Empı́reo↬☾N. Yuta☽

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softmarklee 💓

"Vuela".

Un leve movimiento a mi derecha hizo que abriera los ojos.

Noté como la mano de Jaehyun abrazaba cálidamente mi cintura baja, mientras su barbilla descansaba tranquilamente en el hueco libre de mi cuello.

Su continuo respirar me hacía cosquillas en la oreja, provocándome a subir de vez en cuando los hombros para tapar aquella zona.

Sin aguantar más giré sobre mi misma dando una vuelta en la cama. Los brazos de Jaehyun se volvieron a colocar esta vez en mi espalda baja, mientras me mantenía aun más cerca suyo.

Observé su figura tranquila mientras me era inevitable no jugar con los mechones castaños de su cabello. Lentamente abrió los ojos; y cuando chocaron con los míos esbozó una de las sonrisas más bonitas que él solo podía portar.

- ¿Qué hora es? - pregunté mientras di cuenta de como él volvía a cerrar los ojos.

- Eso no importa, cuando estoy contigo nada importa - susurró somnoliento mientras me pegaba; si era posible, aún más a su persona.

- Pero de verdad quiero saber, - susurré - Jae - le moví levemente, pero no había manera de que me hiciera caso.

Me acerqué a su rostro y junté nuestros labios, posándolos encima de los suyos, sin ningún movimiento.

Justo cuando noté como él empezaba a moverlos, me separé rompiendo el contacto.

El chico abrió los ojos e intentó volver a acercarse a mi, pero coloqué mi dedo índice sobre sus labios impidiendo el beso.

- Hasta que no me digas la hora no te voy a dar lo que quieres - su cara de confusión cambió a un semblante irónico, mientras una sonrisa ladeada nacía en su boca.

En un movimiento rápido Jaehyun subió una de sus manos a la parte trasera de mi nuca, mientras la otra agarraba firmemente el costado de mi cadera.

En menos de dos segundos tiró levemente de mi cuello e impactó sus labios sobre los míos.

Al no poder resistirme le seguí el beso, colocando mis manos en su cadera. Nuestros roces eran suaves y gentiles, no había prisa por matar el tiempo.

Al separanos para poder coger aire, sus dientes atraparon mi labio inferior provocando que un millón de sensaciones se manifestaran en mi estómago.

Abrí mis ojos y observé los suyos. Aquellos ojos marrones casi mielosos estaban fijos en mi, su pupila crecía por segundos convirtiendo sus ojos afilados completamente negros.

Sabía lo que quería; y estaba más que dispuesta a dárselo.

En un rápido movimiento se colocó encima de mí, colocando ambas manos a los costados de mi cabeza. Me observó fijamente, cada detalle de mi rostro. Si buscaba alguna negación, estaba claro que no la iba a encontrar.

Su manó voló hacia mi cintura, mientras que él apoyó todo su peso en su codo izquierdo. Volvió a besarme lentamente, pero a medida que nuestros labios se movían unos encima de otros, se volvía mas salvaje.

Dirigió su boca hacia mi cuello, mientras dejaba un rastro de besos que acabaron en el hueso de mi clavícula. Empezó a succionar y morder la piel de allí, mientras yo intentaba fatalmente tranquilizar mi respiración.

- Jaehyun - susurré cuando encontró aquel punto dulce en mi cuello.

Sin respuesta volvió a subir sus besos hasta acabar en el principio: mis labios.