Capítulo 3

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-¿Seguro que estás bien?- Raven se sentó en el borde de la cama junto a Clarke.

-Si... Tranquila. -Dijo la rubia tumbandose sobre el colchón. -Estoy muerta...

Raven sonrió. -Tu primera noche...

Clarke asintió dibujando media sonrisa y cerró los ojos.

-¿Tienes tapones?- Interrumpió Raven.
-¿Tapones?
-Si, tapones para los oídos.
-No...
-Pues deberías conseguir unos.- Insistió la morena.
-¿Para que voy a necesitar unos tapones...

-¡Todo el mundo a sus celdas, en cinco minutos se apagan las luces!- Un funcionario con un cartelito en su chaqueta indicando el nombre de Kane apareció en la puerta de la celda interrumpiendola.
Las dos chicas asintieron y se metieron en sus respectivas camas.

-¿Donde esta Woods?- Preguntó el hombre.

Raven se encogió de hombros.

-Joder siempre de aquí para allá. -Se quejó el hombre. -Bueno, ya vendrá.

El funcionario de retiró dejando totalmente sorprendida a Clarke. -Un momento... Aquí no cierran las celdas por las noches.

-Nop.- Respondió la chica sonriente. -Tenemos lo que la directora llama, un libre tránsito nocturno.

-Osea que las celdas se quedan abiertas y todas las presas pueden salir por las noches.- Aclaró sorprendida.

-Bueno... Que esto tampoco es una fiesta eh... Está todo cerrado menos la lavandería y el baño, y hay cámaras de seguridad con guardias vigilando...

Raven se calló al ver como Lexa entraba en la celda sin ni siquiera mirarlas y de un salto subía a su litera.

Raven y Clarke se dirigieron una mirada de complicidad antes de que las luces se apagaran.

La rubia se tumbó mirando hacia arriba, suspiró y cerró los ojos.

***

Clarke abrió los ojos desorientada. Aquellos sonidos retumbaban por toda la celda. Su litera se movía de un lado a otro acompañado por un desagradable ruido debido a las viejas barras de esta.

Gemidos. Gemidos de placer saliendo de la boca de Lexa y de otra presa. Gruñidos, suspiros, gritos... Ahora lo entendía. Ahora entendía por qué eran tan necesarios los tapones por la noche.

Escondió su cabeza debajo de la almohada y apretó los ojos concentrada en volver a dormirse, concentrada en intentar ignorar aquellos ahogados gritos que salían de la castaña e intentando convencerse así misma de que no iba a pasar todas las noches.
Observó a Raven en la cama de al lado, durmiendo como una marmota.
La cama seguía moviéndose, los gemidos se intensificaron...

Apretó los puños llena de rabia. Odiaba la cárcel, odiaba el estúpido libre tránsito y odiaba a esa maldita chica.

***

-Clarke- [REC🔴]

Llevo aquí unos días... No me lo imaginaba así, no sé si podré aguantar... Espero que todo cambien, dejar de ser la nueva. Tengo miedo...
No duermo por las noches, no como...
Siento presión... Angustia...
Necesito salir. Necesito ser libre.
Echo de menos las cosas simples, como dar un paseo o hacerte un huevo frito...
Le echo de menos a él. Siempre veían el lado bueno de las cosas...
Pero yo no veo nada... Me siento más atrapada de lo que estoy.

-Lexa- [REC🔴]

¿Esto es una broma? Hombre no me jodas... Más entrevistas ¿Enserio?
Que quieres que te cuente...
La nueva. Una niñita buena. Sinceramente no sé qué coño hace aquí, tiene pinta de venir de una familia de ricos... En cualquier momento pagan lo que haga falta y PUM ya estás fuera... Y luego hablan de justicia. ¡Ja! Más chorradas.
Pero mientras esté aquí hay que controlarla.
Es como un cachorro. Hay que educarle desde pequeño porque sino... Cuando crezca se revelará contra ti...
Y no pienso permitir que eso ocurra. A ese tipo de personas hay que tenerlas firmes... Joderlas todo lo que puedas... Hacerlas ver la realidad, que no todo son trajes pijos y mansiones con piscina...
No. Esto es la cárcel, y aquí mando yo.

***

-Joder necesitas unos tapones urgentemente.- Bromeó Raven refiriéndose a las ojeras de Clarke.

-No tiene gracias.- Se quejó. -Llevo varias noches sin dormir...

Levantó la vista y observó el panorama. El patio de la cárcel era bastante amplio. Tenía unas gradas de cemento para sentarse a cada lado además de un campo de baloncesto y otro de tenis.

Fijo su vista en Lexa. Estaba tumbada en las gradas de enfrente mirando hacia arriba mientras se fumaba un cigarrillo. Se la veía tan tranquila... Como si estuviera pasando el verano en un campamento en vez de estar metida en la cárcel.

Clarke la miró con odio. -Relájate.- La calmó la latina. -No te preocupes, la mayoría de las noches se las pasa en aislamiento... La verás poco por la celda.

-No lo entiendo. Esta en la puta cárcel... ¿Por qué lo disfruta tanto?

-Se va a pasar aquí toda la vida.- Harper se acercó y se sentó a su lado. -Tendrá que acabar acostumbrándose.

-Es imposible acostumbrarse a un sitio así...- La rubia suspiró y se apoyó contra el cemento.

-Las presas que llevan con ellas varios años dicen que no quiere salir. Que no quiere la libertad.- Explicó Harper.

-¿Que? ¿Como no va a querer salir? ¿Que clase de loca se quiere quedar en la cárcel toda su vida?

Las dos chicas se encogieron de hombros ante las preguntas de Clarke.

-Lo único que sabemos de ella es el asesinato que cometió. No conocemos su historia. Nadie lo sabe, ni siquiera la policía.

-Esa tía no tiene corazón.- Afirmó Clarke mirándola desafiante.

-Griffin.- Interrumpió Bellamy acercándose al grupo.

-Ho... Hola- Saludo Clarke alegre.

Bellamy le dedicó una bonita sonrisa haciendo que la rubia se sonrojara.
-Estás semana tienes un vis a vis con tu abogado. Ha investigado tu caso y cree que puede ayudarte a salir de aquí.

-¿Enserio?-Clarke se levantó emocionada. -Genial. ¡Muchas gracias!

Bellamy dibujo una gran sonrisa al ver la felicidad de Clarke. -¿Te están tratando bien?

-Si, claro. Todo bien.- Respondió la rubia un poco extrañada por la preocupación del chico.

-Bien. Cuídate.- Se despidió.

Clarke le regaló una última sonrisa.

-No lleva ni una semana y ya está ligando.- Dijo Raven bromeando. -Eres una seductora rubia.

-Raven no digas chorradas...- Dijo Clarke avergonzada.

-Oh vamos admite que está bueno y es mono.- Harper observó cómo el funcionario salía del patio y entraba en las instalaciones.

Clarke se mordió el labio. -Si, si que es mono.

ENTRE REJAS | clexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora