v e i n t i d ó s

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26 de junio

Decir que no estaba nerviosa sería una mentira tan grande como Namjoon. O quizás incluso más. Iseul se despertó realmente temprano y se pasó todo el día mentalizándose y preparándose para afrontar, no solo su cita con el psicólogo, sino también conocer de sopetón a Jackson y sus amigos. Hoseok la miraba divertido mientras sacaba toda la ropa que la joven tenía consigo.

—Puedes ponerte alguna de mis camisetas si así tardas menos en decidirte —se rió el moreno, enternecido—. Cuando tengamos nuestra primera cita real, no sé que será de ti, pequeña.

Para.

Hoseok cerró los ojos sin creer que realmente había pronunciado esas palabras.

Iseul dejó de jugar con la ropa creando conjuntos y le miró, asustada, sobresaltada, sorprendida.

El chico caminó en silencio hacia su armario, sacó una camiseta negra con la palabra dreamer y se la lanzó.

—Esa debe quedarte bien.

Y se marchó sonrojado.

Iseul, todavía sorprendida, se puso la camiseta del chico con unos vaqueros azules y sus gastadas deportivas y se miró al espejo unos segundos antes de sentir los brazos del moreno en su cintura.

Su cuerpo reaccionó poniéndose tenso en un primer momento, pero poco a poco fue calmándose cuando notó la barbilla del chico sobre su hombro. Observando la escena en el espejo, admitió que se veían bien juntos y que era agradable. Sonrió un poco y Hoseok, al darse cuenta, besó la mejilla de la chica.

—Todo va a ir bien, ¿si? Te estaré esperando aquí, dile a Jackson que te traiga. O si hay algún problema, llámame e iré a recogerte.

Iseul asintió y notó los brazos de Hoseok alejarse de su cintura. Suspiró cuando el chico abandonó la habitación.

Mierda, Iseul.

• • •

La chica se paró delante de un gran edificio sobre el que rezaba el nombre de la compañía: JYP Entertainment. Había quedado ahí con Jackson, pero ella había llegado un poco más temprano por culpa del nerviosismo que estaba sintiendo, así que se dedicó a observar la calle.

La gente caminaba sin más, sin prisa, no era un día concurrido. Logró divisar a algunos paparazzis que rondaban por la zona con el fin de encontrar una noticia de última hora sobre algún idol o algún contilleo. También descubrió a algunas fans que miraban expectantes las puertas de la compañía a la espera de que sus idols apareciesen, o quizás intentando elaborar alguna estrategia para colarse.

—Mierda, te digo que aquí no hay nadie —escuchó a un chico hablar por teléfono. Era alto, delgado e iba cubierto con una gorra y un cubrebocas, ambos negros. Llevaba un rato caminando de un lado para otro, camuflándose entre la multitud—. Jackson, joder. ¿Por qué no has bajado tú? Aquí solo hay paparazzis y fans intentando reconocer a alguien. Como se avalancen sob- ¿Eres imbécil? ¿Cómo voy a gritar su nombre?

Iseul no estaba segura al cien por cien, pero ese chico debía estar refiriéndose a ella, ¿no? Se acercó con cuidado a él y tocó su hombro, esperando a que se girase. Escuchó al chico maldecir en inglés y notó como se tensaba.

—Soy Iseul.

Fue lo único que dijo cuando los ojos del chico recayeron en ella. Escuchaba la voz de Jackson a través del teléfono, pero el chico solo se limitó a colgar.

—Gracias al cielo, vamos.

Ambos se apresuraron a entrar en la compañía, intentando no llamar demasiado la atención. Una vez dentro del ascensor, el chico se quitó el cubrebocas e Iseul pudo reconocerle.

–Soy Mark, Mark Tuan, encantado de conocerte.

El chico le extendió la mano y ella se la estrechó de vuelta. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, unos efusivos gritos se acercaron a ellos y un chico rubio la abrazó.

—¡Pensé que no llegarías nunca! Soy Jackson, amorcito.

Iseul no puedo evitar reírse. Observó como Mark negaba con la cabeza con una sonrisa divertida y se alejaba de ellos en dirección a un grupo de chicos que miraban curiosos.

Iba a ser un día largo y sobre todo, entretenido.

i'm j-hope » hoseok ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora