Adiós invierno, bienvenida primavera.
Luhan recargó su cabeza sobre una desgastada muralla observando las congeladas canchas de fútbol y el sin fin de nieve que seguía cayendo, suspiró provocando que una larga oleada de vaho saliera de su boca.
– Parece que estoy fumando... – Comentó a Sang Do divertido al momento que volvía a expeler vaho, Sang Do sonrió de lado.
– Yo solía fumar, hasta que entre aquí, el mercado negro es muy costoso y si le pides un sólo cigarro a alguien difícilmente te lo dan, estos reos son muy egoístas – Amplió su sonrisa distraída. – Perdí mi esperanza de morir por enfisema – Luhan le miró de reojo preocupado.
– No digas esas cosas..
– Bueno, lo menos que puedes hacer estando encerrado de por vida es elegir la muerte que deseas, volver a tomar una decisión se siente tan bien – Suspiró. – Es como tener de nuevo el control – Sang Do se percató de la expresión confundida de Luhan e interiormente sonrió melancólico – Tengo que irme – Se despidió. – Ya empezará mi turno, nos vemos en la comida – Finalizó perdiéndose entre los tétricos pasillos de la penitenciaría.
Luhan permaneció bajo la incesante nieve y las glaciales ráfagas de viento, vagando sobre la congelada y blanca superficie de las canchas. Estaba tan abstraído con el deprimente paisaje que no escuchó el hielo quebrarse y chillar ante las pisadas de alguien más.
– Si sigues aquí pescaras una pulmonía – Advirtió una voz bastante conocida, Luhan endureció sus facciones y viró sobre sus talones encontrándose con el inexpresivo rostro de Kai y de nuevo, el acostumbrado cosquilleo le recorrió toda la extensión de su cuerpo.
Luhan se odió y por medio de una mirada cargada de rencor le transmitió el sentimiento. Pensaba ignorarlo y pasarlo de largo, pero muy dentro de sí mismo esperaba que el moreno lo detuviera, deseaba seguir viendo sus tormentosos ojos y hundirse en ese velo misterioso, quería escuchar su voz y sus intrínsecos cumplidos.
Y tal como anheló, ocurrió, pero desafortunadamente no de la manera que le habría gustado. Con fuerza brutal le detuvo del brazo regresándole el par de pasos que había avanzado y con igual vigorosidad le arrojó contra el vallado que circunvalaba toda el área deportiva.
– ¡¿Crees que soy del tipo de persona que se puede ignorar?! Ya me canse de tu estúpido jueguito, no vuelvas hacerlo, Luhan, o te juro que además de los ojos, tendrás otras partes violetas – Sentenció ante la perpleja mirada del rubio.
– No le temo a tus amenazas – Dijo valeroso, deshaciéndose del agarre que seguramente ya habría dejado una equimosis. Kai sonrió altivo.
– Suelen decir eso, hasta que prueban el filo de mi navaja – Luhan fue incapaz de moverse, como si tuviese los pies congelados y pegados al concreto le miró atónito.
– ¿Qué quieres decir con eso, realmente serías capaz de lastimarme de esa manera? – Preguntó sintiendo el corazón estrujado.
– ¿Qué piensas tú, crees que lo haría? – Luhan agachó la cabeza, escondiendo el rostro melancólico entre su melena.
– Si... – Susurró. – No soy nada para ti, y matar, eso lo llevas en la sangre – Kai frunció el entrecejo, le tomó por la barbilla incorporando su cabeza. Luhan lo observó fijamente y sus ojos brillaron determinantes. – Pero lastimándome así, al menos podría odiarte y por fin sacarte de mi corazón – El moreno sonrió distendido, confundiendo a Luhan, no se trataba de una sonrisa burlesca o irónica, era sincera, de esas que Luhan podía contar con los dedos de una sola mano.
– Mientes, aún si te lastimara no podrías odiarme, ni a mí, ni a nadie – Bufó – Conozco a los de tu tipo, eres masoquista, te joden y no haces nada para defenderte, tienes justificación para todos y prefieres culparte a ti antes que a otro, ¡eres un maldito mártir! Y gente como tú.. me enferma.
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Gefängnis.. Kailu
FanficLuhan es un jovencito de apenas 18 años, todo en su vida es relativamente perfecto: estudiante modelo, gentil, adorable y simpático, pero tras una serie de circunstancias desafortunadas, injustamente, cae en prisión por homicidio; la prisión más pel...