;⭑∿ Con el brillo de sus pupilas, era capaz de encender estrellas.
❛¿Cómo se sentiría aquél luminoso cielo al saber que una de las más brillantes estrellas se encontraba justo a mi lado?
Así era Nakamoto Yuta; un leve pero int...
"Te echo de menos, no sabes cuánto lo hago. No, no lo haces".
Me mordía las uñas, no soy de tener esa horrible manía, pero la ansiedad y el nerviosismo me carcomían por dentro.
No sabía cómo iba a reaccionar, o si básicamente tan solo iba a venir aquí para escuchar todo, y después marcharse.
El timbre sonó y juro que noté como mi corazón dio un vuelco, un pequeño salto en mi pecho.
Al abrir la puerta me debatí en sonreírle o no, optando mejor por la segunda opción.
Su mirada me atravesó por completo, eché mi cuerpo y mirada hacia un lado y le dejé pasar. Una vez que él se encontraba en casa quitándose los zapatos y la chaqueta, pude darme cuenta de qué fue lo que portaba puesto.
Sus pantalones de chándal negros, más una camiseta del mismo color de rayas y mangas largas. Sencillo, pero siempre luce bien.
Se dio la vuelta y me miró, de arriba abajo, me hacía sentir de cierta manera incómoda.
- Será mejor que nos sentemos - dijo mientras, efectivamente se sentaba en el sillón. Obedecí sus palabras y me senté, pero en el sillón de enfrente.
Estuvimos cinco minutos del reloj sin hablar, no sabía que decir, no sabía si debía volver a disculparme.
- ¿Dónde habías estado? - decidió empezar él la conversación.
¿Por qué debería de mentirle?
- Con Yuta, me acompañó a recoger unas prendas de ropa - respondí, intentando sonar pasiva.
Soltó una risa amarga mientras apartaba la mirada y se mordía el dedo. Más tarde la regresó a mí, sabía bien que dentro de poco iba a explotar.
- ¿Y no podías ir sola? - preguntó, claramente enfadado. Yo seguía con mi compostura pasiva, sé que las personas no actúan bien cuando están enfadadas - joder, Hyeon, él ni si quiera sabe que siente, dudo que sintiera algo por ti
- No conoces los sentimientos de otra persona por mucho que la conozcas, Jaehyun. Existen los secretos, - salté, y no porque sea Yuta, sino porque lo que estaba diciendo no era justo - ¿Y por qué debería de sentir algo por mí? Puede ser perfectamente un buen amigo
- Ese es el problema, - respondió mientras se llevaba las manos al pelo - Yuta no tiene "amigas", - hizo comillas con sus dedos - y está claro que te gusta
- Yuta no me gusta Jaehyun
- ¿No? - se colocó sobre sus rodillas con sus codos sobre estas - entonces explícame porqué coño cada vez que te veo o pregunto por ti, la respuesta siempre es la misma; Yuta
No respondí. Vamos a ver, coincidencia chico. Pero me rehúse a decirle aquello, o sino era capaz de romper cualquier cosa.
- Te gusta, Hyeon. No sé que coño pinto aquí - nos señaló con su dedo.
- No me gusta, ¿De qué más formas quieres qué te lo diga, Jaehyun? - creo que eso de la pasividad se está derrumbando - no te voy a mentir, en cierto momento me resultaba atractiva su forma de ser, me atraía. Pero tengo las ideas claras ahora
- ¿Las ideas claras? - elevó un poco la voz mientras exasperado se levantaba del sillón, imité su acción - entonces, vuelvo a repetir, ¡Por qué coño lo único que escucho sobre ti es su nombre! - gritó, me quedé callada, nunca me imaginé a Jaehyun fuera de sí, pero sabía que no eran celos, tenía miedo.
Me acerqué despacio a él, y colocando mis manos en su pecho le senté levemente en el sillón, sentándome yo también al lado suyo.
- Hablemos ahora, entendámonos mejor - contesté bajito mientras colocaba una mano en su hombro, y el se llevaba las manos a su cabeza, mientras su pecho dejaba de bajar y subir rápidamente.
- Lo siento, me dejé llevar - contestó, en un tono más calmado. En respuesta le apreté levemente el hombro - es la primera vez que me pasa esto
- Tranquilo, yo en cambio me puedo enfadar muchas veces en un día - rió leve.
- No me refiero a eso, - me miró ahora - es la primera vez que experimento esto con una chica, - volvió a dirigir su mirada a sus pies - ninguna me había hecho sentir algo parecido a lo que me haces sentir tú
- ¿Y qué te hago sentir? - pregunté curiosa.
- Qué podría estar contigo una eternidad, - esta vez mantuvo su mirada con la mía - nunca me aburro a tu lado, haciendo nada contigo me llena por dentro, es cómo si tuvieras algún tipo de felicidad rodeándote, que cuando hago contacto con ella, me contagia
Me quedé callada, impresionada. Jaehyun nunca había expresado sus sentimientos hacia otros. Al contrario, sus ojos opacos no me decían nada, siempre escondían aquellos sentimientos.
- No quería ser el único que sintiera aquello, por eso te quería hacer saber, - siguió hablando - que no quería ser utilizado, no quería estar entre otra persona, quería saber con quién, Hyeon. Aunque no fuera así, dejaría que tú sola pensaras todo, y cualquiera que fuera tu decisión, era correcta. - otra vez me quedé callada, no sabía que responderle - Se me hizo raro ver a Yuta así contigo, pero le gusta jugar, le gusta que todo lo pueda tener controlado y supervisado. Supongo que tan solo quería divertirse - no negué nada, dolió lo mínimo, pero dolió. Aún así sabía que tenía razón.
- No quiero que esto genere ningún problema entre vosotros dos - me dediqué, por fin a hablar.
- Conozco a Yuta desde hace tres años - subió su cabeza y me miró - hemos peleado infinidad de veces, pero aún así, seguimos ayudándonos y apoyándonos. Las peleas nos enseña cuán unidos estamos, Hyeon. Yuta es un amigo verdadero, que va a estar ahí pase lo que pase. Qué nunca te clavará un puñal en la espalda, que siempre va a ir por delante tuya, que siempre va a estar.
Miré al suelo, tenía mucha razón. Yuta ayudaba a los demás, mucho más que asimismo.
Volvimos a quedarnos callados, pero esta vez relajados.
- Tengo miedo, de que no funcione - devolví mi mirada a la suya, de nuevo.
- Eso no lo sabes, - contesté - hay que intentarlo, ver que puede pasar. Y si no llegamos a dónde esperábamos, lo importante es haber disfrutado el tiempo.
Se acercó a mi mientras colocaba una de sus manos en mi muslo, y la otra la dejaba en mi cadera.
- Tienes razón Hyeon, - rozó nuestros labios - gracias - terminó de decir mientras colocaba suavemente sus labios sobre los míos.
Me impactaba de sobremanera los suaves y delicados que eran, me impactaba el efecto que tenían en mí.
Como otra vez, estaba feliz, siendo lo correcto o no, se sentía bien. Y por una vez sentía que estaba haciendo las cosas bien.
Pero siempre había escondida una vocecita muy en el fondo que hacía eco en toda mi cabeza.
¿Esto es lo que algún poeta enamorado describiría como perfecto?
✨✨✨✨✨✨✨ Que bonito pls :'))
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