De un segundo a otro la cafetería se volvió silenciosa. Todos, incluso las cocineras,dejaron de hacer su trabajo. Me senté rígidamente y me gire hacia a él. Su mandíbula estaba contraída y sus labios estaban apretados en una línea recta.
-¿Disculpa?-pregunte cautelosamente.
-¿Acaso estas sorda?-Exclamo, sus puños formándose a los costados.
Escuche el movimiento de una silla a unos metros de la mesa, y por el rabillo del ojo vi a Gastón ponerse de pie.
-No le hables así a mi hermana.
Matteo lo miro con enojo por haberlo interrumpido.
-Mi asunto es con ella-respondió entre dientes.
-Los problemas que tengas con ella-Camino hasta ponerse frente a él y comencé asustarme-Los arreglas conmigo.
-Gastón, no hagas esto-Susurre, con la esperanza de no crear una discusión.
Matteo respiro profundo, poniendo toda su atención ahora en mi hermano.
-Más vale que le digas a tu hermanita que deje de mirarme como una perra...-Sus palabras fueron abruptamente reemplazadas por el golpe que Gastón le lanzo en la boca.
La tensión de alrededor fue cada vez más palpable. Sin embargo, Matteo se incorporó y se pasó el dorso de la mano en el labio inferior para limpiar las gotas de sangre que brotaban de esa zona.
Gruñendo de ira, se lanzó sobre él y empezó a golpearlo en el estómago. La reacción de Gastón fue un sonido sordo antes de que cayera de rodillas al suelo.
Con el corazón acelerado, me dirigí hacia a él. Emilia y Jazmín me detuvieron sujetándome de los hombros mientras los demás murmuraban y miraban lo sucedido. Es lo único que eran capaces de hacer porque estaba segura que nadie se atrevería a acercarse.
Había quedado claro desde un inicio que se tendría que mantener alejada de él, o de lo contrario tenías que atenerte a las consecuencias. Y mi hermano era el que estaba sufriendo esas consecuencias por protegerme.
Matteo siguió atacándolo sin importarle los gritos que emitía para que se detuviera. Las lágrimas resbalaron por mis mejillas al observar a Gastón quejándose y tratando de cubrirse de las agresiones.
El pecho me dolió tanto que temí sofocarme. No podía verlo sufrir. La impotencia y la ira fluyeron en mi interior y con la bilis en la garganta, me zafe de los brazos de mis amigas.
-¡Déjalo en paz!-Lo empuje, apartándolo de Gastón.
Matteo quedo desprevenido por un instante, seguramente porque no pensé que interviniera, y luego me miro con advertencia.
-Fuera de mi camino o si no te golpeare.
El terror me invadió, pero la adrenalina sobresalir.
-No te atreverías-Dije, sintiéndome insegura por dentro.
-¿Me estas retando?-Sonrió irónicamente mientras sacudía la cabeza-Eres débil, como todas las personas de aquí. Podría tenerte en el suelo con tan solo un golpe igual que tu hermano.
Escuche a Gastón gemir de dolor y el coraje se apodero de mis venas. Cuando menos pensé, mi pequeño puño se conectó directamente a su ojo. Sentí que el tiempo se detenía.
Los demás soltaron un grito ahogado impactados por mi reacción. Y para no mentir, yo también estaba sorprendida. Fue algo inesperado, pero sinceramente se lo merecía.
El cuerpo de Matteo se quedó estático asimilando lo ocurrido. Cuando se convencido que lo había enfrentado, se acercó a mi bruscamente de tal modo que quedamos de frente.
Su altura me intimido mientras percibía su respiración agitada en mi rostro. Sus ojos brillaron de una manera aterradora y me pregunté si sería capaz de golpearme.
-¡Balsano!-La voz del director resonó por toda la cafetería-¡A mi oficina ahora!
Matteo me observo por unos momentos que me parecieron eternos. Estaba realmente asustada pero permanecí firme hasta que finalmente se apartó. Tome la oportunidad para agacharme a lado de Gaston, quien seguía quejándose por lo bajo.
-¿Que mierda están mirando?-Dijo Matteo antes de salir de la cafetería en compañía del director.
Los inútiles de mis compañeros se levantaron de sus lugares y se acercaron a nosotros. Quería gritarles que eran unos cobardes, ¿Cómo pudieron no hacer nada? Me parecía absurdo que se dejaran manipular por un chico raro.
-No te muevas-Le dije a Gastón cuando comenzó a toser-Vas a estar bien.
Sus amigos lo ayudaron a por lo menos sentarse y Rebecca se arrodillo mientras sollozaba. La campana sonó dando por terminado el descanso y el espectáculo.
A nuestra coordinadora le avisaron lo que había pasado, por lo que nos dio el permiso de irnos a casa para que un médico atendiera a Gastón.
Emilia y Jazmin me acompañaron a ir por mis cosas al salón, cuando me despedí de ellas lo hice secamente. Estaba molesta con todos lo que no hicieron absolutamente nada.
Mientras Gastón estaba esperándome con su novia en la camioneta, guarde algunos libros en el casillero. Las clases habían reiniciado y los pasillos estaban vacíos. Medite los acontecimientos anteriores pero no encontré una razón lógica para que Matteo golpeara a mi hermano cruelmente por haberme defendido.
Guiándome solamente en su actitud violenta, ajuste la mochila en mis hombros y me dirigí a la puerta del edificio. Cuando pase por la oficina del director, la puerta se abrió. Matteo salió acompañado de un oficial y me miro con la misma intensidad de antes. Me estremecí y apresure el paso.
Tenía que calmarme, no podía hacer nada con un agente del gobierno presente. Cuando estuve a punto de salir al exterior, voltee hacia los pasillos solamente para confirmar que seguía observándome como si estuviera planeando su siguiente ataque.
Pelea entre Matteo y Gastón.
Esta soy yo rompiendo el shipp #Gastteo poniendolos enfrentados en esta historia.
Me gustó mucho como el defiende a su hermana Luna, ¿a ustedes?
Además, Luna le pego a Matteo, ¿Creen que el tome venganza por humillarlo e arruinar su reputación?
¿Que creen que pase en el siguiente capítulo?
Leo sus comentarios, besos a ustedes.