Capítulo 20

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Lexa avanzó despacio por los oscuros pasillo. Sabía perfectamente por donde tenía que ir para que las cámaras no la grabaran y los funcionarios no pudieran hacer saltar la alarma de emergencia. Lo siguiente que tenía que hacer era salir del módulo para acceder a los pasillos donde se encontraban las salas de seguridad y vigilancia.
Por suerte, en su módulo solo había un funcionario de guardia por lo que no se tenía que preocupar por si se cruzaba con uno por el camino pero en cuanto saliera de esa zona, tenía que tener cuidado.

Paseó sutilmente pegada a la pared, no quería despertar a ninguna presa. No se fiaba de ellas.
Llegó hasta una puerta que daba a un pequeño cuarto de limpieza. Si Octavia había hecho si trabajo, en la cerradura habría un clip doblado con la forma de la llave con el que solo hacia faltar girarlo para abrir la puerta. Conseguido. Lexa abrió la puerta metiéndose en la pequeña sala.
Una vez estuvo a salvo de las cámaras, encendió sacó la linterna y observó la sala. Se fijó en una balda llena de productos de limpieza que llegaba hasta el techo. Lexa se subió a la bajada y apartó los productos que había en la última fila descubriendo un conducto de ventilación en la pared. Bingo. Desde que Lexa había entrado en la cárcel, se había centrado en observar cada rincón, cada detalle. Se conocía los recorridos de los conductos, las salas y los pasillos. Todo estaba saliendo perfecto. Sacó la llave inglesa que llevaba en la mochila y sin hacer ruido, comenzó a desatornillar los tornillos que había a cada lado del conducto. Una vez hecho, sacó la tapa y la apoyó contra la pared. Escaló la balda y con la linterna en la boca, se metió en el conducto.

***

-Clarke como nos vean nos matan.- Susurró Raven nerviosa.

-Shhh. Nos van a oír. Tú sigue pegada a la pared, si Lexa iba así será por algo.

Raven asintió y continuaron en silencio. Clarke llegó hasta la puerta de la salita de limpieza que para su suerte, el clip seguía puesto en la cerradura y pudo entrar.

-¿A dónde ha ido?- Preguntó Clarke afinando la vista mientras inspeccionaba la sala.

-Yo no veo nada, está todo oscuro.

Las dos chicas empezaron a palpa por la sala a ver si encontraban algo que las pudiera ayudar a descubrir el paradero de la castaña.

-¡Clarke!- Gritó Raven al palpar la tapa de ventilación que estaba apoyada en la pared. -Busca un conducto de ventilación. Se ha metido por ahí.

-¡Aquí!- Clarke encontró el agujero.

Raven tragó saliva. -¿De verdad vamos a hacer esto?

Clarke sonrió y escaló la balda metiéndose por el conducto.

***

Lexa salió cuidadosamente del conducto mientras se sacaba la linterna de la boca y se la guardaba en la mochila. Se quedó unos segundos parada recuperando el oxígeno. Observó su alrededor. Estaba en medio de un pasillo en el que sabía que al final de este, se encontraría la sala de vigilancia. Sacó la pistola y el líquido tóxico, allí es donde se encontraban todos los funcionarios de guardia.

Avanzó por el pasillo silenciosamente y se pegó en la pared al ver a un funcionario que paseaba de espaldas.

Se relamió los labios concentrándose, se colocó el pañuelo tapandose la boca y la nariz y se acercó lentamente hacia el.

Cuando el funcionario se dio cuenta y se giró, Lexa se lanzó a por el rodeándole por la garganta e inmovilizandole para que no pudiera sacar sus armas ni pedir ayuda con el walkie. Rápidamente le roció la cara con la colonia haciendo que el hombre se quedara inconsciente y cayera al suelo. Lexa le agarró para que el cuerpo no hiciera ruido al caer y lo posó en el suelo.

Lexa observó el cuerpo y sonrió al ver a Kane, con su expresión dura y sería pero tan indefenso.

Siguió por el pasillo en el que llegó a una curva. La castaña se asomó y se escondió al ver al otro lado de la esquina como un funcionario se acercaba hacia ella.
Respiró ondo y agarró la pistola al revés. Se colocó en posición esperando a que el hombre cruzara la esquina.

-¿Quien anda ahí?- Gritó el funcionario al oír algo al fondo de la esquina.

Lexa oyó como el hombre cargaba la pistola pero aguantó su posición concentrada en el sonido de las pisadas que cada vez se oían más cerca.

En cuanto vio el rostro del funcionario asomándose por la esquina, Lexa se abalanzó sobre el y le brindó un golpe en la nuca tirándolo al suelo. El hombre se quedó inmóvil mientras la sangre empezaba a salir de la herida.

Lexa se agachó nerviosa y comprobó que el hombre no respiraba.

-Joder, joder, joder...- Susurró levantándose. Cerró los ojos relajando su respiración. Observó la puerta de la sala de vigilancia al final del pasillo. Tragó saliva. Ya estaba hecho, no lo pida cambiar. Se armó de valor apretando los puños y se acercó decidida hacia la puerta.

La abrió de una patada y levantó la pistola apuntando a los dos funcionarios que rápidamente se giraron hacia ella y se levantaron subiendo las manos al ver la pistola.

-Aléjate de la mesa.- Ordenó la castaña al ver que uno de ellos estaba peligrosamente cerca del botón de emergencia. -¡Contra la pared!- Gritó.

El hombre asintió y se alejó colocándose las manos en la cabeza.

-Ahora tú.- La ordenó a la mujer que la miraba sin ningún miedo. -¿Quieres que te disparé?- Gritó Lexa perdiendo los nervios al ver que la funcionaria no se movía.

Se quedó unos segundos apuntándola esperando a que se moviera pero para su sorpresa, la funcionaria se lanzó rápidamente hacia el botón de emergencia. Lexa la disparó en una pierna impidiendo que la mujer llegará a su objetivo y sin perder un segundo se acercó hacia ella colocándola el perfume en la nariz dejándola inconsciente.

Observó cómo el hombre sacaba su pistola del cinturón y rápidamente Lexa se abalanzó sobre el cogiéndole del brazo y desviando el disparo que acabo dirigiéndose al techo. El hombre le pegó un codazo en la cara a Lexa haciendo que esta le soltara de su agarre.

Antes de que en funcionario pudiera volver a cargar la pistola para disparar, Lexa se arrancó el pañuelo que tenía atado al cuello, lo roció de colonia y se lo puso en la boca haciendo que el hombre se retorciera unos segundos para luego quedarse desmayado en el suelo.

Lexa se incorporó respirando con dificultad limpiándose la sangre que caía de su nariz. Sacó el móvil y miró la hora. Solo quedaban 15 minutos para que llegaran las cuatro y se produjera el cambio de guardia.

Rápidamente se sentó en la mesa de mandos y observó por las diferentes pantallas las distintas grabaciones.

-Octavia.- La llamó Lexa por el walkie.

-Lexa te estamos esperando. ¿Que ha pasado?- Contestó Octavia nerviosa.

Lexa sonrió. -Acércate a las rejas de tu celda.

La castaña tecleó en diferentes botones desactivando las cámaras de seguridad que daban directamente con la celda.
En otra de las pantallas tecleó la celda 230 y con una simple toque al botón, la señal llegó directamente hasta la puerta de la celda.

-¿Abierto?- Preguntó Lexa.

Octavia sonrió al otro lado observando como la puerta de su celda se deslizaba lentamente dejándola la vía libre tanto a ella como a Echo. -Abierto.- Confirmó.

-Vamos allá.

ENTRE REJAS | clexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora