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-Papá que estoy bien -dije riéndome. No sé cuantas veces me había dicho que no me olvidara de comer verdura y que no se me olvidara lavarme los dientes.

A Harry le hacía mucha gracia nuestra conversación porque mi padre me trataba como si fuera una niña pequeña.

-¿Estás con alguien?

-Que va -respondí nerviosa.

Harry me miró e hizo una mueca de sorpresa. Estaba sorprendido de que la niña buena le mintiera a su padre. Puse los ojos en blanco y volví a prestar atención a mi padre que estaba aún al otro lado del teléfono y literalmente al otro lado del océano.

-¿Aún no sabes cuándo vas a volver? -le pregunté.

-Cariño, la cosa está complicada.

-¿Tanto dinero debe mamá?

-Te tengo que colgar. Adiós cielo.

Me parecía increíble que mi padre no quisiera hablar conmigo sobre el tema. No dejaba que le ayudara y me estaba desesperando. Lo necesitaba aquí conmigo urgentemente. ¿De cuanto dinero estaría hablando mi padre?

-Carly -dijo para llamar mi atención-Si el problema es el dinero yo puede dártelo.

Lo que me faltaba por oír.

-Eso nunca va a pasar, te lo agradezco, pero no.

-¿Por qué no dejas que te ayude?

-Porque creo que ya has hecho suficiente.

Todavía seguía bajo sus brazos y su aroma a vainilla me embriagaba. Podía construir mi casa entre esos brazos y no salir nunca de ella. Me recosté aún más y me acomodé. Mi cabeza quedó a la altura de su pecho y mi mano estaba encima de sus abdominales. Cerré los ojos y me relajé más que en una hora de yoga. Aún con los ojos cerrados podía notar como Harry mi miraba como si algo estuviese mal conmigo. Debería de pensar que mi temperamento era muy irregular, lo mismo estaba abrazada a su lado o que lo mismo le empezaba a gritar. El silencio que había en la habitación era música para mis oídos y sin darme cuenta me quedé dormida.

***

-¡Hoy es jueves universitario! -gritaba Keira, a las ocho y media de la mañana.

-Y con esto me quieres decir que... -dejé que terminase la frase por mí.

-¡Qué nos vamos de fiesta esta noche! -exclamó.

Keira me producía una ternura infinita, estaba obsesionada con salir. Desde que la había conocido no había ningún día en el queme propusiera ir a dar una vuelta, pero a desgracia de ella siempre le decía que no me apetecía salir. Hoy me sentía diferente y no me parecía mala idea.

Nos dirigimos a clase y no pude ni prestar atención durante cinc minutos seguidos, la noche anterior había dormido entre los brazos de Harry y no me había desvelado en toda la noche. Tratándose de ella era todo un record.

Sin darme cuenta la mañana se pasó volando y cuando llegué a casa me di cuenta de que no había nadie. No había ningún coche en el exterior, pero de todas formas me acerqué a la habitación de Harry, tenía la puerta cerrada. Toqué la madera fría con mis nudillos y al cabo de varios segundos, al darme cuenta de que no había nadie en el interior, abrí. Su habitación olía a vainilla y a algo más que no podía descifrar, estaba ordenada hasta tal extremo que me dio vergüenza como tenía mi habitación. Tenia que ordenarla pronto o se iba convertir en una cuadra inhabitable. Me acerqué a la estantería, en la cual tenía libros súper antiguos. Me preguntaba de dónde os había sacado. Esas reliquias no eran habituales, ni siquiera en la biblioteca estaban. Eran tan especiales, y entonces los relacioné con Harry. Ambas cosas eran especiales y tan diferentes al resto.

El que más me llamo la atención fue Cumbres Borrascosas, aunque era un clásico aún no lo había leído. Las hojas estaban amarillentas y olían a tabaco. Pero aún así no me desagradaba la fragancia porque se mezclaba con los olores de Harry.

Me senté en su cama y empecé a leer. Pasaron horas y no me detuve hasta Harry entro por la puerta. Me dio una vergüenza increíble que entrara y me viera en su cama leyendo. Pero a él le resulto gracioso, pero cuando vio el libro que tenía entre las manos su rostro cambió y entonces me di cuenta de que no había sido buena idea cogerlo. Puede ser que sea del tipo de personas a las que no le gusta que le cojan sus cosas sin permiso o incluso no le gusta que le toquen sus cosas a secas.

-Perdón, yo solo vine aquí para ver si estabas en casa y lo vi en la estantería y me dieron ganas de leerlo -me excusé.

-No pasa nada, lo único que es que le tengo un cariño especial a ese libro, hace muchos años que no leo, pero es uno de mis favoritos.

- ¿En serio? No te pega nada.

-Mi madre solía leerlo todos los veranos e incluso algunas noches me leía fragmentos.

Estaba consiguiendo que Harry se abriera a mí y me contara todo lo que tenía que ver con él. Sabía que la muerte de su madre le había afectado mucho y que no solía hablar sobre el tema con muchas personas, por eso cuando la nombraba en la conversación mi corazón se partía en dos cuando le veía con esos ojos tristes.

-Ven aquí -dije señalando un hueco que había a mi lado en la cama. -Voy a leerte un poco.

Sonrió y se acercó para sentarse a mi lado.

<<-¿Y qué le pareció el amo? -Un tipo bastante áspero, señora Dean. ¿No es ése su carácter? -Más áspero que el filo de una sierra y más duro que el pedernal!>>

Leí en voz alta, y estuvimos así hasta que la garganta empezó a carraspearme, indicándome que ya no podía seguir leyendo o me quedaría afónica. Pero había valido la pena solo por el ver el rostro de alegría de Harry. Su cabeza tenía que ser en estos momentos un océano de sentimientos.

-Esta noche Keira y yo vamos a salir, ¿te apuntas?

-No me apetece mucho -contestó sin gana alguna.

En ese momento Keira me mandó un mensaje al WhatsApp:

He conseguido que Peyton nos acompañe, ¡voy a pasarme toda la noche babeando por él!

-Pues Peyton se ha animado a venir -le dije a Harry.

-Haz lo que quieras, pero creo que no deberías de andar por ahí cuando sabes que algo malo está sucediendo y en que cualquier momento pueden ir a por ti.

-Me apetece salir y no quiero pensarlo.

Después de decir eso me dí cuenta de que era muy tarde y que tenía que meter el turbo si quería estar a tiempo antes de que los hermanastros pasaran a por mí.

Después de decir eso me dí cuenta de que era muy tarde y que tenía que meter el turbo si quería estar a tiempo antes de que los hermanastros pasaran a por mí

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[capítulo dieciseis]
[completo sin editar]





Una pregunta, que preferís:

1. Capítulos más largos, pero que suba solo un día de la semana.

2. Capítulos cortos, pero que suba cada dos días.

Os lo agradería un montón si comentárais, con que pongáis el número sobra.

P.D: Si tenéis alguna pregunta sobre la novela o algo por estilo que no os de vergüenza mandarme un mensaje. Incluso os dejo mi instagram por si acaso os viene mejor

@eviibee <3

Ángel Caído | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora