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7 de marzo

Iseul rodó los ojos al ver las cámaras de nuevo en su lugar favorito. Necesitaba paz y tranquilidad, no ser espectadora de la grabación de un vídeo musical o algo así. Antes de que la vieran, se refugió entre unos arbustos, solía dormir ahí de vez en cuando, sobre todo si le daba demasiada pereza moverse. Pero allí ya había otra persona durmiendo. Bueno, realmente esperaba que estaba dormido y no muerto. No le apetecía mucho tener que dar declaraciones por haberse encontrado un cadáver.

Con la puntera de su zapato dio un pequeño golpe en el costado del chico que soltó un pequeño gruñido. Bien, no estaba muerto. Se sentó en la otra punta del pequeño hueco que dejaban los arbustos y se encendió un cigarro que había encontrado antes.

—¿Te importa no fumar? —dijo de repente el chico con una voz grave y ronca— Intento dormir.

—Vete a dormir a tu casa. Este solía ser mi lugar mucho antes de que aparecieras por aquí —respondió ella soltando el humo por la boca, solo para irritar al chico, que le miraba con los ojos entrecerrados y con ganas de querer matarle.

—Perdona, no sabía que eras dueña de este terreno —dijo con evidente sarcasmo pero esbozando una pequeña sonrisa. Inmediatamente, le cayó bien a Iseul—. No te molestaré, solo estoy escondiéndome.

La chica soltó una pequeña carcajada al ver como el chico sacudía su pelo rojizo de las hojas sobre las que se había acostado. Finalmente se dio por vencido y simplemente se sentó, mirando a la chica curioso.

—¿Quieres? —Iseul le ofreció una calada pero él negó con la cabeza efusivamente— Así que tú también estás huyendo de esos imbéciles que se creen idols. Llevan un par de días molestando por aquí con su estúpido videoclip.

El chico soltó una pequeña risa, mirándole divertido mientras ella, simplemente fumaba y se quejaba sin prestarle demasiada atención. Lo cierto es que era bastante guapo. Es más, parecía una obra de arte. Tenía la piel pálida y parecía realmente suave, como si fuera porcelana. Sus labios rosados se curvaban en una mueca mientras se acomodaba como podía para intentar seguir durmiendo y sus ojos podían sumirte en lo más profundo de su ser. Parecía ser un chico calmado, serio y simpático, así que por eso, Iseul no debía acercarse demasiado a él. No debía romperlo como hacía con todo.

El chico parecía no poder dormirse y ella ya se había acabado su cigarro. Lo apagó en el suelo y luego jugó un poco con la colilla, que aún estaba caliente pero no quemaba en exceso, por lo que lo cambió por el mechero. Observó fijamente la llama, embelesada y pasó su mano por arriba. El chico de cabello rojizo le miró con los ojos muy abiertos, como si pensara que estaba loca.

Es que estás loca, Iseul, no te extrañes tanto.

Entonces escucharon unos pasos acercarse y una voz murmurar para sí mismo. Iseul apagó el mechero rápidamente y el chico se hizo el dormido, o quizás se durmiera de verdad. No tardó mucho en llegar hasta el escondite y asomar la cabeza entre los arbustos mientras hablaba.

—Lo he intentado de todas las formas posibles pero ya no puedo cubrirte más, Suga, tenemos que seguir graban... —fue entonces cuando se dio cuenta de la situación y de la presencia de la chica, que aún tenía el mechero en la mano.

—¿Me sigues a todas partes o qué? —preguntó ella rodando los ojos al ver como el moreno miraba el mechero— No te preocupes, no iba a prenderle fuego a tu amigo. Él al menos sabe que no debe meterse donde no le llaman.

—¿Pero qué diablos te ha hecho Hobi? —bromeó el tal Suga que había decidido que hacerse el dormido era incluso más cansado y realmente infructuoso.

Fue entonces cuando Iseul se dio cuenta de que Suga también pertenecía a ese grupo de chicos que le habían robado su lugar para grabar un maldito vídeo de música. Escucharon unos gritos que llamaban a los dos chicos que salieron corriendo prácticamente sin despedirse. Solo Suga se giró un momento para mirar a la joven y guiñarle un ojo antes de seguir a su amigo medio riendo.

i'm j-hope » hoseok ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora