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"Fue muy difícil de decir durante todos estos años. Sigue siendo difícil de decir ahora, pero tengo que hacerte saber que tengo que dejarte ir. Estoy lista para dejarte, dejarte ir para siempre".

Y todo volvía a repetirse de nuevo: yo la cagaba, nos peleábamos, y yo volvía a pedir perdón.

¿Por qué parece que nunca voy a aprender de mis propios errores?

Me volvió a llegar una notificación, por segunda vez. Cogí mi móvil y leí los mensajes.

🌟Yuta🌟

- Cree que él tiene la culpa, Hyeon-

- Desde lo más profundo de mi corazón déjame decirte que apestas -

Guardé el móvil con rabia en el bolsillo trasero de mi pantalón mientras me preparaba para bajar las escaleras.

¿Es que este hombre no sabía callarse? Sabía que Nakamoto Yuta había llegado al mundo con una sola intención: hacerme sentir como la mayor mierda del planeta.

Bajé las escaleras soltando humo, ni me había dado cuenta que mi madre me había llamado hasta que posó su mano en mi hombro derecho.

- Hyeon hija, - dijo mientras yo me giraba, y al verme frunció levemente su entrecejo - ¿A dónde vas?

Estaba demasiado enfadada, ¿Ahora quiere saber a dónde voy? Como si semanas atrás no se hubiera ido de la casa sin ninguna razón coherente.

Pero dije que lo olvidaría todo; aún sabiendo que es mentira, no pelearé más con ella. No merece la pena.

- Tengo que hablar con Jaehyun - respondí.

- ¿Jaehyun? - preguntó confusa para luego cambiar su semblante a una sonrisa ladina - creo que tú y yo tenemos mucho de qué hablar - sonreí incómoda mientras apartaba mi vista de ella. Después de todo aún no me seguía sintiendo cómoda con ella.

Al parecer lo notó y quitó su mano de encima de mi hombro.

- Ya veo, lo siento, -suspiró - ten cuidado - dijo, para más tarde darse la vuelta y desaparecer por las escaleras.

Suspiré mientras me ponía mis zapatos, cogía las llaves y salía de mi casa.


°°°

Mentiría si dijese que el tiempo era bueno, el viento soplaba con tanta fuerza que temía salir volando, mientras unas nubes grises gigantescas tapaban cualquier rayo de sol. Me abracé a mi misma mientras caminaba por la calle, por suerte la casa de Jaehyun no se encontraba tan lejos de la mía.

Pensaba mientras caminaba en qué decirle, ahora que antes había prometido que todo iba a salir bien. ¿Por qué me cuesta tanto confiar en las otras personas? ¿Sobretodo en aquellas las cuales siempre han estado ahí? Jaehyun no se merecía nada de esto, él es una persona encantadora, maravillosa que me ha prometido y enseñado un millón de veces que me quiere. Yo no le merezco.

Las nubes grises empezaron a soltar gotas, sabía que dentro de poco iba a ser yo la que se rompería y soltaría agua.

Visualicé como pude su casa, mientras apresuraba mis pasos. Estaba ya totalmente empapada por la lluvia.

Llegué al porche, respiré hondo y toqué dos veces la puerta.

Esperé un par de segundos y la puerta se abrió. Yuta me miro de pies a cabeza, rodó los ojos y empezó a cerrar la puerta de nuevo. Yo reaccioné y me tiré encima de ella, haciendo que se abra totalmente.

- Gilipollas - dije mientras entraba, cerraba la puerta y me quitaba los zapatos.

- Ya te dije que apestas Hyeon, no vas a conseguir nada estando aquí - contestó mientras se sentaba en el sofá del salón y bebía de su taza.

Empı́reo↬☾N. Yuta☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora