Capítulo 23.

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Editado: 04/ 03/ 2021

Nuevo hogar.

[Residencias Suna]

—Y buenooo... —girándose hacia nosotros extiende sus brazos sobre sus costados — ¡Aquí esta nuestra casa!

Lee me mira con una sonrisa dudosa, pensamos que solo él y yo viviríamos aquí con los niños, pero...

—Este... —bajo la mirada para luego buscar los ojos de mi hermano —Kankuro, ¿Nuestra? —cuestiono con una leve sonrisa — ¿Tú también vivirás aquí?

La sorpresa se hace de su rostro y algo enfadado termina haciendo un puchero infantil mientras avanza hasta tomar mi mano con fuerza.

— ¿No soy parte de la familia?

Metal ríe divertido a nuestro lado y sonriente toma la mano de Kankuro llevándolo dentro de la casa.

— ¡Serás nuestra mascota! —menciona con una enorme sonrisa.

— ¿¡Ha!? —pronuncia enfadado conteniendo su risa — ¿Mascota?

Sin más Shinki avanza con prisa corriendo hacia Metal para tomarlo en brazos y comenzar a huir de mi hermano entre sus risas animadas; la risa de Lee no tarda en hacerse presente, su brazo me rodea por los hombros acercándome a su cuerpo.

— ¿Entramos? —cuestiona sonriente.

—Si, pero... —bajo la mirada algo inquieto — ¿No te molesta que Kankuro viva con nosotros?

— ¡Claro que no! —aprieta mi mejilla animado —Es tu hermano después de todo, y me agrada.

Con su habitual sonrisa se inclina hasta darme un leve beso en los labios para después tomar mi mano guiándome hacia el interior de la casa, apenas la puerta se abre y avanzamos al centro del recibidor puedo ver como a la derecha se encuentra la sala y como a la izquierda se encuentra el comedor y la cocina abierta a la vista por un hermoso ventanal y puerta de cristal hacia el patio; al acercarme puedo ver que ya algunas plantas adornan el lugar y yo solo sonrío escuchando las risas de los niños en la sala.

— ¡Gaara! —Dice sonriente desde el marco de la puerta — ¡Ven a ver esto, Kankuro los atrapó!

Divertido lo sigo hacia la sala donde Kankuro los tiene atrapados a ambos en el sofá mientras los ataca con cosquillas, entre risas y lagrimas en sus ojos ambos no miran y luego de dirigirse una mirada ambos gritan entre risas.

— ¡Papás, ayuda!

Jamás había visto sonreír tanto a Shinki; el brazo de Lee golpea levemente el mío y con una sonrisa ambos avanzamos sujetando a Kankuro por ambos brazos y deteniéndolo contra el suelo, listo para ser atacado.

— ¡Esto es completamente trampa!

Luego de un buen rato de risas por fin subimos al segundo piso para mirar las habitaciones, Kankuro las eligió antes de tiempo dejando a los niños compartiendo una habitación mientras su cuarto de él se encuentra en la planta baja al lado del lavado, y bueno... claramente Lee esta conmigo en la habitación principal. Con una leve sonrisa tomo asiento frente al enorme tocador de la habitación mirando a través del espejo como Lee se deja caer en la cama, divertido me hiro hacia él recibiendo su amplia sonrisa.

—Es muy increíble esta casa —observa el techo manteniendo ambas manos en su nuca.

—Si, —inhalo profundamente para girar hacia el espejo —Kankuro realmente escogió una buena casa... —deslizo mis dedos por los finos detalles del tocador —además esta cerca de la torre principal.

El hijo de LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora