29

76 7 5
                                    

Tenía que ser paciente y esperar a que todo pasara. Esperar a que mi padre decidiera despertar del coma. Esperar a que esos tipos que estaban detrás de mí, se hartaran.

Harry y yo estábamos sentados en las incómodas sillas de plástico azul, típicas de los hospitales, la espalda me dolía y tenía clavado el plástico en el trasero. Lo único que me reconfortaba era que la mano de Harry estaba sobre mi muslo y hacían como una especie de círculos que me calmaban, era increíble como el contacto de una persona, en especial el de él, podía hacerme respirar más tranquila y ver las cosas de otro modo.

Mi padre siempre había sido un luchador, y ahora no iba a dejar de serlo, o eso esperaba y deseaba, no era justo. Mi padre estaba en el sitio erróneo en el tiempo equivocado. Debería de haberle avisado de lo que estaba pasando y él no hubiera ido a casa.

—Todo es mi culpa —dije. 

La voz me salió a trompicones.

—Nadie tiene la culpa, si alguien es el culpable son las personas que le hicieron esto, pero tú no.

—Debemos de ir a la policía.

—Entonces todo sería peor, créeme.

—¿Por qué?

—No quiero sonar egoísta, pero si vamos a la policía querrán investigar sobre las personas que organizan las fiestas ilegales, es decir yo, y acabaré en la cárcel.

Me quedé callada, tenía razón. No iba a ir a la policía, no podía perder a la única persona que me quedaba. No lo iba a permitir.

—¿Es usted Carly Beer? —preguntó una enfermera.

—Sí, soy yo.

—Lo siento mucho, pero su padre ha fallecido.

Esas ocho palabras me dejaron en shock, no podía ser cierto. Me quedé callada, helada, y empecé a llorar como si no existiera un mañana. Me dolía todo el cuerpo y ahora ni lo sentía. Es como si estuviese muerta pero en realidad estaba viva. Harry me abrazó fuerte, pero ya no sentía ni sus brazos, quería irme de ese sitio, no podía soportar que la gente me mirase con pena.

—Harry vámonos de aquí.

—¿No quieres ver a tu padre antes?

Tenía razón , necesitaba verle y sentirle por última vez, aunque él no iba a poder notar mi presencia.

La enfermera nos llevó a la sala en la que estaba mi padre, estaba totalmente sólo y sin pensarlo me lancé contra sus brazos y me apoye en su pecho, comencé a llorar aún más fuerte cuando recordé a cómo olía habitualmente. Le miré a la cara, era la persona más hermosa que jamás había visto. Ojalá las cosas hubieran sido diferentes, ojalá mi madre nunca hubiera sido de la forma en que fue, de esa manera nada de esto hubiera pasado, estaríamos viviendo en Manchester, y a lo mejor tendría un hermano o una hermana con la que pasar el tiempo. Viviríamos en familia, incluyendo a mis abuelos, que estoy sin verlos desde hace mucho. Todo sería diferente. No podía separarme de él. Noté como Harry se acercaba y me di cuenta de que no podía hacer nada para cambiar todo lo que había pasado. Era el destino y tenía que afrontarlo, ahora esto era mi vida y tenía que entender lo que me estaba pasando.

Me separé de mí padre y fui a los brazos de Harry.

—Te prometo que nada más te va a suceder.

—No prometas cosas que no sabes si vas a poder cumplir.

—Te lo prometo.

Sus palabras me hicieron sentir de nuevo. Poco a poco estaba volviendo a ser la Carly normal.

Necesitaba llegar a casa y hundirme entre las sábanas. Necesitaba llorar hasta quedarme seca.

Nos dirigimos al coche, Harry no supo que decir en todo el camino y yo me mantuve distante, no sabía que hacer ahora con mi vida. ¿Qué iba a estar, siempre viviendo en la casa de Harry? Y si las cosas entre nosotros no salían bien, y si me dejaba tirada y no tenía ningún otro lugar al que ir. Tenía que conseguir un trabajo para poder ahorrar por si acaso eso pasaba.

1 SEMANA DESPUÉS.

El pelo me olía a muerto, no había conseguido salir de casa, no podía. Tenía miedo de que me pasara algo y encima la muerte de mi padre me había dejado sin ningún tipo de energía. Harry había intentado animarme un poco, pero mi actitud no le había dejado avanzar en su intento de "ayuda" hacía mí.

La almohada estaba empapada por mis lágrimas. Necesitaba salir de este cuarto aunque fuese a 10 metros de distancia, decidí irme al salón. Allí estaba Raoul, sus ojos me miraban con tristeza y eso me rompía aún más. Quería volver a ser la Carly graciosa que siempre estaba haciendo bromas, pero ahora no me salían como antes. Por una parte, pienso que es normal, que todo lo que me ha pasado hace que no pueda ser la de antes, pero eso no significa que no vuelva a ser lo más parecida a lo que era antes de que todo esto pasara. Era mi padre, mi único familiar que no me había dado la espalda y había cambiado su vida para que la mía tuviese un futuro mejor.

—Se que es una tontería preguntarte esto, pero ¿cómo te encuentras?

—No sé— eran las dos únicas palabras que había dicho durante toda la semana. Tenía la voz ronca por todos los llantos y llena de mucosidad.

En mi móvil busqué consejos para no caer en una depresión y acabé en una página web de una psicóloga, Mercedes Campos, y no sé ni cómo, pero al día siguiente tenía una cita con ella a las 4.30 de la tarde. Eso suponía salir a la calle, pero tenía que hacerlo si no quería vivir encerrada y dependiente de otros. Harry y Raoul se habían encargado de hacerme la comida todos los días, y e sentía mal cuando no me terminaba el plato porque no tenía apetito, no quería que me vieran como una desagradecida, porque realmente no lo era.

"Solo estás pasando por un mal momento" mi mente repetía a todas horas.

"Solo estás pasando por un mal momento" mi mente repetía a todas horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[capítulo veintinueve]
[completo sin editar]

Ángel Caído | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora