Capítulo 34

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El día del juicio llegó. Se había acabado. Toda su estancia en prisión se había acabado. Todos esos meses y meses entre rejas se había terminado.

Clarke estaba sola en su celda. De pie en frente de su cama observando la bandeja con ropa que le había traído un funcionario. Respiró ondo, se quitó su uniforme amarillo y se vistió lentamente.
Vestía con unos jeans negros, una blusa blanca con algo de escote, unos botines negros y para terminar, una cazadora de cuero del mismo color.
Se pasó las manos por su cuerpo con la sensación de que esa ropa la molestaba. Se sentía incómoda.
Tragó saliva y comenzó a perderse en sus pensamientos con la mirada perdida. Asumiendo todo lo que había pasado desde aquel accidente de tráfico internado robar un banco. Quien lo diría...

Sus pensamientos se interrumpieron cuando notó como alguien la miraba por detrás. Al girarse observó a Raven apoyada en la entrada de la celda con una cara de asombro. -Tia estas mucho más buena con eso puesto. El amarillo no te favorece.

Clarke soltó una carcajada y se acercó para abrazar a su amiga. -Te voy ha hechas de menos latina.- Susurró.

Se separaron sonrientes y Clarke abrió la boca sorprendida al ver como a Raven se la caían las lágrimas. -No me lo creo. ¿Mi amiga Raven está llorando?

-¿Llorando yo? A ver si limpias la celda que está llena de polvo y tengo alergia.

-Ya...- Rio Clarke.

-Joder ¿Qué coño? Pues claro que estoy llorando.- Raven se volvió a lanzar a sus brazos.

-Gracias por todo...- Clarke la apretó con fuerza.

-Tu espérame rubia.- Dijo separándose. -Espérame porque en dos añitos salgo de aquí y te voy a buscar.

Clarke asintió sonriente pero luego se puso seria. -Me tengo que ir ya... El juicio empiezan en media hora.

Raven dibujó un puchero.

-¿ No habrás visto a Lexa no?- Preguntó Clarke un poco entristecida.

-¿Qué? ¿No ha venido a despedirse?

Clarke negó con la cabeza.

-Vaya pues... No, no la he visto.- Raven se encogió de hombros.

De repente las dos chicas oyeron como las llamaba un voz por megafonía. - Presa Clarke Griffin acuda a la sala de juzgado número dos.

Clarke volvió a abrazar a Raven. -Adiós Rav...

-Adiós rubia. Te quiero.

Clarke salió de la celda mirando por última vez a Raven. Se alejó de allí con las lágrimas en los ojos.
Lentamente caminó por los pasillos del módulo cabizbaja. ¿Donde estaba Lexa? ¿Por qué no se había despedido? Y si... ¿Y si la había pasado algo? ¿Y si estaba cometiendo otra locura?

Los pensamientos se apoderaron de la rubia que caminaba nerviosa y a la vez enfadada con la castaña. ¿La convencía para asistir al juicio y luego no aparecía?

Una lágrima se deslizó por su mejilla que rápidamente secó con su mano para que no se corriera su sencillo maquillaje.
Alzó la vista y observó cómo al final del pasillo se encontraba la sala de juzgado. Solo la tenía a unos metros. Estaba a unos metros de salir de allí y ser libre.

Tragó saliva y apretó sus puños encaminándose con paso seguro hacia allí. Tenía que ser fuerte.

Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta notó como alguien la agarraba por detrás y la arrastraba hacia un lateral del pasillos metiéndola en un pequeño baño que había justo al lado del juzgado.

ENTRE REJAS | clexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora