Capítulo 17

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Editado: 04/ 03/ 2021

El cumpleaños de Himawari.

- ¿Estás seguro de que estará bien el que vayamos? -cuestiona inquieto - ¿No será un problema dejarte solo con Araya y Yodo? Además... todo el papeleo y problemas...

- ¡Gaara, lárgate de una vez!

Enfadado comenzó a empujarme rumbo al carruaje donde Shinki me espera muy tranquilo.

- ¡Ese hijo de...! -contiene sus palabras lanzándome dentro para bloquear la salida -Ese idiota que trato de lastimarte no ha vuelto a aparecer, tenemos la seguridad al máximo nivel y he avisado al pueblo sobre cualquier cosa sospechosa que noten para que nos notifiquen enseguida... -pasa la mano sobre su rostro exhausto -la entrada, la torre, todo está bien protegido, ¡Y sigues estando tan distraído que me molesta! -cierra la puerta con brusquedad - ¡Ve a ver a ese cabeza de tazón y no vuelvas hasta que puedas pensar claramente de nuevo!

Ante su mandato los hombres de la fuerza especial levantaron el carruaje. Es verdad que últimamente mi mente divaga mucho, ante los problemas que han azotado Suna he intentado no pensar en él, pero así sea un pequeño, si me distraigo Lee viene a mi mente con prisa; suspirando observo a Shinki delante de mí que parece algo inseguro ante mi propia incomodidad con la idea, pero el suspiro de mi hermano llama nuestra atención, Kankuro frota su nuca para mirarme con más tranquilidad.

-Intenta divertirte en la fiesta de esa mocosa -baja la mirada apenado -el corte de tazón también tiene ganas de saber de ti... -sonríe negando - ¡Y cuando tú estas molesto él se pone igual de malhumorado! Así que ambos me desagradan... -niega divertido.

Aunque aun desanimado le dedico una sonrisa; el día de hoy Kankuro solo decidió arrastrarnos a esto, es decir... mi correo a estado detenido hace mucho tiempo, un mes para ser exactos, ni siquiera recordaba que Naruto y Hinata me habían invitado a la fiesta de cumpleaños número dos de su pequeña... mi mente ha estado muy distraída entre Lee y el problema de la villa que se ha quedado sin resolver, la tubería dañada y diversas cosas más... la verdad, ni siquiera comprendo cómo es que Kankuro tiene esta idea de mandarme a Konoha sin tanto problema. Subiendo la mirada observo hacia afuera listo para despedirme, y sorprendido me encuentro con la causa de su poca preocupación, sus mejores ninjas se mantienen en fila delante suyo.

- ¡Muy bien Holgazanes! -Dice autoritario - ¡Los quiero atentos a toda hora! ¡Si algo les pasa a Gaara o Shinki! -los mira amenazante - ¡Se las verán conmigo al regresar!

Todos los hombres tragaron saliva ante su regaño, mi hermano siempre ha sido rudo con sus subordinados. Luego de despedirme de Yodo y Araya partimos por un pasadizo secreto creado por los subordinados de mi hermano, un poco lejos de la villa subimos a la superficie y el pasadizo es cerrado detrás nuestro. El viaje es tranquilo, Shinki no es de hablar mucho y ahora mismo lo único en lo que puedo pensar es en si Lee estará molesto conmigo... durante todo este tiempo ni siquiera he leído las cartas que me ha enviado, mucho menos las he contestado.

Observando el desierto solo puedo suspirar cerrando el libro que hace tiempo finjo leer, ahora que lo pienso mejor, Kankuro mencionó que Lee tenía ganar de saber de mí; sonriendo dejo escapar un nuevo suspiro que me hace sentir algo débil... Lee, él se ha convertido en mi debilidad, me distrae de mis tareas y... sin querer logra ponerme triste, es decir, no he pensado mucho en ello porque Shinki no quiere verme triste y preocupado, pero... no creo poder seguir de este modo, lo extraño desesperadamente, quisiera verlo cada mañana y besarlo cada que tuviera ganar, yo... realmente lo extraño casi todo el tiempo.

-Shinki... -menciono distrayendo su mirada del libro en sus manos - ¿Crees que sería malo que yo... abandonará la aldea? Que... -me inclino sujetando sus manos -nosotros partiéramos a vivir en Konoha con Metal y Lee...

El hijo de LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora