c u a t r o

182 25 0
                                    

16 de marzo

Había pasado más de una semana desde que conoció a Suga y desde entonces ninguno de los chicos volvió a aparecer por allí. Eso hizo que Iseul pudiera disfrutar cada día de su momento de relax tranquilamente en su sitio sin tener que preocuparse por que nadie le molestase.

Todo apuntaba a que ese día iba a ser igual. No parecía haber nadie allí hasta que se acercó lo suficiente como para ver una cabellera morena tumbada en el suelo. Suspiró y se acercó a aquel chico que estaba comenzando a irritarle demasiado. Parecía estar dormido así que golpeó su costado con la punta del zapato sutilmente, como días atrás lo había hecho con Suga.

—Despierta, este es mi sitio —insistió la chica. Él simplemente abrió los ojos y le miró. No había estado dormido en ningún momento.

—Creo que entiendo por qué te gusta este sitio. Es tranquilo, llevo un buen rato aquí y no había pasado nadie hasta que has llegado. Todo está en silencio es como si todo estuviera...

—Muerto —le interrumpió ella, sentándose en su sitio habitual, con las piernas colgando.

—Iba a decir en paz, pero bueno —suspiró el chico. Ella simplemente se encogió de hombros y sacó su botella de alcohol que en esta ocasión, no era más que un pequeño botellín de soju, ignorando completamente al moreno.

Estuvieron en silencio por un tiempo, aunque él intentaba pensar en algo que decir para poder entablar una conversación con aquella chica que tanto había llamado su atención el primer día y que resultaba ser realmente borde.

—¿Y Suga? —preguntó entonces ella, apurándose el botellín de soju.

—Por ahí, trabajando seguramente —se encogió de hombros el chico y frunció el ceño al ver como Iseul soltaba el recipiente, dejándolo caer en el parque y escuchando el cristal romperse. Entonces ella simplemente sonrió—. Podrías haberle hecho daño a alguien.

—Nunca hay nadie ahí abajo.

Y volvió a sumirse en un completo silencio durante unos largos minutos que al chico le parecieron horas. Iseul acabó soltando un breve suspiro y se recostó en el suelo.

—¿Por qué me sigues a todos lados? —preguntó de repente, con los brazos bajo la cabeza y observando las nubes rosadas en el cielo. Estaba empezando a atardecer.

—¿Por qué tienes esa actitud en la vida que parece que quieres acabar con tu vida a cada momento? —respondió de igual manera el chico, aunque realmente estaba curioso.

—Porque me quiero morir, ¿acaso no es obvio? —soltó como si nada, hablando calmadamente y con lentitud, sin apartar la vista del cielo. El moreno tragó saliva— Porque me quiero morir...

Repitió, esta vez en un pequeño susurro. Era la primera vez que decía esas palabras en voz alta para alguien que no fueran las voces que atormentaban su cabeza.

De repente, una extraña calma invadió su cuerpo y miró al chico, que le observaba en silencio y con los ojos entornados, sin dar crédito a las palabras de la chica. Ella soltó una carcajada amarga y se maldijo a sí misma por no haberse quedado con algo de soju y habérselo tomado tan deprisa.

i'm j-hope » hoseok ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora