Carly Beer, una chica desorientada que no tiene muy claro que hacer con su vida.
Harry Styles, el típico chico que no querrás presentarle a tus padres.
Tras coincidir en una fiesta, ambos se vuelven inseparables. Harry no quiere volver a estar sol...
Todo lo que tenía planificado no estaba saliendo como esperaba, los mensajes a Carly para asustarla no estaban surgiendo ningún tipo de efecto, y lo único que había conseguido es que el alma hospitalaria de Harry le ofreciera quedarse en su enorme mansión. La niña mimada no podía quejarse, allí estaba más protegida de lo normal. Pensaba que Carly tenía una flor en el culo desde el día en que la conoció, el peor día de su vida que recuerda con total claridad.
Las veces que había intentado colarse en su casa nunca estaba y ese echo estaba empezando a cansarle. Siempre tenía que estar detrás de la chica buena que no rompe ni un plato, y esto le había echo darse cuenta de que no era tan inocente como parecía y por eso la odiaba más. Tenía una fachada de ángel y en el fondo era el alma más impura de todo Los Ángeles. Su rostro angelical le daban náuseas y no podía dejar de compararla con su madre. La misma que moría por una sobredosis hace dos semanas.
Pero el odio que sentía por ella era superior a las ganas de dejar atrás la misión que le había sido encargada. Le resultaba gracioso como la chica que no se comunicaba con nadie era amada por todas las personas del instituto. Había escuchado en varias ocasiones como Carly le decía a la cocinera que en ese instituto se sentía sola y que no tenía a nadie con el cual compartir sus intereses. Pero me había encargado de hablar de manera anónima por un chat de WhatsApp con varios alumnos, tanto de su clase como del resto del instituto y habían sido varios los que coincidían en que Carly era un niña muy respetuosa a la cual tenían apreció por su aura de tranquilidad y misterio.
En el fondo, aunque la odiara también sentía un poco de empatía hacía su persona, pero cuando le hablaron sobre el proyecto no pudo negarse.
El ordenador reflejaba varias fotos de Carly sonriente, y a su lado estaba la figura de su padre que la sostenía por la cadera. Las fotos habían sido tomadas en un viaje al Caribe que su padre y ella habían realizado no hace más de dos años. Había pensado que cuando su padre se fuera a Londres para solucionar los problemas económicos que tenía Luisa Green con muchos dueños de bares, Carly iba a estar completamente desprotegida e iba ser el momento idóneo para actuar.
No la aguantaba y por eso no había tenido ningún tipo de reparo en participar en su asesinato que todavía no tenía ni fecha ni hora, pero lo juraba por su persona que iba a pasar tarde o temprano. Y es que Carly no se merecía seguir con vida, después de todo el daño que le causaba no era justo que ella no pagara.
La pantalla del ordenador se apagó dejando atrás el rostro sonriente de Carly mientras que el sujeto se levantó y cogió su teléfono para hacer llamadas con destino a Londres para que Tony Beer se demorara más tiempo lejos de todo el barullo.
Una cosa tenían clara, tenían que hacer que Carly se separara lo máximo de Harry y su grupo de amigos si quería tener a una Carly vulnerable y dispuesta a seguir todas sus pautas. Ella no lo sabía, pero a los abuelos de su madre le había tocado un euro millón y ahora era una de las adolescentes más ricas del mundo. Tenía 80 millones a su nombre porque los abuelos lo habían puesto todo a su nombre para pedirle perdón por todo lo que su madre le hizo, más bien por todo lo que no hizo.
Habían investigado todo acerca de la vida de Harry para saber contra quién están luchando. Lo que más le chocaba de su expediente era que su madre había fallecido y que seis meses después su padre ya tenía a una sustituta. Con ella creo una familia nueva de la cual Harry no está al tanto, y es que su padre ya esta prejubilado, pero no se lo ha dicho a su hijo y todas las veces que le dice que tiene un viaje por trabajo se va a pasar una temporada con su otra familia, la más corta que hemos presenciado fue de tres meses.
Que duro le va a ser enterarse de que todos los que le rodean le mienten, y por parte de Carly esperemos que nunca se entere de todo el dinero que posee ahora.
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[capítulo quince] [completo sin editar]
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No sé quién va a leer esto, pero me da igual. No te puedes hacerte a la idea de la vergüenza que me produce esto, pero en fondo me hace mucha ilusión que una persona lea todo lo que creo. Muchas gracias.
