Staig / One shots.

28.8

☁️Cuidado con los deseos☁️

Final.

Entre gritos el de ojos azules ideaba un plan para desenredar sus hilos, debía mover una pieza, pero no estaba seguro si en Kenny o Cartman, si le decía al de la parka que intentará besar al castaño para quitarle el bote ¡eso no garantizaba que fuera el rubio el otro extremo de su hilo!

Invitar a Kenny fue algo de último minuto, pero no fue mala idea

Ahora que estaban los tres juntos podía idear un plan para unir a sus amigos, aunque era más difícil de lo que creyó

¿No era mejor sólo unir dos y olvidarse del tercero?

No, según la chica debía ver por todos los hilos, y si los de sus amigos estaban unidos pues tenía que ver por los 3

¿Tal vez debía empezar por Kyle?

Miro disimuladamente al pelirrojo que comía tranquilamente sus panqueques, se había rendido antes de intentar pelear con el castaño, lo cual era sumamente extraño

Kenny y Cartman seguían en su disputa y él no sabía que hacer para que le dejaran pensar

¡Todo por el estúpido chocolate!

— ¡Quieren parar! —

En uno de sus intentos por arrebatarle el bote, el rubio lo tomo con fuerza del castaño, pero su grito provocó que lo apretara y que el líquido cayera en la única persona que no estaba siendo participe de la pelea

— Kyle, amigo, ¿estas bien? —

Todo quedó en absoluto silencio.

El pelirrojo se levantó de la silla, despacio, seguro iba a abandonar la casa, siempre hacía eso cuando una situación lo sobrepasaba.

— ¡Aaaaahhhh! ¡Voy a matarlos a ambos! —

Y sin esperar que entendieran el peso de sus palabras les arrebató la botella y pronto comenzó a tirarla sobre los otros dos, quitando con rapidez hasta la tapa para no perder ningún tiempo.

— ¡Kyle aguarda! —

— ¡El chocolate! —

— ¡Kyle! —

— ¡Tu lo pedías tanto culon, tragatelo! —

Y entre todo ese desastre el pelinegro estaba por intervenir, pero de repente la escena tan bizarra cobró un sentido íntimo al dejar  de escuchar gritos de pelea por fuertes risas que los envolvía a los tres, completamente pegajosos y llenos de ese dulce líquido café.

Sin querer sonrió ante lo que sus ojos veían, una escena simple pero con tanto significado

Ahora entendía que no había nada más por hacer, se levantó de su asiento y en silencio abandonó el hogar del culón

A medida que se alejaba las risas a su espalda no pararon y más convencido se encontró a si mismo de darles un tiempo a solas

Se aseguro de darle un último vistazo al hilo que unía a sus amigos

Ahora era tan rojo y brillante como los hilos de las parejas a las que había unido

...

El primer hilo por desenredar fue difícil pero no imposible como creyó en un inicio

Ahora sólo quedaba encontrar más hilos iguales, que recordara no eran muchos en South Park, sólo unos cuantos, pero la chica lo había hecho ver como si fueran muchos de los que encargarse