Eres mía. [ Justin Bieber ]

SIETE.

— Es hermosa ¿Verdad? — No hubo respuestas y al moverme él se había quedado dormido en mi hombro y no le había sentido.

Se ve perfecto dormido su rostro que se veía pacífico, su mandíbula relajada, sus músculos relajado, sus labios entre abiertos dejando escapar pequeños ronquidos de ellos, era perfecto. Comenzó a moverse y hacer muecas indicando que se estaba despertando sonreí ligeramente pues era tan lindo, era como tener a Justin sin fama otra vez.

— Nena. — Me sonroje ante el dulce apodo que amaba, adoraba cuando Justin me llamaba de esa forma. — ¿Cuanto he dormido?

— ¿Uh? Ahora que lo pienso no lo sé creo que a la mitad de la película, estabas roncando. — Reí burlándome de él, adoraba hacerlo.

— Muy graciosa, Brookie, pero no ronco.

— Como digas. — Bostecé ligeramente y me estire un poco agotada. — Estoy cansada ¿Vamos a dormir?

— Bien. — Susurró cansado igual o quizás más que yo.

Luego de apagar la televisión y ordenar el desastre que habíamos causado por la comida y algunos dulces que comimos, subimos a mi habitación, Justin me seguía detrás casi pisándome los talones, él dormía conmigo es una costumbre que desde hace un tiempo, pero la única diferencia era que cuando era pequeña era indiferente a Justin en cuanto sentimientos románticos.

Abrí mi armario buscando alguna prenda que colocarme para dormir, mire al interior de este ¡Bingo! Una sudadera de Justin. Me llegaba abajo de los muslos unos dedos arriba de mi rodilla, saqué aquella sudadera roja, entre a mi enorme baño, me miré al espejo cerrando mis ojos sin creer lo que Scooter y nuestras madres querían obligarnos hacer, como si de un momento a otro ignoraran nuestras opiniones y eso realmente me molestaba mucho, me di un corto baño y salí del baño secando mi cabello, ví Justin cambiado con un pantalón de chandal y sin camisa, solté un suspiro ignorando los pensamientos, me acosté a su lado, él me abrazo por la cintura me giré acomodándome para relajarme.

— Buenas noches Justin. — Él sonrió, me miró fijamente a los ojos.

— Buenas noches, Brookie. — Murmuró cansado, su aliento mentolado choco con mi nariz dándome entender que recién había cepillados sus blancos dientes.

— Te quiero Bieb's.

— Te quiero más. — Al oír un "te quiero" salir de sus labios mi cuerpo se estremeció, una sensación única me envolvió, me voltee dándole la espalda el me apretó contra el sintiendo su fornido torso en mi espalda. — Eres la mejor, Brooke. — Un escalofrío recorrió mi espina dorsal y en mi estomago tenía una sensación de un zoológico, suspiré sonriendo quedándome dormida entre esos brazos cálidos y dulces.

Onlyygreen.
436 palabras.