Han sido años, años de vivir llenos de odio y sed de venganza. Lo que todos nosotros conocíamos como normalidad ha muerto. Ya no existen familias, escuelas, parques y felicidad. Después de todo, nuestro destino se selló hace muchísimos años con el principio de las guerras mundiales. Como todos saben, en la historia universal de la humanidad existen guerras mundiales que fueron superadas, mas cobró millones de vidas. En un mundo como este, donde ya no existe empatía o aprecio por la vida en general, el destino nos condena a todos a un final inminente.
Todo comenzó en primavera, un día de marzo para ser aún más específico. Las malas administraciones, la codicia y la ambición azotaron a todos los países. Los grandes líderes mundiales y sus personas más cercanas decidieron reunir todas las riquezas y proclamarlas como suyas. Vivieron como reyes a costa de nuestro trabajo. Como resultado de esto, hubo una gran depresión. El desastre y la anarquía como respuesta violenta ante la inseguridad, la crueldad, el peligro constante.
Saqueos de día y de noche. Las reglas y leyes fueron olvidadas, ya que los países no eran capaces de abastecer las necesidades generales. Sólo aquellos más listos y con mayor influencia obtuvieron los mejores recursos para sobrevivir, mientras el resto de la población se mataba de forma literal entre ellos. Las guerras civiles dejaron en condiciones paupérrimas a los países más débiles, mientras los de mayor desarrollo hacían lo posible por mantenerse en pie.
Los más ricos se convirtieron en víctimas de los pobres, que hartos de soportar una vida general patética, se alzaron juntos y se repartieron los bienes hasta que estos no dieron para más. Fue sólo una solución efímera, ya que la pobreza mental y el deseo de consuelo los cegó. Fue tan devastador, que todos llegamos al límite de no tener nada. Ya no existían las propiedades privadas, sólo era tuyo lo que llevaras en el cuerpo y fueras capaz de defenderlo. Destruyeron las casas, los edificios y cualquier otro establecimiento. La gente dormía entre escombros resultado de la falta de cordura general.
Ya nadie vivo recuerda los nombres de los países que existieron, al menos yo si recuerdo algunos, los más reconocidos. Recuerdo que se dividía el territorio en continentes, compuestos de una cierta cantidad de países sin importar su desarrollo, actividades o religión. En ningún país de estos existía el entretenimiento, las escuelas, los hospitales y comercios normales. Se convirtieron en bestias al acecho de una presa. Comes o eres comido.
Un día, un antiguo país llamado Inglaterra decidió atacar a un país hermano, del cual ahora no recuerdo el nombre, pero así fue. La pobreza se levantó en armas contra sus aliados y comenzaron las invasiones alrededor del mundo. Fue una revolución de invasiones que inspiró a todos los continentes a arañar a sus hermanos. Fueran niños, niñas, hombres o mujeres, iban armados decididos a quitarles los recursos para su propia subsistencia. Las calles que estuvieron atestadas de coches, ahora acumulan cadáveres en estado de putrefacción, hombres caídos en guerra por defenderse o intentar mantenerse.
Fui yo un hombre de Holanda que se infiltró en las filas inglesas que llevaban el poder a través del liderazgo de sus caudillos. Se aprovecharon de la ignorancia y la fácil manipulación de las masas. Se fortalecieron con las invasiones, robando a los mejores soldados (u hombres que se volvieron soldados por la situación), armas y estrategias. Los aeropuertos que antes eran el lugar de bienvenidas y despedidas, ahora eran las bases militares de ejércitos rudimentarios. Hambrientos, llenos de odio hacia aquellos que destruyeron sus sueños.
Los ingleses a través de sus luchas lograron levantarse como nación poco a poco. Allí estuve yo, fingiendo ser un inglés para sobrevivir. A pesar de que algunos países como España quedaron devastados, a nadie le interesaba eso. Los propios intereses eran la prioridad. En el mundo antiguo, las personas en general se dedicaban a los estudios para lograr ser alguien en la vida. Tras el empobrecimiento mundial, el tener o no suficientes estudios se volvió poco importante. La capacidad, el ingenio y el liderazgo eran cualidades para lograr sobrevivir.
Un constante ambiente de guerra, muerte y frialdad les robó el corazón a los humanos. Eso no era preocupación para Inglaterra. Su mayor preocupación era el avance de un país llamado Japón, donde vivía gente de ojos rasgados. Esos genes están perdidos en la actualidad. Bueno, Inglaterra tomó sus armas y se preparó para una batalla fantasma, sin darse cuenta de que infiltrados rusos los habían destinado a la muerte. Fue Rusia uno de esos países en los que Inglaterra entró, una vez preparado con armas internacionales y un ejercito conformado por extranjeros. Rusia luchó implacable, pero se encontraba debilitado a las guerras de años y años. Otro país caído para la lista inglesa.
Fue el invierno, si, específicamente en noviembre. Contábamos los días con las salidas del sol y así sabíamos que mes iba corriendo. Los rusos se habían reservado sus mejores armas para el final. Envidiosos de las condiciones óptimas (o a lo que se le podía llamar óptimo entre tanta desgracia) en que se encontraba Inglaterra, aprovecharon la falta de registros y cuidados ya que no eran necesidades primordiales. Espías rusos implantaron bombas atómicas en las pocas estructuras importantes. La verdad es que lo descubrimos un poco antes de que ocurriera, así que algunos huimos, incluyéndome. Sólo corrimos, corrimos ya que de ello dependía nuestra vida. ¿Qué importaba la vida? ¿Ya no era una miseria?
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Toxicidad
Science FictionLuana son los restos de toda la humanidad tras la peor de las crisis. Los errores de los humanos serán pagados. Un místico ser poderoso concede la vida y la muerte. Como único juez, ha impuesto el Infierno, centro de batallas y tratos. Nev Muller es...