Capitulo 16

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Logre llegar a casa antes que la lluvia me cayera encima. Gaston no parecio muy contento por haberme tardado en regresar pero estaba lo suficientemente distraida para no responder a sus regaños.

Cuando estuve en la habitación, leí un poco con la esperanza de dejar de pensar en Matteo. Pero la verdad, no lo logre. En mi mente recordaba su mirada e incluso su sonrisa. Era algo tonto que estuviera pensando en el cuándo ni siquiera tenía la seguridad que era una persona en quien confiar.

Jazmin me llamo y converse con ella sobre el beso rechazado entre Emilia y Simon. Después de eso, me fui a lavar los dientes. Me dormí cerca de la medianoche y esperaba no tener otra pesadilla.

Abrí los ojos lentamente. Sentía la necesidad de hacerlo cuando me di cuenta que estaba dentro del sueño. Me encontraba en una estancia lujosa y elegante. Llevaba un vestido largo en color vino. Acaricio la tela de seda y mire a mi alrededor. 

Rabia un par de sofas con una mesita de centro en medio. Las ventanas estaban relucientes al igual que el suelo de duela. Habia una chimenea encendida, dando al lugar un ambiente cálido y acogedor. Habia lamparas y objetos extraños fabricados de oro en diferentes lugares.

Deje de observar cuando escuche unos pasos que se dirigían hasta aquí. Contuve la respiracion y espere con calma. Matteo apareció y entre, cruzando el arco que separaba la estancia con el resto del lugar. Llevaba una camisa blanca con las mangas recogidas a la altura de los codos, unos vaqueros oscuros y unas botas militares oscuras.

Nuestros ojos se encontraron y un mar de emociones pasaron como destellos por mi cuerpo. No había mentido cuando dijo que lo vería en mis sueños.

Se recargo en la pared mas cercana y me miro de arriba a abajo. Con el corazón acelerado, me senté en el sofá, controlando el temblor que sentía en las piernas.

-Me gusta tu vestido-Su voz era tan vibrante que sentí un cosquilleo en el estomago.

-Gracias. No se de donde salio-Desvié la mirada, concentrándome en el fuego centelleante de la chimenea.

-Me temo que es por mi culpa-Lo escuche decir con cierta timidez.

Lo mire confundida.

-¿Que quieres decir?

-Te imagine en ese vestido, y es por eso que lo llevas puesto-Sonrió en modo de disculpa.

-No lo entiendo.

Suspiro y se sentó en a mi lado. Trate de guardar compostura por sentirlo tan cerca.

-Es algún tipo de conjuro, es complicado-Se rasco la barbilla y luego se volvió hacia a mi-Quería decirte algo importante: Necesito que te alejes de Ramiro.

Fruncí el ceño. 

-¿Que? ¿ahora me vas a decir con quien puedo relacionarme o no?

-El no es una buena persona-Su voz se volvió seria.

Reí sin humor.

-¿Y tu lo eres?

-Esto no se trata de mi-Sacudió la cabeza.

-Aun así, eres el menos indicado en decidir si alguien es buena persona o no. Ademas, ni siquiera lo conoces-Ramiro no me ha dado razones para dudar de el.

-Si, lo conozco-Dijo con amargura.

Inmediatamente recordé cuando vi a Matteo y a Simón hablar con el.

-No hay manera que lo conozcas, Ramiro se mudo aquí hace un par de semanas.

-Eso fue lo que te dijo-Reprendió, mirándome molesto.

Resople y me levante del sofá. Era el colmo. Hablar sobre esto en mi sueño era algo innecesario.

-Creo que es suficiente. Quiero salir de aquí-Me abrace a mi misma mientras Matteo se ponía de pie.

-Es por tu seguridad, Lu-Apretó los puños a sus costados.

-No tienes por que preocuparte por mi-Sentí un hormigueo en el pecho al pensar que Matteo podría preocuparse por mi bienestar.

-Pero lo hago-Sus ojos me miraron con intensidad. 

El calor me invadió en el cuerpo como si estuviera quemándome dentro de la chimenea. Lo mire sorprendida por su sutileza. 

Se acerco y su pulgar viajo hasta mi labio inferior. Lo acaricio y me sentí presa de toque suave. Cerre los ojos, y en menos de un segundo, bajo el brazo.

En eso, el fuego de la chimenea se elevo con brusquedad y Matteo abrió los ojos, apartándose de mi. Respire en pausas, sintiendo el rastro invisible que había dejado su caricia. Comencé a ver borroso al mismo tiempo que escuchaba una voz a lo lejos. Mire a Matteo, quien iba desapareciendo poco a poco y el entorno se formo en un remolino confuso hasta que se convirtió en un vació oscuro.

Mis parpados se abrieron pesadamente. La luz del sol entraba a través de ventana, causando un resplandor doloroso a mis pupilas.

-Tienes quince minutos si no llegaremos tarde a la universidad-Reconocí la voz de Gaston al otro lado de la puerta.

Siguió tocando con insistencia, y con la voz ronca del sueño, le dije que lo había escuchado. Una vez que sus pasos se alejaron, mire la habitación. Habia tenido un sueño, pero uno real. Me senté sobre la cama, e inconscientemente, me toque el labio inferior.

 Me senté sobre la cama, e inconscientemente, me toque el labio inferior

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¿De dónde conoce Matteo a Ramiro?

¿Verdaderamente será malo?

¿Luna le hará caso a Matteo?

ᴀᴛʀᴀᴄᴄɪÓɴ ᴍᴏʀᴛᴀʟ. (ʟᴜᴛᴛᴇᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora