Staig / One shots.

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☁conexiones☁

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Contenido sexual en las siguientes palabras, si no es de tu agrado abajo vendrá un resumen de lo que sucedió.

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Intentó convencerse de que no era nada nuevo. 

Y hasta cierto punto era verdad, ya habían probado muchas cosas nuevas en su relación, había poco que no probaban en su intimidad. 

— Me repites de nuevo, ¿cómo llegaron a ese tema? — 

Jaló su corbata sin ganas, el rubio apretó los labios y se acercó a su pareja, acomodando con sus dedos temblorosos la desarreglada corbata. 

— K-Kyle sacó el tema, s-son muy agradables. — 

Un monosílabo salió de sus rojizos labios, estaba usando algo más que no era pijama, un viernes en la noche, un día en el que solo quería comer el delicioso postre de zanahoria que su pareja preparaba y dormir, pero al llegar a casa, Tweek tenía otros planes. 

— No te e-enfades, son nuevos y fueron m-muy amables en invitarnos a cenar. — 

Depositó un corto beso sobre sus labios, ambos llevaban su ropa casual más elegante para esa cena, que si le preguntaban a Tucker, no tenía muchas ganas de asistir. 

— Eso pudieron hacerlo hace meses, ya viven al lado desde hace medio año. — 

— Nos han invitado, pero tu no has asistido. — 

Bufó, desconcertado por no tener idea de a dónde iba esa charla. 

— ¿Qué es lo que quieres? - fijó sus ojos jade en los azules de su pareja - ¿Te atrae alguno? Si quieres invitarlo a un trío dímelo , así le decimos a Thomas que no venga. — 

El rubio menor, infló las mejillas en un acto infantil y enfadado. 

— ¿Podrías esperar hasta la cena, Craig? — 

Le dirigió una mirada acusadora, pues ya tenía una idea de a dónde iba a parar todo aquello. 

— Esta bien, vamos. — 

Bajaron las escaleras listos para la que sería una cena satisfactoria, al menos el de ojos verdes rezaba porque fuera así , pero conociendo a su pequeño demonio, seguro esa noche sería de todo menos tranquila. 

Tocaron el timbre de la casa roja con ladrillos, Tweek con el pastel entre sus manos, y Craig con las manos en los bolsillos, la puerta se abrió dejándolos pasar, y el interior de la casa les pareció a ambos ridículo . 

— Llegaron. - declaró tranquilo un pelirrojo desde la sala - Amor, prepara la mesa. — 

Apareció entonces la ancha espalda de un pelinegro, con brazos fuertes, que vestía un suéter color verde olivo muy lindo. 

— Adelante, pueden sentarse. — 

— ¡T-trajimos pastel! — 

Su voz se quedó grabada en su mente, tenía unos tonos agudos, le pareció gracioso viniendo de un chico tan grande. 

— Gracias Tweek. — 

Respondió un chico bajito, no mediría más de 1.70, con ojos grandes y negros, pecas por todo el rostro y unos labios rosas. 

Podía darse una idea de porqué Tweek estaba tan interesado en ellos. 

— Él es mi novio, Craig. —