Apenas pasaron algunos minutos y Zhang entró a la celda con desesperación mal disimulada, divisó a Kai recostado y fumando un cigarrillo con los ojos entrecerrados, visiblemente relajado.
– ¡Te lo tiraste sin condón! – Exclamó sorprendido al ver la caja donde los guardaban; tapada y en el mismo lugar que estaba antes de irse.
– Era virgen. – Contestó sin inmutarse.
– ¡Tú nunca te los tiras sin condón! – volvió a replicar.
– Era virgen.. – Repitió hastiado, pero más hastiado consigo mismo, él estaba en la razón, nunca tenía sexo sin protección, sin embargo y aunque jamás lo exteriorizara el pequeño rubio le había calentado a tal nivel que en lo único que pensaba era en hacerlo suyo, olvidando así sus estrictas medidas de protección sexual, no le importaba el hecho de que contrajera alguna enfermedad pues sabía que el muchachito era casto, lo que le importaba era cómo había perdido su autocontrol.
– ¡Cómo puedes estar seguro?! – Replicó.
Kai abrió los ojos y le miró fríamente.
– He follado tantos culos que es equivalente a las jaladas que te has hecho en toda tu inútil vida, ¡créeme que puedo diferenciarlos!, vuelve a dudar de mí, Yixing, y probaré que tan heterosexual eres...
Zhang se carcajeó e hizo un ademán mostrando su mayor credibilidad.
– Ok hermano, a mí los hombres no me van. – Ahora fue el turno de Kai en reírse, soltó una glacial risotada que a cualquier otra persona habría de asustado, no a Zhang, lo conocía y en verdad le alegraba verlo sonreír ya que eran muy pocas las veces que lo hacía, nada convencional, fría pero autentica, así era él. Contrario a la mayoría de las personas sus pensamientos no iban entrelazados a sus gesto ó movimientos, por esa razón nunca sabías que esperar de Kai.
– Oh Zhang, eso es tan ridículo como ver cuando salpicas de semen tus carteles. – Dijo señalando el retrato de las mujeres desnudas – ¿Qué me dices de la manada de maricones? Como se llamaba uno de ellos...um ¡ah! si... Betzy, ¿te suena ese nombre? – Cuestionó divertido, con el sarcasmo destilando en cada una de sus palabras, las mejillas de Zhang se sonrojaron y sus ojos se abrieron como platos.
– ¡¿Cómo?!... fue... fue un error, yo... – Balbuceó sorprendido, Kai le interrumpió.
– ¿Error? ¡No me digas que te vio la cara de imbécil!, te dijo que era mujer pero que prefería hacerlo por atrás... pobre de ti, camarada, la próxima vez levántale la falda y asegúrate que tenga coño ó mejor voltea a tu alrededor y dile a tu estúpido cerebro que te recuerde qué estás en una cárcel, y por ende, no hay mujeres. – Zhang puso los rasgados ojos en blanco, derrotado.
– Está bien, está bien, lo acepto, pero no trates de cambiarme el tema.
– Yo no soy el que trata de ofender tu inteligencia. – Finalizó dando la última calada al cigarrillo.
Zhang se sentó a su lado y prendió otro, dispuesto a retomar la conversación, el ojigris ya lo veía venir...
– ¿Sabes que es lo más extraño? – Kai levantó los hombros. – Que nunca te preocupas por que el otro disfrute, no te interesa, las veces que los he escuchado el otro no parece gozar tanto como tú. – Kim frunció el ceño.
– ¿Y? – Preguntó extrañado.
– Vigilaba el pasillo, como siempre, y pude escuchar fácilmente los... gemidos del rubio, no parecía estarla pasando nada mal. – Kim soltó un suspiro cansado. Suficiente era lidiar con su propia cabeza para ahora, tener que explicarle a su compañero.
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Gefängnis.. Kailu
FanfictionLuhan es un jovencito de apenas 18 años, todo en su vida es relativamente perfecto: estudiante modelo, gentil, adorable y simpático, pero tras una serie de circunstancias desafortunadas, injustamente, cae en prisión por homicidio; la prisión más pel...