iv. down at the bayou

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capítulo cuatro: abajo en el bayou

capítulo cuatro: abajo en el bayou

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El aire golpeando con suavidad su rostro le traía un poco de paz, sobre todo luego de lo ocurrido en los últimos días. Luego de los sucesos de la noche anterior, ella se dirigió a la casa de la plantación como acordó con Rebekah antes de que fuera llevada a la fiesta de beneficencia, sin embargo, aún no entendía cual había sido su propósito ahí. No obstante, ese momento de libertad le sirvió para entender que debía resignarse completamente a que no se libraría de ellos tan fácilmente por lo que si tenía que convivir con ellos, no sería como una prisionera. Tenía colocado sus brazos sobre la cintura mientras sentía el sol naciente sobre su piel.

—¿Disfrutando del día? —interrogó llevándola a voltearse. La mujer que había salvado hacía dos noches se encontraba de pie en el porche, con una sonrisa a medias la veía —. Sé lo que es sentirse abrumada por ellos, supongo que podrías estar mucho peor.

Alexandra se aproximó. —Podría ser mucho peor, en otras circunstancias estaría muerta —argumentó deteniéndose a unos pasos de las escaleras. La chica asintió entendiéndola completamente, quizás ella también estaría en el mismo caso si otras fueran las circunstancias —. Pero hay que abrazar el lado positivo, no estoy encadenada en su sótano.

—Eso es abrazar el lado positivo. —vaciló a lo que la bruja sonrió, ciertamente era así pero el sonido del timbre de la puerta llamó la atención de ambas por lo que se miraron entre sí antes de que la mujer lobo se adentrara a la casa seguida por Alexandra quien se quedó en la sala de estar mientras la mujer iba a ver de quien se trataba.

Con los brazos cruzados sobre su pecho admiró todas los adornos a su alrededor notando que estos eran realmente antiguos pero no podía esperar otra cosa de los vampiros más viejos de la historia. Si embargo, su mirada quedó fijada sobre uno de los cuadros que se hallaba sobre la chimenea, era atrayente, de eso no cabía duda. Podía decir que la persona que lo había hecho estaba realmente atormentada o llena de una tristeza inmensa, siendo esas sensaciones lo que le producía al verla.

Alexandra Lowell.

Nunca pensó volver a oírla, aunque si era honesta, la única vez que pensó volverla a escuchar fue cuando le rogará por misericordia. Cosa que no tuvieron con ella. La bruja se dio vuelta para encarar a una de las Ancianas del aquelarre, sus ojos cambiaron a molestia absoluta pero eso no le evitó colocar una sonrisa socarrona entre sus labios.

—Ya sabes lo que dicen, Agnes. Hierba mala nunca muere realmente. —habló detallando el rostro de sorpresa de la señora quien ahora entendía la insistencia de Sabine Laurent en ir hasta el Bayou. Ella estaba de vuelta, bajo el techo de los Originales. Obviamente, Irhina debía saberlo más eso no le traía buenos recuerdos.

—No pensé volver a verte-

—¿Con vida? —cuestionó cortando por completo a la señora quien tragó grueso, se notaba a leguas que el resentimiento aún seguía ahí latente como el primer día, eso nunca cambiaría —. Es difícil creer eso después de que me echaran como un perro sarnoso. Sin embargo, aquí sigo. Viva.

¹ 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora