¹ 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓

xviii. the big uneasy

capítulo dieciocho: el gran difícil

El olor a humedad característico del pantano fue lo primero que se adentró a sus fosas nasales al bajar del auto, seguido sintió como el frío viento de esa mañana golpeó contra su rostro. Ciertamente no era sábado, pero Hayley había llamado más temprano ese día para pedirle que se reuniera con ella en el Bayou cuanto antes por lo que Alexandra tan rápido como la llamada terminó ella se enfiló a la salida. Por supuesto, eso también serviría para no encontrarse con ninguna persona indeseada, sin embargo, no sabía por cuanto tiempo más iba a poder hacer aquello. 

Cuando sus ojos ubicaron a Hayley, esta se hallaba sobre el porche de la cabaña siendo ahí cuando cayó en cuenta. Irhina podría estar por ahí. Lo que la llevó a ralentizar un poco el paso hasta llegar al borde de las escaleras.

—Perdón por hacerte venir tan temprano —disculpó. Alexandra negó restando importancia, de igual manera nadie podía dormir en el complejo debido al entusiasmo que profesaban Niklaus junto con su compañera —. Tenemos un problema. —indicó. La bruja, con el entrecejo junto, subió las escaleras hasta la parte de atrás de la casa en donde había un pequeño muelle. Jackson y Oliver se hallaban un poco antes de eso murmurando entre sí.

—¿La llamaste? —cuestionó. Oliver miraba a Alexandra con repudio, no siendo para menos, debido a que era una bruja lo cual ella entendía a la perfección —¡Por culpa de las de su especie estuvimos bajo una maldición! —alzó la voz. Alexandra ciertamente no era la persona favorita del lobo, y cada vez se lo hacía notar más.

—Oliver, tranquilo.

—No, Jackson —negó. Hayley estaba a unos pasos de Oliver observándolo fijamente, el lobo apartó el agarre que Jackson le había impuesto —. Ella es descendiente de los Labonair, mitad lobo si podemos presumir —expuso. Alexandra miró hacía el lago por unos segundos, no se podía negar que la mujer lobo había tenido conversaciones con Irhina —. Y si eso no te basta, es mi hermana. Así que si quieres enojarme aún más de lo que ya lo han hecho, te sugiero que empieces a tener respeto hacía ella.

Oliver la miraba fijamente, retándola. Sin embargo, Hayley no era de las que daba su brazo a torcer por lo que el lobo tuvo que retenerse tomando una gran inhalación antes de pasar a un costado de la mujer lobo para seguido tener la mirada sobre Alexandra quien lo miraba fijamente con los brazos cruzados sobre su pecho, después de eso Oliver se alejó de ellos. Jackson dio unos pasos hacía Hayley mientras la bruja no dejaba de ver en dirección a donde se había ido el lobo.

—Deberías estar tranquila, no puedes tener esos altercados. —expresó el hombre lobo. Hayley viró los ojos, estaba harta de que todo el mundo le estuviese diciendo como tenía que sentirse o ser por estar embarazada. La mujer lobo miró a Alexandra.