24 – Al final de la escapada.
Se habían alejado lo suficiente de la base militar. No había sido una gran distancia, solo quince minutos a pies y un par de estos en vehículo pero era la distancia perfecta para dejar el lamento de los muertos atrás y empezar actuar después del desastre en que había acabado todo lo ocurrido.
El coche frenó de lleno a un lado de la carretera, cerca de la cordillera de un frondoso bosque. Bree bajó de este, a la vez que el pequeño Buzz, ambos sabían que tenían que encargarse del asunto de Bobby, ya se preocuparían de reagruparse con los demás más tarde, ahora, aquello era su prioridad pues era una bomba apunto de explotar que si no se solucionaba el problema en aquel preciso instante, Bobby podría acabar reanimado y atacando alguno de los presentes en el coche y entonces sí que tendrían un problema aún más grande y difícil de manejar.
La rubia abrió la puerta trasera, justo la que estaba al lado de donde Ethan estaba sentado. Todavía seguía sosteniendo a su pequeño, meciéndole en sus brazos y es que por el color estaba claro que ahí ya no había rastro de vida, estaba pálido, totalmente como la nieve y los rastros de sangre que todavía quedaban en donde el brazo había sido arrancado se habían tornado de un color oscuro, definitivamente estaba en proceso de transformarse.
—Ethan tenemos que encargarnos de Bobby, puedo hacerlo yo, tú no tienes porque hacerte pasar a ti mismo por esto… — Se ofreció Bree apoyando su diestra sobre el hombro de él.
Ethan ni siquiera respondía, su mirada seguía perdida en el rostro de su hijo, como si de alguna manera, en su mundo, él todavía tuviese un rastro de esperanza para que volviese a la vida, para que aquella enorme herida del brazo fuese arreglada, para que volviese a respirar y todo fuese como antes, lo quería, no concebía un mundo sin su pequeño, era imposible…
—Ethan por favor — Volvió a insistir ella.
Él volvió a ignorarla.
—Oye, Bree te está hablando — Buzz con su mano movió a Ethan, tranquilamente, sin brusquedad pero para que este reaccionara.
—Buzz… — Bree apartó la mano del pequeño rápidamente.
—Tenemos que hacerlo Bree — Afirmó Buzz mientras las demás todavía seguían expectantes en el coche.
—Lo sé — Admitió Bree.
Y finalmente pareció que un sonido procedió de entre los labios de Ethan, casi inaudible y que tuvo que repetir una segunda vez para que todos los presentes escucharan sus claras y firmes palabras.
—Quitadme vuestras manos de encima, los dos, si lo volvéis hacer…os la cortaré — Amenazó sin dudar ni tan siquiera un segundo, tenía claro lo que decía.
Bree retiró su diestra que había seguido sobre el hombro de Ethan en todo momento. Buzz la miró, ella negó con la cabeza, no quería que el pequeño dijese nada, Bree sabía que en sus ojos había ira y no solo había ira por lo que le había ocurrido a Bobby, sabía que Buzz estaba conteniendo esa ira por la traición de Ethan, por haber elegido a Peterson por encima de todos ellos y encima, después de todo eso, les amenazaba. De no haber estado Bree presente posiblemente Buzz hubiese acabado gritando a Ethan y la situación se hubiese vuelto violenta, Ethan estaba perdido, ya no era el hombre que solía ser y eso se podía ver en su rostro.
Natalie también bajo del coche, abriendo a las hermanas y a Linda, por si Bobby acaba convirtiéndose no se acercara a ninguna de ellas, eran conscientes de lo que estaba apunto de ocurrir.
—Vamos Ethan — Era Natalie esta vez quien decidió hablar —Tenemos que hacerlo…
— ¡Sé lo que hay que hacer! — Gritó Ethan, furioso, saliendo del coche con una fuerte sacudida que hizo que todos retrocediesen —Sé lo que hay que hacer maldita sea, sé lo que hay que hacer… — Se repitió a si mismo de una manera un tanto mentalmente no estable.
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Donde habita la muerte
HorrorEl mundo está apunto de cambiar. El joven Buzz, de once años de edad después de haber vivido toda su vida bajo maltratos y humillaciones no tiene ni idea de que su vida está apunto de dar un giro monumental. Los que creían que estaban muertos ahora...