— ¿Has escuchado la conversación? — intentó sonar enfadado, mas la vergüenza sobresalía sobre el resto.
— No has contestado a mi pregunta — susurró en su oído. Kellin tragó saliva.
— D-de pequeño estaba en el coro de la iglesia — dijo bajito sintiéndose intimidado. Su cabeza mirando hacia el frente para no cruzar miradas.
— Ah, ¿sí? — murmuró descendiendo su mano por el vientre pálido del pelinegro — ¿Eres un chico religioso? Pensaba que los gays iban directos al infierno.
— Yo no lo soy — respondió como pudo ante la cercanía del moreno.
Nunca habían estado en una situación parecida a esta y eso incomodaba en demasía a Kellin. ¿Qué pretendía hacer Vic? ¿Estaba ya seguro de sus sentimientos por él?
— Me alegra que no lo seas — en un movimiento brusco, giró el cuerpo delgado del más alto y se encontraron cara a cara — Eso me da pie a hacer otras cosas.
— ¿A qué te refieres? — preguntó con los ojos abiertos como platos por la sorpresa. Su rostro estaba rojo y podía sentir la respiración de Vic chocar con la suya.
— A esto — susurró antes de comenzar un beso algo apasionado que pilló de imprevisto a Kellin, mas lo siguió como pudo.
Vic tenía al pelinegro sujeto por las caderas con una mano y con la otra a un lado de la cara para poder profundizar más el contacto. Kellin se mantenía algo estático, no estaba seguro de cómo posicionarse. Finalmente, colocó ambos brazos alrededor del cuello del castaño.
Poco a poco fueron acercándose más a la cama y allí se sentaron para continuar con los besos. Kellin se encontraba sumamente cómodo, casi parecía notar un gran cambio en la actitud de Vic.
La mano del moreno se posó en la espalda baja del más alto, adentrándola lentamente en sus pantalones. Comenzó a descenderla llegando a la entrada de su ropa interior, jugando con esta. Kellin se dejaba llevar, disfrutando del tacto. No había tenido relaciones sexuales aún, tampoco las buscaba, pero sabía que si tenían que surgir, sería en un ambiente confortable como éste.
Vic posó a Kellin en su regazo sin dejar de besarse. Un fuerte sonrojo se apropió de la cara de Kellin, mas era más excitación que vergüenza. Bajó sus besos por su cuello, llegando a la clavícula y quedándose ahí. Poco a poco empezaron a emergir pequeñas marcas rojizas de la succión, sabiendo que más tarde llegarían a ser oscuras. Kellin aprovechó para quitarle la camiseta a Vic, quedando los dos sin ésta.
El pelinegro llevó sus manos al pecho desnudo de Vic, moviéndolas de arriba hacia abajo por todo su vientre, notando los abdominales marcados que tanto le gustaban. El moreno empezó un movimiento lento de caderas, rozándose con el más alto. Ante esto, Kellin soltó un imprevisto gemido que excitó más a Vic.
Hizo un movimiento un tanto repentino y depositó a Kellin en la cama, quedando él encima suya. Siguió con su acto constante de caderas, acercando su boca a la piel de su barriga para dejar besos húmedos ahí. No dudó en desabrochar los pantalones del más alto en cuanto pudo, sin embargo, unas manos tímidas y frías le detuvieron.
— V-Vic — pronunció como pudo debido a su respiración corta y acelerada.
— Dime — respondió demandante con sus pupilas dilatadas. Había parado de moverse en cuanto sintió las suaves manos del pelinegro entrometerse en su acto.
— No creo estar preparado — murmuró evitando su mirada. Toda la valentía se le había ido cuando sintió que iría a más.
— ¿He hecho algo que te ha molestado o...?
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Summer Camp |Kellic|
FanfictionPese a sus 17 años, Kellin es mandado a un campamento de verano donde pasará alrededor de un mes. Aunque parezca una situación de lo más cotidiana, allí conocerá a una persona que le hará dar un giro en su vida y con quien afrontará unas circunstanc...