólo para demostrarle a ese viejo que podía cuidar de Serena; mientras que Flame, para ganarse el corazón de Ray, hizo cenizas un edificio entero con otros pretendientes de la chica... ninguno resultó muerto pero sí resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado.

Los Kogami no, ellos eran más sangrientos y crueles, incluso algunos veteranos les dieron apodos a cada uno... dependiendo de lo más atroz que hayan hecho en una.

Su director, por ejemplo, era "Isamu, el corta miembros"; lo consiguió cuando le cortó las manos y los penes a un grupo de alfas que habían osado pretender a la omega que le atraía... irónicamente, también tenía una quemadura en el lado izquierdo de su cara y brazo, porque la omega que le atraía era su tía Ray y bueno... él formó parte del "fuego de seducción" de su tío Flame.

... Oh... vaya... otra razón por la que los Kogami los odian, genial.

Aunque al menos su director renunció a ese amor e incluso se casó con otra omega pero esa es otra historia; en cambio su padre y el de Ryoken parecían odiarse igual, o peor, que ellos... ¡Y ni siquiera sabían el motivo! O al menos su madre jamás se lo ha comentado.

- ¡Yusaku!

- ¡Ah! -El mencionado se sobresaltó asustado al sentir como alguien tocaba su hombro- ¡T-Takeru, eres tu!

- P-perdón... si no era... quien espera-

- ¡De hecho si! Eres tu a quien necesitaba ver.

El omega de lentes ladeo la cabeza confundido, su primo estaba escondido entre unos arboles en la entrada de la institución escolar y como no lo había visto el domingo, pensó que aún estaba afectado por lo ocurrido... pero ahora se le veía bastante animado, aunque aterrado.

- Necesito le digas al per- digo... a Spectre... que me vea en la biblioteca en el receso y rápido.

- Eh... claro... pero... ¿Por qué quieres hablar con Spectre?

- Necesito preguntarle al-

- ¿Que desea preguntarme, Fujiki-san? -Spectre había aparecido por detrás, al igual que Takeru hace un momento, de Yusaku.

El alfa de ojos verdes volvió a sobresaltarse del miedo, esta vez murmuró un montón de maldiciones antes de voltear a confrontar al otro.

- Takeru... adelantate al salón, yo te alcanzo en unos momentos. Necesito hablar con Spectre en privado.

El primero asintió extrañado y se fue dejando sólo al dúo de alfas...

(Hace dos años...)

Tenía miedo, mucho miedo...

Estaba oculto en el quinto piso de un edificio abandonado, debajo de un escritorio en un cubículo, tal vez antes era una oficina de alguna empresa o quien sabe.

Debía sobrevivir unas dos horas más, cuando amaneciera, y todo terminaría... la caza de brujas oficial de otoño daría fin.

Hasta entonces Yusaku debía sobrevivir y evitar a los Kogami.

Entonces escuchó un ruido... eran pasos... se acercaban velozmente a su escondite... su respiración se torno ruidosa y errática...

Lo habían encontrado.

Y entonces todo quedó en silencio. Un silencio sepulcral que lo inquietaba aún más...

Fueron unos segundos, que al alfa de cabello azul le parecieron eternos, cuando escucho algo romperse junto a un grito.

- ¡¡Es Kogami!! ¡"La nívea cazadora"!

Un hombre gritó y entonces vio dos siluetas masculinas desde su escondite, ambos fueron atacados por una fémina.

El olor a sangre y el ruido de los gritos desesperados de los hombres inundó sus sentidos.

La mujer, una vez terminó su diversión de torturar a los otros alfas, olfateo el aire; Yusaku la vio acercarse lentamente a su escondite... rogar por su vida no era una opción en medio de una caza de brujas.