¿Intoxicación alimentaria?

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— ¿Intoxicación alimentaria?

— Sí, mis primos van a estar internados un largo tiempo, aunque más que nada se lamentan el no poder asistir a sus propias graduaciones.

— Pobrecitos… Y… ¿Saben el cómo… se intoxicaron?

Spectre alzó los hombros desconcertado, nadie le había dicho del todo el porqué los seis menores habían ingresado de urgencia al hospital, sólo vio a sus tíos llevarlos rápidamente mientras él cuidaba del invernadero de su tía Kiara.

Takeru asintió igual de extrañado mientras comía un poco de su almuerzo.

Yusaku se había ido apenas recibió un mensaje de texto, Kogami le imitó minutos después, probablemente ambos se habían mensajeado algo y prefirieron tratarlo con la mayor discreción que tenían.

— De todos modos… Kogami-kun parece que ha engordado bastante… incluso más que para haber iniciado su segundo trimestre...

— Oh sí, como Ryoken-sama ya terminó su primer trimestre está algo más relajado… pero el anuncio de que vendrá mi abuelo nos tiene a todos algo nerviosos, por lo que creo es normal que esté comiendo bastante más de lo usual...

El omega vio a su amado secreto reír amenamente, del mismo modo que a su primo, aunque lo negara hasta el final, le encantaba la risa de Ryoken, a él le encantaba la de Spectre.

Tal vez era cierto eso de que el amor te hacía adorar cada cosa de tu amada persona.

Por Spectre es que necesitaba dejar de ser tan débil, quería valerse por sí mismo y de ese modo ser un omega “digno” para aquel alfa que tanto amaba… esa fue la razón por la que aceptó llegar al siguiente nivel.

Dojun-sensei le propuso terminar las clases extras y de paso avanzar en el proyecto en que le ayudaba, sólo debía ir a su casa, como usualmente lo hacía los viernes, para poder dar por terminadas sus clases extras.

Takeru había avanzado bastante en aquellas lecciones, no negaría que su cuerpo aún reaccionaba temeroso ante las suaves caricias de su profesor, pero había aprendido a mantener parte de su compostura en esos momentos.

Algo que también había aprendido en aquellas lecciones eran las extrañas sensaciones que sentía en su cuerpo, en especial por sus pezones y cuello, ya que por alguna razón cada vez que su profesor acariciaba, mordía o besaba esas partes un fuerte cosquilleo recorría todos su ser y dejaba escapar un chillido.

La primera vez que pasó su profesor lo felicito, dijo que eso era normal e indicaba un progreso en las lecciones.

Pronto, según su profesor, podría domar su celo a voluntad.

Sin su celo podría dejar de ser una carga para todos sus conocidos, como omega no podía defenderse por su cuenta, los alfas solían intimidarle, menos Yusaku y Spectre.

Según su profesor era por su miedo natural hacia “la voz”, que como cualquier omega le era algo instintivo temerle, pero que eso se arreglaría en su última lección.

Convencer a Yusaku de que lo dejará ir sólo a “estudiar a la biblioteca”, fue una pesadilla, de hecho ¡volvió a sentir que estaba tratando de convencer a su padre de dejarlo ir a la preparatoria! A veces creía que Flame, su padre, era muy sobreprotector con él… pero según su profesor eso se debía a su instinto de padre alfa, así que era tan normal como la sumisión de su madre ante las ordenes que este le daba.

Tal vez era esa misma crianza la que le hacía débil.

— Homura-kun, Homura-kun… ¡Homura-kun!

— ¿Ah? —El omega se sobresaltó al sentir el apretón en su hombro, un sonrojo se apoderó de sus mejillas al notar como se había perdido en su mundo— … P-perdón…

— Está bien, Homura-kun, entra.

El omega de mechones rojos asintió mientras accedía al departamento…

Era tiempo de dar inicio a su última lección.

(Hace 1 año…)

— Pero papá-

— ¡Pero nada, Takeru! ¿¡Sabes lo que puede pasarte en ese lugar!? —Flame sostuvo a su hijo por los hombros— ¡Pueden dañarte, violarte o qué sabré yo!

— … ¿Qué es violación?

— Algo muy horrible que van a hacerte si vas a una preparatoria, así que mi respuesta sigue siendo no. Estudiaras en casa, como debió ser en la secundaria.

Takeru observó a su padre incrédulo, no podía ser posible que realmente le estuviera imponiendo, de nuevo, que estudiaría en casa, de nuevo…

Cuando terminó la primaria, y descubrió que era un omega, su padre lo primero que hizo, después de festejar que estará prohibido su acceso a las cazas de brujas, fue buscar alguna causa y profesores para educarlo en casa.

Su madre y tíos lo ayudaron a  convencerlo de que debía dejarle asistir a la secundaria, aunque lo que realmente lo convenció fue la promesa de Yusaku de cuidar de él y evitar que cualquier alfa se le acercará…

¿El mismo truco funcionará dos veces?

¡Jodete Wisteria!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora