ii. ghost along the mississippi

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capítulo dos: un fantasma a lo largo del mississippi

capítulo dos: un fantasma a lo largo del mississippi

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Creer que todo había sido una alucinación era más fácil que aceptar que aquel interrogatorio en realidad había ocurrido, pero cuando su cabeza comenzó a mostrar los signos de ese sondeo fue como un golpe en el rostro por parte de la realidad. 

Estaba negada a aceptar que los Antiguos eran sus captores, quizás ignorar la llamada de Jane-Anne habría sido una mejor opción, o por lo menos era lo que pensaba la joven. La mayor parte de su vida trató de evitar a los vampiros.

Ahora se encontraba bajo el mismo techo de los que originaron el vampirismo.

Comenzó a abrir los ojos los cuales le pesaban en demasía, adaptó los mismos a la nueva luz que era completamente diferente a la lámpara colgante de la habitación donde había pasado gran parte de la noche, quizás hasta que se desmayó del dolor. Al acomodarse sobre la superficie donde se hallaba pudo notar que era una cama, y que por supuesto, aquello era un dormitorio. De inmediato todo los recuerdos le vinieron de golpe llevándola a mirar su pierna, la cual mostraba signos de tortura por parte del jean que la cubría más ninguna herida se encontraba abierta.

—Los beneficios de la sangre de vampiro.

Siguió la voz con acento, la cual reconoció, hasta debajo del umbral de la puerta que pertenecía al dormitorio. Klaus se hallaba cruzado de brazos observando a la chica atentamente con una sonrisa a medias entre sus labios. Sintió como su corazón amenazaba con salir de su pecho debido al miedo o quizás también este se mezclaba con el enojo, a lo que luego de unos segundos, cayó en cuenta que él lo estaría escuchando. Tomó una gran inhalación para calmarse antes de hablar.

—Pude haberme encargado. —contestó luego de un silencio corto más a ella le pareció eterno. Él bajo la cabeza negando para luego adentrarse en el dormitorio.

—Un simple «gracias» hubiese estado bien. —argumento a lo que ella no le apartaba la mirada de encima. Mucho menos luego de la inesperada apuñalada a su pierna, nunca se sabría cuando volvería a pasar.

—Me parece que estamos a mano. —respondió para luego darle otra chequeada a su alrededor, podía entender que quizás ya no necesitaban nada de ella, pero aún recordaba la parte de la promesa de un desollamiento de parte del Original —¿A todas estas, qué estoy haciendo aquí? —cuestionó volviendo la mirada sobre él. Este no le había apartado la mirada de encima en ningún momento, sin embargo, esa pregunta se la veía venir.

—¿Prefieres tu antiguo dormitorio? —interrogó con una sonrisa almacenada entre sus labios. Ella tenía conocimiento, según las historias, que a él le gustaba jugar con su comida antes de comérsela. Algo como el juego del gato y el ratón.

—Me vas a matar, eso ya lo sé. Lo que quiero saber es porque me curaste y me subiste a este... —alzó sus manos alrededor dándole a entender que hablaba de la habitación —. Dormitorio —finalizó al no encontrar una palabra precisa que describiera a la habitación decorada al estilo victoriano en la cual se hallaba —. No creo que viva lo suficiente como para pasar otra noche aquí.

¹ 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora