6 - Su error.
En ningún momento se planteó la idea de que podía encontrarse algo de aquel estilo tras la puerta, de hecho incluso prefería que lo hubiese habido allí fueran un par de muertos y no lo que había estado presenciando, era asqueroso. El hombre se levantó rápidamente, haciendo a un lado a la mujer rubia que tenía sobre él en cuestión de fugaces segundos se puso los pantalones tejanos que yacían sobre las baldosas del suelo. La mujer por su parte se tapó sus partes y los pechos con las pocas sabanas que tenían sobre el colchón donde estaban montándoselo, simplemente casi que imitó al muchacho y se quedó con la boca abierta, mirando, ella sabía que a su acompañante no le iba a gustar nada que aquel enano se hubiese entrometido en el que estaba siendo el mejor polvo que habían echado en días.
— ¿Es que piensas quedarte ahí sin decir nada con esa cara de subnormal? — preguntó él.
Buzz no dijo nada. En realidad no tenía nada que decir, quizás era mejor que se diese la vuelta y que ambos siguiesen con lo que estuviesen haciendo.
Al ver que el chico no decía nada, él como una bestia furiosa se acercó hasta Buzz y le propinó una fuerte patada en el estómago. El niño cayó de espaldas hacia atrás, dolorido, el hombre aprovechó aquel momento para apartar con el pie el bate de béisbol que portaba y continuar su particular pelea con Buzz, dándole nuevamente otra fuerte patada en la barriga, Buzz se cubrió aquella parte de su cuerpo con los brazos, empezó a toser y se retorció de dolor en el suelo.
— ¡No tienes ni puta idea de lo que has hecho!
Joder, su día no dejaba de empeorar y empeorar incluso más.
Y una y otra vez las patadas siguieron hasta que finalmente dejaron de producirse en el estómago y la siguiente patada fue directamente en la cara, haciendo que empezara a brotar un chorro de sangre de la nariz de Buzz. Él no se defendía, tampoco tenia como defenderse, no era la primera vez que le ocurría algo así, de algún modo estaba acostumbrado, aquel árabe desgraciado le recordaba a su padre, demasiado, simplemente esperaba que la paliza terminara pronto, no iba a contraatacar, no era su estilo.
— ¡Hassen déjalo en paz!— Gritó por primera vez la mujer de cabello rubio, poniéndose en pie con rapidez y buscando su ropa, parecía que no estaba nada de acuerdo con lo que el hombre estaba haciendo con el pobre crio.
—Creo que los podridos seres de fuera van a disfrutar troceando tu carne con sus preciosos dientes — Una sádica sonrisa se formó en el rostro de Hassen mientras agarraba al chico de su camiseta, lo hacía ponerse en pie y lo lanzaba con fuerza contra una de las estanterías del almacén, haciendo que esta cayera al suelo junto al muchacho, justo al lado de los dos cadáveres de los monstruos que Buzz había matado minutos antes de que todo aquel alboroto se produjera.
Buzz se percató de cuáles eran las intenciones de aquel rudo hombre, quería deshacerse de él lanzándole a los muertos que había en el exterior. Cuando el chico de cabello claro intentó ponerse en pie el hombre le dio otra patada, esta vez en su herida pierna, haciendo que el chico volviese a caer en el suelo, después listo para abrir la puerta y lanzarle fuera posó su mano en el cerrojo, estaba dispuesto a abrir la puerta para echar a fuera al muchacho pero las últimas palabras dichas por Bree le hicieron recapacitar, al fin y al cabo parecía que la rubia no era tan tonta.
— ¡No puedes matarlo! nos es útil que siga con vida ¿Has visto este jodido sitio? Si necesitamos escapar en algún momento necesitaremos un maldito cebo para que esas cosas se entretengan destripándolo mientras nosotros nos damos al piro — Hizo una breve pausa para después continuar —Simplemente déjale en paz..
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Donde habita la muerte
HorrorEl mundo está apunto de cambiar. El joven Buzz, de once años de edad después de haber vivido toda su vida bajo maltratos y humillaciones no tiene ni idea de que su vida está apunto de dar un giro monumental. Los que creían que estaban muertos ahora...