Capítulo 34

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Editado: 25/ 03/ 2021

En busca de un regalo.

La mañana daba inicio de una manera tan animada como era costumbre, la mesa apenas termina de ser puesta mientras en el piso de arriba se escuchan los pasos apresurados de los niños con dirección al cuarto de baño para cepillarse los dientes, al acercarse a la escalera el hombre de cabellera roja veía con gracia al pequeño Metal bostezar de enorme manera mientras se dirigía al cuarto de baño con una toalla en mano. Al verlo adentrarse y cerrar la cortina, el mayor se enjuago la boca y se acercó.

—Metal, —tiende la mano a través de la cortina —tu ropa, dámela antes de que termines arrojándola al suelo.

Sin ganas, el menor hace caso al pedimento —Gracias hermano.

—No es nada, trata de terminar pronto para que bajemos a comer, —dobla la ropa —iré a la habitación, te estaré esperando para secar tu cabello.

—Si... —menciona sin ganas.

Apenas el chico azabache sale, una fría y recia agua cae sobre el cuerpo del menor que da un pequeño brinco del suelo y espabila comenzando a tallar su rostro y mojar su cabello; Yodo termina de cepillar sus dientes y dando una mirada hacia afuera se acerca al banco de la habitación tomando asiento para mirar a su amigo Araya, quién, aunque extrañado por aquella mirada solo abandona la habitación.

—Oye Metal... —menciona por lo bajo.

— ¿Sí? —continua con su ducha.

— ¿Sabes cuando es el cumpleaños de Shinki?

El silencio llena el cuarto —No... —abre la cortina mostrando su rostro — ¿¡Es pronto!? Jamás le había preguntado de su cumpleaños, es que... —frunce su labio avergonzado —es que no los festejamos el año pasado...

—Es en dos meses —menciona sin mirarlo —seguro papá Gaara... —aprieta los labios avergonzada —Amm... hablo de Gaara sama, seguro él te iba a avisar el día exacto, pero... es... es la primera vez que seguramente le haremos una fiesta grande y con un pastel de verdad... —confiesa algo triste —yo... yo quiero darle un buen regalo, quiero comprar algo bueno para él...

El pequeño la admira con atención desde la cortina, la pequeña gira la mirada obteniendo un asentimiento comprensivo del pequeño que la hace suspirar.

— ¿Podrías...? Metal, bueno... ¿Tú podrías investigar que sería bueno comprarle?

Pensativo continúa lavando su cabello —A Shinki kun le gusta un escritor, tiene muchos de sus libros en su habitación... Mmm... deberías mirar en su cuarto, el señor Shukaku debe seguir dormido así que puedes decirle que vas por él.

Aunque dudosa solo sonríe —Si, gracias por la ayuda Metal... —levantándose toma camino a la salida — ¿Qué piensas regalarle tú?

—Lo pensaré...

Entre una risa asiente —Creo que le darás algo mucho mejor que yo, más te vale no estar jugando conmigo y ese autor Metal —bromea divertida.

— ¡No es así! —Dice preocupado —solo... solo de verdad le quiero dar algo bueno.

Inspirando con profundidad, la joven rubia se detiene frente a la habitación de los chicos y toca levemente la puerta escuchando rápidamente la contestación de su amigo que le permite entrar, Yodo se adentra con una leve sonrisa mirando como Shinki acomoda los libros de Metal en su mochila y escoge las ropas del menor para cuando termine su ducha.

— ¿Qué ocurre Yodo?

—Metal me pidió que viniera a despertar al... señor Shukaku...

Vuelve la mirada sobre ella con sorpresa — ¿Tú? ¿Estas bien... con la idea de venir a despertarlo?

El hijo de LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora