—¿Has estado mirando algún lugar o algo ya?
—Sí. Lee va a alquilarme un piso no muy lejos. Soy libre de mudarme cuando quiera y todo eso, pero me ha enseñado fotos del lugar y está realmente bien, y el alquiler es asequible con el sueldo que ganaré en la empresa.
El moreno se quedó en silencio y asintió levemente con la cabeza. Se quedó mirando las estrellas mientras rodeaba los hombros de Iseul con su brazo, manteniéndole cerca mientras caminaban así. No quería alejarse de ella ni un solo segundo más y mucho menos sabiendo que su convivencia acabaría pronto.
Iseul le miraba fijamente. Ninguno de los dos había puesto mucho esmero en arreglarse para salir juntos, no hacía falta. Pero a ojos de Iseul, Hoseok estaba precioso, radiante. Esbozó una pequeña sonrisa, apartando la mirada en cuando el mayor le observó de vuelta.
Hoseok decidió no pensárselo mucho más y tomó con delicadeza el suave rostro de Iseul para dejar un suave beso en sus labios. Simplemente no podía aguantar más, llevaba muchísimo tiempo queriendo hacer eso y no quería seguir conteniéndose. Necesitaba hacerlo, necesitaba dar el paso y acabar con ese círculo de incomodidad que les rodeaba y les impedía hablar de sus sentimientos. Necesitaba decirle que le quería. Le necesitaba a su lado. La chica tardó un poco en reaccionar. Nunca le habían dado un beso y mucho menos la persona de la que estaba enamorada en secreto, así que no supo muy bien que hacer. Acabó separándose poco después.
—Disculpa.
Susurró Hoseok a milímetros solo de su rostro, observando los ojos oscuros de la chica. Ninguno quería apartarse, ninguno quería alejarse.
Nunca tengas miedo a decir lo que realmente piensas, lo que sientes. No te cierres en ti misma. Tienes a Hoseok, tienes amigos maravillosos. Confía en ellos. Ábrete con ellos. Y, ¡por Dios!, dile de una vez por todas a Hoseok que le quieres. Él no lo va a hacer primero. Lo conozco lo suficiente, a pesar de no haber tratado mucho con él. Hazlo, Iseul. No obtendrás un no por respuesta, no volverás a obtener un nuevo rechazo. Te lo prometo.
Las palabras de Lee se cruzaban por su mente una y otra vez. Sabía que tenía razón, lo sabía, pero esos nervios que sentía en el interior y esos susurros que en el fondo le decían que no era del todo buena idea le frenaban. Hoseok pudo observar en la mirada de la chica como algo no iba del todo bien.
—Iseul, ¿estás bien? Yo... lo siento mucho, de verdad. No he podido evitarlo.
—Hoseok... y-yo...
Iseul abrió y cerró una y otra vez la boca, intentando buscar las palabras que quería decir para expresarle lo mucho que le quería, lo enamorada que estaba de él y lo mucho que deseaba estar con él siempre. Pero no podía. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y acabó siendo abrazada por el moreno con un instinto protector.
—Tranquila, no te fuerces a decir nada, pequeña, lo entiendo.
Pero no lo entendía. Hoseok creía que estaba rechazándolo, rechazando aquel beso. Pero no era así. Era todo lo contrario.
—E-estoy... ena morada de ti, Hoseok.
No se lo dijo mirándole a los ojos con fuerza y seguridad como siempre imaginó que haría. Lo hizo abrazada a él, rota, llorando y con la cabeza apoyada en su pecho mientras que él la rodeaba con fuerza. Notó como el chico contenía la respiración y como se ponía nervioso, lo supo porque la fuerza se marchó de sus brazos y su corazón comenzó a latir con fuerza. Y porque estaba temblando.
—No te voy a decir que me enamoré de ti al momento de verte, no fue un amor a primera vista, si es que eso existe. No sé cuando me enamoré de ti, ni siquiera sé cuando te di la oportunidad de abrirte un pequeño rinconcito en mi interior que ha ido ampliándose poco a poco. Tenía miedo, mucho miedo. De que me rechazaras, de que te dieras cuenta de que soy una persona inestable, infeliz, insegura y destructiva que es incapaz de amarse a sí misma. Siempre he pensado que nunca podría amar a alguien porque no soy capaz de amarme a mí misma y que nunca nadie me amaría. Pero apareciste tú, Hobi, a cambiarme la vida, a salvarme y ser mi esperanza. Supongo que lo único que necesitaba era alguien que estuviera ahí y por alguna razón tu seguías apareciendo cuando solo quería arrojarme al vacío. Ni siquiera era capaz de darme cuenta lo bonito que era aquel mirador, lo bonita que es la vida y lo bonito que es amar.
»Hoseok, sé que me queda un largo camino hasta ser feliz. Que las voces que tengo aquí —se señaló la cabeza— no planean irse. Que soy inestable. Que no soy independiente. Pero voy a luchar por ello, voy a luchar por ser feliz para poderte hacer feliz a ti también. Porque me he dado cuenta de que te quiero con todo mi corazón y que me niego a marcharme de tu lado porque no podría seguir adelante, porque me faltaría una gran pieza en mi vida, me faltaría la esperanza y me faltarías tú.
Estaban llorando. No se miraban a la cara pero eran plenamente conscientes de que ambos estaban llorando y de que esas palabras eran totalmente sinceras y habían salido, sin ningún tipo de filtro, directamente desde el corazón de la chica.
Hoseok se separó de ella y le miró unos segundos a los ojos antes de sonreír ampliamente, esa sonrisa. Secó dulcemente las lágrimas de las mejillas de Iseul, observando como sus ojos brillabsn y cómo sonreía de esa manera que tanto le gustaba y que tanto trabajo le había costado sacar. Y entonces le besó de nuevo. Y esta vez no la pilló por sorpresa e Iseul pudo ser capaz de seguirle el beso, moviendo los labios a la vez que los de él en un lento y suave beso. Un beso cargado de sentimientos reprimidos por mucho tiempo, de mucho sufrimiento que por fin tendría la oportunidad de quedarse atrás y sobre todo de muchas esperanzas acerca de un gran futuro juntos.
—No llores, por favor, sonríe, Hoseok.
Iseul acarició las mejillas del chico. Esta vez era ella quién sonreía y él quien lloraba, pero no podía evitarlo, en realidad eran lágrimas de felicidad absoluta.
—Pensaba que odiabas mi sonrisa.
—Pero ¿qué dices, idiota? —se rió ella— Nunca la he odiado. La he envidiado, la he añorado... pero nunca la he odiado. Y ahora sobre todo, la amo. Igual que estoy enamorada de ti, Jung Hoseok, J-Hope...
El chico rió y simplemente la abrazó. Y se quedaron así, sonriendo los dos, abrazados, enamorados y especialmente, un paso más cerca de la felicidad.
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i'm j-hope » hoseok ✔️
Fanfiction"I'm your hope, you're my hope, I'm J-hope" donde Iseul solo quería morir hasta que llegó un chico que le devolvió la esperanza. » jung hoseok : hetero capítulos cortos © triana (@artsytee333) 2018