Capítulo 13..

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Amor. . .

¿Qué es el amor?

Ciertamente, Kai no lo sabía. Hacía muchos años lo había llegado a sentir, cuando apenas era un niño, pero, como fiel a toda regla cuando algo no se practica, la capacidad simplemente se pierde.

Amó como un niño es capaz de amar: con devoción, adoración y sin pedir absolutamente nada a cambio. Amó a su madre con todo su inocente corazón, tanto, que sólo bastaba con cerrar los ojos, imaginar su bello rostro y hasta la noche más tétrica parecía recobrar luz.

Sin embargo, después de adorarla por largos años, unos cuantos minutos fueron suficientes para convertir ese puro amor en un odio enfermizo y visceral.

Amor. . .

Habían pasado tantos años que no podría llegar a reconocer ese agradable sentimiento; y tampoco lo deseaba.

Y ahora, un chiquillo que apenas comenzaba a vivir le decía que lo amaba. Era sólo un niño que pensaba un orgasmo era amor.

¿Y qué es el amor? Sólo una palabra vacía, burda, sin sentido.

Luhan estaba encaprichado. Sin circunloquios, le gustaba el sexo y de ahí derivaba toda esa cursilería. Había sido la primera persona en trastocarlo, y por ello, le tenía en un sitio especial. Después, el tiempo se encargaría de borrar cualquier rastro de ese amor y cuando menos lo pensase ya habría otra persona a la cual declarársele.

Con más años encima, Luhan se percataría que había usado tanto esa palabra como cualquier otra, y que entonces no era tan especial y única como pensaba.

Mientras tanto, Luhan observaba expectante cualquier reacción. ¡Lo había dicho! ¡Se le había declarado! Y como buen jovencito descubriendo nuevos senderos deseaba una respuesta romántica. Una respuesta que le alegrara el corazón.

Lamentablemente el pequeño rubio se dejó guiar por su corazón sin pararse un momento a analizar. Los recientes acontecimientos lo habían dejado con una inmensa tristeza. Se sentía traicionado, solo y desprotegido, por ello, buscaba todo el amor y protección de la persona que amaba: Kai, y así ganar fuerza y valentía para enfrentar lo que viniese.

Kai le siguió mirando sin expresión y Luhan se preocupó.

- Te amo.. - Repitió quedamente, como queriendo recordarle el por qué estaban en esa situación y también para apresurarle por su respuesta.

La mirada gris cogió su intrínseco brillo de burla y sus labios se curvaron en una sonrisa retorcida. Luhan supo que lo que a continuación diría no era algo ni remotamente agradable.

- ¿Es en ésta parte donde debo decir. . . yo también? - Kai sonrió a medias, pasándose una mano por el cabello de forma aburrida, el rostro del menor se tornó de un color poco saludable, su mandíbula temblaba y sentía los ojos picarle; no sabía cuánto más podía soportar el inminente llanto. - No me gustan las cursilerías, Luhan, creo que hace tiempo te lo aclaré. - El aludido no respondió, pues estaba seguro qué si hablaba, las lágrimas se le vendrían encima. Sólo se limitó a agachar la cabeza.

Y la culpa invadió a Kai. Molesto consigo mismo, cerró los puños fuertemente y suspiró arrepentido.

- Mira, sí yo utilizara tu filosofía, también diría que me he enamorado... cientos de veces. - Ironizó arrogante. Luhan, sin entender, levantó la mirada con el ceño fruncido, Kai asintió dispuesto a explicarle. - Es sólo sexo, el amor no existe. Todo es sexo y costumbre, sólo eso. Dices amarme porque te gusta tener sexo conmigo, y al ser yo tu primer hombre es lógico que desarrolles esos sentimientos confusos; con el tiempo se pasarán.

Gefängnis.. KailuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora