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"Respiro, pero no vivo. No vivo porque mi vida está incompleta. Me falta un trozo de corazón, que tú mismo te has llevado contigo, lejos. Estás tan lejos de mí, que me cuesta creer que antes me abrazabas fuertemente. Cuesta creer que antes te tenía cerca, y ahora ya no".

Tardé en reaccionar, es más, ni le cogí la llamada.

No era porque no estaba de humor, porque siempre estaba dispuesta a hablar con Yuta, era porque de alguna manera tenía miedo, no quería establecer lazos afectivos con él, por miedo a que se vaya, como tienen acostumbrado a hacer conmigo.

Por muy atractivo y simpático que se viera, ¿Quién me juraba que no se fuera? Nadie, y eso tan solo se sabe por experiencia. La cosa, es que Yuta se ve todo lo contrario a lo que pienso.

Volvió a llamar, insistente. Tampoco me gusta hacer esperar a las personas, algo gracioso por parte mía, así que respire, me recosté, y contesté la llamada.

- Al fin contestas, - y es que su voz, era fantástica, aún por un simple móvil - pensaba que a la tercera iba la vencida, pero una vez más me sorprendes

Notaba cierto arrastre en voz, casi mínimo, ¿Estaba bebido?

- Yuta, ¿Estás borracho? - me aguanté de decir "otra vez", ya que seguramente no se acordaría.

- Ni un poquito - yo sí que no te creía ni un poquito, Nakamoto - me encanta cuando dices mi nombre, dilo otra vez - suspiré, ¿Qué me hacía este hombre?

- Yuta - sonó en tono de advertencia.

- Hyeon - se rió, ahora todo le parecía divertido - quiero verte, quedemos

Despegué mi móvil de la oreja y chequeé la hora, la una y media de la madrugada. A mí también me gustaría verte, Yuta, pero mis ganas de levantarme temprano me dicen que no.

- Lo siento, pero es muy tarde y verdaderamente tengo que levantarme temprano - la línea se quedó un par de segundos en silencio, ya la había cagado.

- Eres la primera chica que rechaza una invitación mía - suspiré tranquila, no se escuchaba molesto.

- ¿Debería sentirme privilegiada? - sonreí.

- Mucho, casi siempre son ellas las que me dicen de citas - y qué chica no, Yuta. Espera, yo lo haría, pero seguramente me lo estaría recordando el resto de mi existencia, y no era plan.

- Vaya, que galán - ¿Me sentía celosa? lo mínimo, pero algo era - deberás estar muy ocupado estos días entonces

- Para nada - contestó.

- ¿Y eso?

- He encontrado ciertas actividades más, - paró un par de segundos, intentando encontrar esa palabra - interesantes, como hablar contigo

Mi corazón se paró, mi pulso se fue, y mi respiración acompañó a mis neuronas a la salida de mi cuerpo, no sé que me hacía, pero lo hacía. Sin ni si quiera estar físicamente presente.

- Qué, - paré yo también un par de segundos - bonito

- Cómo tú - ya esto si es verdad que no me gusta, porque empiezo a sentir mi pulso elevarse.

- Yuta, voy a cortar como sigas así - me fue inevitable no bostezar.

- Creo que incluso es preferible que lo hagas - rió - descansa Hyeon, sueña con un angelito llamado Nakamoto Yuta, y disfruta que hasta en tus sueños esté presente e igual de guapo y fabuloso - y aún sin poder mirarle, sabía que estaba con su característica sonrisa burlona.

Empı́reo↬☾N. Yuta☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora