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☁Teach me☁




Tricia Tucker no toleraba las tonterías, menos ahora que ya era toda una señorita, con 15 años de edad.
Por eso fue tan difícil para ella pedirle ayuda a su hermano, se veía acorralada, no podría pedírselo a sus padres, solo tenia esa salvación.

(🍀⚠🌹)

— ¿Entonces qué día iré a tu escuela? —

— Mañana Craig, a las 9. —

— Tendré que faltar a la segunda hora. —

— Le compraré galletas a Stripes pero por favor, no le digas a papá. —

Craig entendió, al parecer el problema era algo académico, sus padres jamás tuvieron problemas con su mala conducta, faltas al respeto a los maestros, peleas en secundaria, suspensiones en preparatoria, nada había sido realmente castigado de forma severa, pero, si tenias que ir a exámenes extra para pasar la materia, o si llevabas arrastrando alguna, ahí había un problema.

— No diré nada, mañana pasaré directo a la dirección. —

Tricia asintió nerviosa, se había confiado, los otros profesores podían fingir que no veían sus faltas al respeto, pero no al maestro Marsh, todos le tenían un cariño muy grande, por eso su falta no era de respeto, era bochornosa.

Y Tricia lo sabía.

(🍀⚠🌹)

9 de la mañana, Craig apagó su alarma y entró a la secundaria de su hermana, hace 20 minutos que tuvo que salir de la universidad para dirigirse a hablar con el dichoso maestro que solicitaba la presencia de sus padres.

— Buenos días. - Lo saludó una secretaria desde su escritorio sin levantar la vista. - ¿Necesita algo? —

— Vengo a ver al profesor Marsh—

— Permitame un momento. —

Descolgó el teléfono de sitio, dijo algo que el chico pelinegro no alcanzaba a comprender debido a su voz aguda y procedió a barrerlo con la mirada.

— Viene en un momento, si gusta sentarse. —

— No, gracias. —

permaneció parado, llevaba el uniforme de su universidad, un pantalón azul marino, zapatos negros, una camisa de botones blanca, corbata negra y su fiel gorro azul, tenia que regresar después de hablar con el maestro.
La puerta se abrió, lo primero que Craig pudo ver fueron unos zapatos marrones, muy lindos, un pantalón de vestir caqui, una camisa blanca con una corbata azul, un saco casi del mismo color de los zapatos, unos labios finos y delgados, rosados, unos lentes grandes y redondos, ojos azules, un azul muy oscuro, y un cabello negro muy bien peinado. Un golpe de calor le dio justo en el rostro.

— Disculpe la tardanza, estaba cuidando a un grupo - Vio sus labios moverse, pero no alcanzo a captar lo que le decía, sentía sus orejas hervir, no aparto su mirada de el profesor que tenia delante, unos 26 años quizá. - Soy el maestro Stan Marsh, para servirte. —

— Craig Tucker. —

Estiró su mano para estrechar la ajena, sintió el calor de forma intensa, sentía la suavidad de sus dedos, era fuerte, sintió la corriente eléctrica que generaban ambas manos.

— ¿Puede seguirme a mi salón? Ahí podremos hablar mas cómodos. —

Stan de forma lenta deshizo el agarre, y le dedicó una sonrisa. El de ojos verdes asintió, se sentía turbado, ninguna persona lo había puesto así de nervioso, odiaba verse tan transparente, suspiró y se prometió verse tan neutral como siempre, subieron unas escaleras, el maestro lo guió abriendo la puerta para el, y pasando detrás.

Staig / One shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora