xiv. long way back from hell

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capítulo catorce: largo camino de regreso desde el infierno

capítulo catorce: largo camino de regreso desde el infierno

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Se encontraba sentada de rodillas en el medio de la habitación con los ojos cerrados y las palmas extendidas hacia arriba apoyadas sobre sus muslos. Aquella posición era la que las que las brujas adoptaban para dar sus rezos, pues al partir alguien, solían decir repetitivamente una frase: lux animae requiem (luz a tu alma, descansa). Para así poder darle una guía a las almas que aún permanecían en el plano de los vivos a encontrar su lugar de descanso con los Ancetros. Sus labios se movían a medida de que la joven recitaba, mientras que lo hacía por su mente pasaban varios recuerdos por lo que sentía como su rostro se comenzaba a sentir húmedo. 

Eran las lágrimas que corrían por sus mejillas.

—¿Alex?

La voz suave de Hayley se escuchó en el dormitorio. La mujer lobo se encontraba con la puerta entreabierta luego de que tocara varias veces y nadie le respondiese, la futura madre miró a la bruja y notó como esta no se inmuto a verla. La mujer lobo se dio paso a dentro del dormitorio.

—Sé que querrías estar sola...—continuó hablando mientras Alexandra le daba la espalda —. Imaginó que estarás molesta porque Elijah no te dejó asistir al funeral —prosiguió. Aún no había respuesta por parte de Alexandra. La mujer lobo tenía un rostro de pena acompañada con tristeza —. Es por tu bien, no sabemos si Celeste tenga algo planeado para ti, ya sabes por...

—. Hayley —cortó. El habla de la bruja detuvo en seco cosa que espantó un poco a Hayley. La voz de Alexandra se escuchaba ronca, quizás debido al llanto. La bruja le miró por encima de su hombro —. De verdad, quiero estar sola.

—No creo que sea buena idea, estás pasando...

—. Lo he hecho antes, este proceso no es algo extraño para mí —expresó. Seguido suspiró para sentir como sus ojos se calentaban nuevamente queriendo soltar otras lágrimas. Volvió la vista al frente —. Las personas que quiero tienden a morir o abandonarme. —musitó aunque para la mujer lobo fue lo suficiente audible.

—¿Lo dices por tus padres? —interrogó a lo que Alexandra bajó la cabeza, Hayley notó que ese día era el peor momento para hacer esos comentarios, sin embargo, la curiosidad que tenía sobre la doble era algo que se le hacía difícil apartar.

—¿Hablas de los bastardos que abandonaron a una bebé de escasos días de nacimiento? —cuestionó, el sarcasmo se notaba a leguas. No había que conocer mucho a la chica para saber lo molesto que era el tema para ella —. Mis padres fueron Adrien y Mariane Deveraux, ellos fueron los que me acogieron y cuidaron como una más de sus hijas — expresó. La bruja se puso de pie con lentitud para afrontar a la mujer embarazada, tomó una inhalación para calmar las nacientes lágrimas. Era verdad que su vida no había sido color de rosas, pero ellos la habían cuidado hasta la muerte de ellos. Alexandra no era una persona mal agradecida.

¹ 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora