xv. tempête parfaite

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capítulo quince: tormenta perfecta

capítulo quince: tormenta perfecta

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—¿Lograste localizarla?

El cuestionamiento de Elijah fue suficiente para que Alexandra saliera de la recitación alzando la mirada, terminó asintiendo para cuando notó como el noble se relajaba un poco. Al menos, dentro de todos los problemas que tenían, uno estaba por solucionarse.

—Esta en el Bayou, no sé mucho más, pero podría ir a ver de qué se trata. —informó a lo que Elijah inmediatamente negó. El peligro parecía acecharlos en cada esquina, así que no estaba dispuesto a que nadie corriera ningún riesgo.

—No, nadie se mueve solo de ahora en adelante —declaró. Luego tomó una inhalación saliendo del estudio para ser seguido por la bruja para después detenerse en el balcón provocando que ella también lo hiciera llevándola a ver a la persona que se introducía dentro del complejo —. Terminemos con el asunto de Niklaus primero para luego ocuparnos de Hayley.

El original se adelantó para encaminarse hacía Camille mientras que Alexandra quedó en la parte de arriba dispuesta a dirigirse al dormitorio del híbrido que quedaba al final de aquel pasillo. Al abrir las puertas pudo ver que Niklaus se encontraba recostado en la cama con el torso al descubierto cuando se adentró más pudo ver que se hallaba con los ojos cerrados. Además de eso pudo ver que tenía sudor corriendo por su frente debido a la herida que tenía en el pecho provocada por la daga del Papa Tunde.

Podía verse tranquilo, sin embargo, Alexandra sabía que estaba lejos de eso. Ella experimentó el dolor de la daga, por solo unos minutos así que no se imaginaba la agonía que debía ser experimentarlo una y otra vez. Era la definición de infierno.

Alexandra, una vez al costado de la cama, decidió tomar el paño que se encontraba ahí para colocarlo en la frente de Niklaus tratando de secar un poco el sudor, sin embargo, cuando apoyó su mano libre sobre el rostro del híbrido varias imágenes —casi como una breve película— atacaron su mente.

« Un campo lo suficientemente amplio se presentó ante sus ojos, a lo lejos pudo ver a dos personas, no obstante, estas no parecían notarla. Se encaminó hacia ellas con esperanza de entender qué era lo que sucedía pero cuando estuvo lo bastante cerca para detallarlos una impresión la cubrió.

Era ella.

No literalmente, pero era la mujer por la cual había estado en cautiverio todo ese tiempo, la razón de las miradas tan íntimas e intensas por parte de los hermanos Mikaelson. Era la doppelgänger de la que Hayley le había contado, la mujer de los diarios de Elijah.

¹ 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora